Cada año se multiplican los casos de alergias y molestias respiratorias. Y aunque los purificadores de aire para hogares y mantener altas las defensas son barreras efectivas para las alergias, hay otros causantes de estos síntomas que tienen que ver con la contaminación.Muchas veces las alergias se dan por un determinado tipo de partículas, como el polen o los ácaros, pero también pueden darse los mismos síntomas por la mala calidad del aire. Una alta contaminación genera problemas respiratorios y otros efectos adversos, que muchas veces se pasan por alto como alergias.En España, la mayoría de las urbes más pobladas tienen una calidad de aire deficiente que afecta la calidad de vida de sus ciudadanos. Y aunque se están tomando medidas para mejorar la contaminación del aire, en muchas de las ciudades aún no se llega a los límites recomendados por la UE.
Las consecuencias de la mala calidad del aire
Según la OMS las partículas contaminantes que tienen un efecto negativo en nuestra salud son: las partículas finas (PM2,5), el dióxido de nitrógeno (NO2) y el ozono (O3). Estas partículas son generadas por el tráfico vehicular, aéreo y marítimo, las actividades portuarias, las industrias, las obras, las condiciones climáticas y las altas temperaturas.Estas 3 partículas son consideradas nocivas para las personas, si se superan unos determinados límites de concentración. Y son muchas las ciudades europeas que no cumplen con las recomendaciones de la OMS, generando problemas de salud en sus habitantes.Aunque la mala calidad del aire afecta a todas las personas, las consecuencias más graves se ven en niños (sobre todo menores de 7 años), personas mayores y personas con otras enfermedades. Una alta concentración de estas partículas en el aire puede generar padecimientos respiratorios, alergias, problemas en la piel y empeorar otras enfermedades cardiorrespiratorias y pulmonares.Una de las partículas más preocupantes son las PM2,5, que son partículas finas con un tamaño de 10 micras o menos. Estas partículas se generan por el tráfico, las obras, las industrias y las distintas condiciones meteorológicas, y pueden penetrar las defensas del cuerpo y llegar a los pulmones y al torrente sanguíneo.Son tan graves estas consecuencias que se estima que en España 25.000 personas fallecen prematuramente cada año por estos problemas de salud. Este número es 15 veces mayor a las muertes por accidentes de tráfico, lo que representa un problema que se debe resolver cuanto antes.
Medidas para reducir la contaminación
Dentro de la Comunidad de Madrid ya existen 28 estaciones medidoras de calidad del aire fijas y 2 móviles que se dedican a monitorear los niveles de contaminación en las distintas poblaciones. En la capital, el año pasado la calidad del aire mejoró notablemente, superando a otras capitales como París, Berlín, Roma o Londres.Una de las principales medidas para bajar la contaminación fue la creación de nuevas zonas de bajas emisiones (ZBE) en la ciudad, que limitan el tráfico y la generación de dióxido de nitrógeno. Y fuera de la capital también se han creado nuevas ZBE, como en Majadahonda, aunque aún está en fases iniciales.Sin duda, la limitación del tráfico en las grandes ciudades reduce la generación de dióxido de nitrógeno y partículas finas, pero aún queda un largo camino por recorrer en España. En estos momentos, ninguna de las grandes ciudades en el territorio cumple con los límites de contaminación de la Unión Europea para 2030.Esto significa que sólo se tienen 6 años para reducir la contaminación en todo el territorio y cumplir con estas normativas europeas. Sin embargo, cuanto antes se implementen las medidas para lograr una buena calidad de aire, mejor será para la población en todo el territorio.
