La resurrección en medio de la alegría común. Miles de personas abarrotaron el recorrido para contemplar el paso de la procesión del Resucitado en una mañana espléndida en lo climatológico que permitió el lucimiento de la Semana Santa de Yecla en su última procesión. Al mediodía, en la Plaza del Concejal Sebastián Pérez tuvo lugar el tradicional “Encuentro”, entre la imagen del Santa María de la Alegría, de la que se desprendió el manto negro ante la imagen del Resucitado, momento en el que se produjo el disparo de cohetes y tracas y el volteo de campanas y la suelta del diablico.
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A partir de ese momento, los “capuchinos” de las distintas cofradías que participan en esta procesión de la Alegría, repartieron cientos de kilos de caramelos. El diablico,, figura típica de este desfile procesional de la Semana Santa yeclana, hizo las delicias de niños y mayores a lo largo de todo el desfile.
Un año más la expectación callejera fue impresionante, junto con la algarabía de los niños ante el paso del diablico, siempre sujeto por los “Sanjuaneros”, la alegría de las marchas musicales y el colorido del desfile procesional, como notas características de la Procesión del Resucitado de Yecla.
La procesión concluyó con la magistral interpretación de la marcha «Mi amargura» por la Banda de la Asociación de Amigos de la Música en el Atrio de la Purísima.