En plena fiebre del Black Friday y del Cyber Monday, cuando todo invita a llenar el carrito, hay quienes buscan regalos con más sentido que descuento. Las placas conmemorativas o los detalles personalizados ganan terreno frente a las compras impulsivas, y apuntan a una tendencia clara: regalar experiencias, valores y reconocimiento en lugar de acumular objetos.
Frente a los grandes titulares de rebajas, muchas familias aprovechan estos días para adelantar las compras de Navidad, pero con otra mirada: menos “comprar por comprar” y más “elegir con cabeza”. Proponemos tres ideas de regalo que encajan con ese Black Friday “no consumista”, pensado para cuidar a las personas y al entorno.
1. Agradecer a quien lo merece: el valor de una placa de reconocimiento
En un año marcado por cambios, esfuerzo y pequeños gestos cotidianos, detenerse a agradecer puede ser el mejor regalo. Reconocer públicamente a quien ha estado ahí —un familiar, un profesor, la entrenadora del equipo, un voluntario, una asociación, una empresa local o alguien que se jubila tras toda una vida laboral— tiene un impacto que va más allá del objeto físico.
El fabricante alicantino de trofeos MaxiTrofeo promueve esta idea en su campaña “regala una placa de reconocimiento”: una propuesta que invita a poner nombre y apellidos a ese “gracias” que muchas veces se nos queda en el tintero. A través de placas personalizadas es posible incluir un mensaje, una fecha o una dedicatoria que acompañe para siempre a la persona homenajeada.
Este tipo de detalle no se queda en una estantería más: suele ocupar un lugar especial en casa o en el despacho y, sobre todo, en la memoria de quien lo recibe. Además, es una forma de apoyar a la industria local y artesanal, como la que representa MaxiTrofeo, del que ya hablamos en este reportaje sobre trofeos alicante.
En un contexto de hiperconsumo, transformar el Black Friday en una excusa para dar las gracias es casi un gesto contracorriente.
2. Cultura que dura todo el año: suscripciones y contenidos de calidad
Otra alternativa a las compras impulsivas son los regalos “que no se agotan”: suscripciones a revistas, periódicos o plataformas culturales. Un abono digital a un medio de comunicación, a una revista especializada o a un proyecto cultural independiente puede convertirse en un acompañante durante todo el año.
Este tipo de regalo fomenta la lectura, la curiosidad y el pensamiento crítico, y al mismo tiempo respalda a quienes producen información y contenidos de calidad. Es una opción especialmente interesante para jóvenes que están definiendo sus intereses, para personas mayores con ganas de seguir conectadas con la actualidad o para cualquier lector habitual que valore estar bien informado.
En lugar de sumar otro objeto a la lista, la suscripción convierte el Black Friday y el Cyber Monday en una oportunidad para sostener proyectos culturales y periodísticos que, muchas veces, dependen precisamente de ese apoyo.
3. Regalar bienestar y recuerdos, no solo cosas
Por último, hay un tipo de regalo que se está consolidando como tendencia: los detalles ligados al bienestar y a los recuerdos compartidos. Desde bonos de sesiones de gimnasio o actividades deportivas, hasta packs de fisioterapia, clases de baile, talleres creativos o experiencias en familia.
Se trata de regalos que animan a cuidarse y a dedicar tiempo de calidad, en lugar de seguir el ritmo de consumo de estos días. En la misma línea, los calendarios o álbumes de fotos personalizados permiten recopilar los momentos más importantes del año y mirarlos con calma: viajes, partidos, celebraciones, proyectos en equipo… Una manera sencilla de decir “me importa lo que hemos vivido juntos”.
Adelantar las compras de Navidad aprovechando las ofertas de estas fechas no tiene por qué significar caer en el consumismo. Puede ser, al contrario, una ocasión para pensar con antelación qué necesita realmente cada persona y qué mensaje queremos transmitir con nuestros regalos.
Black Friday y Cyber Monday no tienen por qué ser sinónimo de prisas y compras sin sentido. Convertirlos en una oportunidad para agradecer, apoyar la cultura y fomentar el bienestar es una forma de reconciliar estas fechas con nuestros valores. Quizá el mejor “chollo” de este año no sea el más barato, sino el que deje una huella positiva en quien lo recibe… y en quien lo regala.

















