Los tres acusados por el asesinato de un vecino de Moratalla en 2019 han reconocido su participación en el crimen. El suceso tuvo lugar en Pinoso y posteriormente enterraron el cuerpo en El Carche, dentro del término municipal de Yecla. El juicio, llevado a cabo por la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Murcia, ha celebrado su segunda jornada. La Fiscalía solicita para cada uno de los imputados una pena de 30 años de prisión.
José Alonso Marín, conocido como «El Rosao», fue asesinado cuando acudió a comprar un kilo de cocaína con 34.000 euros en efectivo. Según los testimonios y lo que han reconocido los acusados, los acusados lo asfixiaron y se apoderaron del dinero.
El primero en declarar fue A.V.G., propietario de la vivienda donde ocurrió el asesinato. Admitió su participación y señaló a J.M.G.M. e I.P.G. como los responsables directos de la asfixia de «El Rosao». A.V.G. también reconoció haber repartido el botín: 33.000 euros entre él y J.M.G.M., mientras que a I.P.G. se le entregó 1.000 euros.
Sin embargo, negó que el crimen hubiera sido planificado previamente, insistiendo en que todo sucedió de forma espontánea cuando la víctima llegó al lugar con el dinero.
Más detalles del crimen
Tras el asesinato, A.V.G. confesó haber encargado a su hermano y a otro implicado desguazar el coche de la víctima. Las piezas fueron ocultadas en una cavidad de la casa familiar. Esta versión fue confirmada por los otros dos imputados, quienes también admitieron su participación en el traslado del cadáver.
Los acusados de encubrimiento, responsables de transportar y enterrar el cuerpo en la Sierra del Carche en Yecla, también han declarado en el juicio. El cadáver fue hallado diecisiete meses después del crimen. Ante el reconocimiento de los hechos por parte de los implicados, tanto las acusaciones como las defensas han decidido renunciar a varias pruebas que estaban previstas para los próximos días.
Por otro lado, los tres acusados de encubrimiento han asegurado que desconocían que los principales acusados habían asesinado a una persona. Estos individuos están siendo juzgados por haber colaborado en la ocultación del crimen sin saber, según ellos, la gravedad de los hechos.
El juicio continúa con las declaraciones de los testigos y las pruebas presentadas, mientras las partes implicadas ajustan sus estrategias legales tras las confesiones realizadas por los principales acusados. El caso ha generado gran interés debido a la brutalidad del crimen y al largo tiempo que pasó hasta el hallazgo del cadáver.
Si finalmente son declarados culpables y resultan condenados, ya encontrarán quienes los amnistie, como a tantos otros delincuentes