Fueron 41 minutos de lucha contra el viento, pero el Mayordomo de la Bandera consiguió realizar su papel.
Pedro Javier Ortega era uno de los protagonistas de la procesión por su papel de Mayordomo pero las circunstancias meteorológicas le hicieron convertirse en el gran protagonista.
En la subida por la calle San Francisco hacia la puerta de la Basílica el Mayordomo pudo mantener el pulso al fuerte viento que soplaba en ese momento.
Dos momentos críticos tuvo que vivir. Uno, en el cruce de la calle San Francisco con San Antonio. Y otro, en la esquina de la Basílica justo antes de entrar en el atrio.
Por momentos, la fuerza del viento provocó que el Mayordomo tuviera que dedicar sus esfuerzos a mantenerse de pie agarrando con fuerza la Bandera para no dejarla caer. Fueron momentos de angustia pero superados por Pedro Javier Ortega que no se rindió ante una situación meteorológica tan adversa como la que vivió.
El propio Mayordomo reconocía al terminar el acto que “no he podido hacer lo que esperaba con la Bandera por el viento, pero estoy muy contento. Tendré un recuerdo espectacular que tendré toda mi vida”.
Ya en la parte final, cuando la Virgen entraba por la puerta de la Basílica el Mayordomo pudo disfrutar. Allí, arropado por los edificios y la gente que le acompañaba, Pedro Javier Ortega pudo sonreír y recibió la ovación de los presentes en la arca cerrada.
Procesión
Las Fiestas Patronales vivieron uno de sus momentos más significativos con la Procesión de la Virgen. Pese a lo desapacible de la jornada, miles de vecinos se congregaron para acompañar la imagen de la Virgen del Castillo en su recorrido.
La imagen de la Patrona que además de las habituales flores y adornos, este año también destacaba una bandera de la ciudad de Valencia con un crespón negro en honor a las víctimas de la Dana.
Otro momento destacado tuvo lugar en la calle San José, cerca del mercado de San Cayetano, donde los “castillicos” iluminaron la noche ante una gran multitud de vecinos. Este espectáculo, acompañado del juego de la Bandera, fue uno de los momentos más icónicos de la jornada. Las celebraciones continuarán el próximo 15 de diciembre con La Subida, que pondrá fin a unas fiestas con 382 años de tradición.
Las festividades también confirmaron a los Clavarios para el próximo año. Antonio Puche (insignia del Bastón) y Juan José Forte (insignia de la Bandera) juraron sus cargos frente a la Iglesia Vieja.
El cenizo es el que no quiere entender .
No se ha nombrado el gran trabajo del mayordomo solo se ha juzgado la irresponsabilidad de disparar fuegos artificiales ,y disparos de arcabuces con alerta amarilla .
Y rachas de viento de 70 km/h
Con estas condiciones se ha dejado de celebrar actos de menos relevancia a nivel nacional.
Y aqui ni tan siquiera se ha pensado .
Por eso digo que menos mal que no ha pasado nada y si hubiera pasado que ?
Haber si el torrente era tu.
Saludos
Cada noticia tiene su cenizo, ya salió el de esta, será Torrente?
Solo darle la enhorabuena al mayordomo, lo que hizo tiene mucho merito y para mí es de lo mejor que se ha visto últimamente en las fiestas, sobre todo como acabó, después de estar muchos minutos peleándose con el viento. Enhorabuena!!
Por cierto, igual la desgracia podría haber sucedido con el árbol que se cayó, no?? Algo totalmente ajeno a las fiestas.
Digo yo con la alerta amarilla que teníamos ,con las rachas de viento de 70 km/h .
Si hubiese habido una desgracia quien sería el responsable ?
Otras veces o en cualquier lugar con esas alertas y en esas condiciones eventos de menor peligro se suspenden .
Por lo tanto me parece muy mal lo que pasó y ya saben dónde está ahora la bara de medir para suspender cualquier acto .