Teniendo en cuenta que cada vez más personas deciden adquirir un coche eléctrico o híbrido enchufable, la instalación de un cargador en casa se ha convertido en algo indispensable. Contar con un punto de recarga propio permite mayor comodidad, seguridad y ahorro de tiempo, pero es importante saber qué se necesita antes de dar el paso.
Qué hace falta para instalar un cargador de coche eléctrico en una vivienda
La instalación de un punto de recarga doméstico no es especialmente complicada, pero sí requiere cumplir ciertos pasos técnicos y legales. Conviene conocerlos para evitar problemas y asegurarse de que todo funciona correctamente.
Contar con una plaza de aparcamiento propia
El primer requisito básico es disponer de un lugar donde estacionar el coche de forma habitual. Lo más común es un garaje particular o una plaza en un garaje comunitario. Si se trata de un garaje privado en una vivienda unifamiliar, el proceso es más sencillo.
En cambio, en un garaje compartido puede ser necesario avisar a la comunidad de vecinos, aunque según la normativa vigente en España, no se requiere autorización de la junta, solo informar con antelación.
Revisión de la instalación eléctrica
Antes de colocar un cargador, un instalador autorizado debe revisar la potencia contratada y el estado de la instalación eléctrica. Es necesario comprobar que la red puede soportar el consumo adicional que implica cargar un coche. Si la potencia contratada es insuficiente, habrá que solicitar un aumento a la compañía eléctrica.
En muchos casos, la instalación del cargador requiere una línea independiente desde el cuadro eléctrico hasta la plaza de aparcamiento. Esta línea debe estar protegida por un magnetotérmico y un diferencial específicos, lo que mejora la seguridad.
Tipo de cargador y conector
No todos los coches eléctricos utilizan el mismo conector. En Europa, el estándar más común es el Tipo 2 (conocido como Mennekes), pero existen otros. Por eso, antes de elegir el cargador, hay que asegurarse de que sea compatible con el vehículo. También es posible optar por cargadores universales que permiten diferentes configuraciones.
“Respecto a la potencia, los cargadores domésticos suelen ir de 3,7 kW a 7,4 kW en monofásica y hasta 11 kW o 22 kW en trifásica”, comentan los profesionales. Para la mayoría de usuarios, un cargador de 7,4 kW resulta suficiente para recargar el coche durante la noche.
Trámites legales y certificaciones
La instalación debe realizarla un instalador autorizado y cumplir con la normativa vigente (como la Instrucción Técnica Complementaria ITC-BT-52 en España). Tras la instalación, el profesional debe emitir un certificado de instalación eléctrica y registrarlo en el organismo competente de la comunidad autónoma.
En viviendas unifamiliares no suele haber más trámites. En garajes comunitarios, como se mencionó, basta con comunicar a la comunidad la intención de instalar el punto de recarga. Los costes de la instalación corren a cargo del propietario que lo solicita.
Ubicación y seguridad
La ubicación del cargador debe permitir una conexión cómoda y segura. El cable no debe quedar en medio del paso de personas ni vehículos. Además, el cargador debe estar preparado para soportar la humedad y el polvo, especialmente si se instala en exteriores. Los modelos con certificación IP54 o superior ofrecen una buena protección.
Consejos a tener en cuenta a la hora del primer uso
Una vez instalado el cargador, conviene seguir algunas recomendaciones para asegurar un uso correcto desde el primer día. Aunque el proceso de carga es sencillo, los siguientes consejos pueden evitar problemas y alargar la vida útil tanto del cargador como de la batería del coche.
Leer el manual del fabricante
Cada cargador incluye un manual con instrucciones específicas. Leerlo con calma permite conocer las funciones, las recomendaciones de seguridad y la manera correcta de conectar y desconectar el vehículo.
Verificar la instalación
En el primer uso es recomendable que el instalador esté presente. De este modo se puede comprobar que todo funciona como debería y resolver dudas. También es útil revisar que el diferencial y el magnetotérmico funcionan correctamente.
Controlar la potencia de carga
“Algunos coches permiten ajustar la intensidad de carga desde el propio vehículo o desde el cargador”, explican los expertos. En los primeros usos, conviene comenzar con intensidades moderadas para observar cómo responde la instalación eléctrica y la batería.
Evitar alargar innecesariamente los cables
Si el cable del cargador no llega con comodidad, no es recomendable usar alargadores comunes. Los cables deben ser específicos para la carga de vehículos eléctricos y cumplir con las normativas de seguridad.
Cargar en horarios recomendados
Muchas compañías eléctricas ofrecen tarifas más económicas durante la noche. Aprovechar estas horas reduce el coste de la recarga y disminuye la presión sobre la red eléctrica.
Revisar periódicamente el estado del cargador
Es aconsejable comprobar de vez en cuando que el cable, la toma y el propio cargador no presentan desgaste, suciedad o daños visibles. Una buena limpieza y revisión ayudan a mantener el equipo en buen estado.
Ventajas de recurrir a un cargador inteligente WOLTIO
Uno de los mayores beneficios es que el cargador puede adaptar automáticamente la potencia de carga según el consumo de la vivienda. Así se evita superar la potencia contratada y que salten los plomos. Este ajuste dinámico resulta muy útil en hogares donde se usan varios electrodomésticos a la vez.
Los cargadores inteligentes permiten programar la carga en las horas en las que la electricidad es más barata. De esta manera, se aprovechan las tarifas con discriminación horaria y se reduce el coste mensual.
Los cargadores WOLTIO se pueden controlar a través de una aplicación móvil. Desde ella es posible consultar estadísticas, ver el historial de cargas y configurar la potencia o los horarios. Esto ofrece mayor control y comodidad.
Estos cargadores incorporan sistemas de protección contra sobrecargas, cortocircuitos y fallos de conexión. También suelen contar con bloqueo de acceso para evitar que personas no autorizadas utilicen el punto de recarga.
A medida que las baterías de los coches aumentan su capacidad, la necesidad de cargadores más potentes será mayor. “Un cargador inteligente está preparado para adaptarse a estas evoluciones, lo que alarga su vida útil y reduce la necesidad de sustituciones a corto plazo”, sentencian.
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