La recuperación de la Feria del Libro de Yecla tras seis años de ausencia no ha tenido el arranque que muchos esperaban en sus primeros días. Lo que debía ser una cita literaria para revitalizar el tejido cultural local se ha convertido, según varias voces implicadas, en un evento pobremente organizado, sin librerías locales, sin señalización, con escasa asistencia y apenas infraestructura. Las críticas han llegado tanto de autores participantes como de libreros que intentaron formar parte del evento sin éxito.
Una feria del libro sin librerías locales
Uno de los aspectos más comentados ha sido la ausencia total de librerías de Yecla. Según ha confirmado uno de los libreros consultados por El Periódico de Yecla, el evento fue adjudicado a un librero de Villena, que fue quien gestionó directamente la posible participación de otros establecimientos. “Nos dieron la opción de compartir espacio con él, pero no ha habido acuerdo. Yo ofrecí montar mi propia carpa y me dijeron que no podía ser”, afirma una de las librerías locales interesadas en participar.
El relato se repite entre varias librerías del municipio que, pese a su interés, no llegaron a recibir respuesta concreta. “Le escribí, me contestó una semana más tarde diciendo que ya me diría qué días me asignaba y cuántos metros, pero nunca lo hizo. El concejal me dijo que este año estaba todo cerrado y que sería para el año que viene. Pero si se piensa hacer igual que este año, me planteo seriamente participar”, concluye.
El malestar de algunos autores locales
A esta situación se suma el malestar de algunos escritores yeclanos convocados por el ayuntamiento para presentar sus obras durante la feria. Uno de ellos describe la experiencia como “una mesa bajo un toldo de playa en un rincón rodeado de obras”. Además, señalan la falta de señalética, programación visible o elementos básicos de bienvenida por parte de la organización municipal. “Ni un cartel ni nadie que te reciba ni rastro de difusión del acto más allá de la rueda de prensa previa”.
Pese a las dificultades, la programación incluye firmas de libros de autores locales a lo largo de dos semanas. Sin embargo, la percepción de varios participantes es que el entorno y la falta de medios no favorecen la participación ciudadana ni dignifican el trabajo de los autores invitados. Todos coinciden en que ni la ubicación -bajo el sol que pega en la Plaza Mayor- ni la organización han ayudado.
El concejal defiende el evento como «un primer paso»
El concejal de cultura, Daniel Jiménez, ha reconocido que la infraestructura es limitada y que la propuesta tiene margen de mejora. En un mensaje dirigido a los autores participantes, ha explicado que su intención principal era “recuperar la feria del libro” y ofrecer una ventana de visibilidad a escritores locales, en un formato “condicionado por limitaciones presupuestarias y logísticas”.
Jiménez asegura que se ha implicado personalmente en la puesta en marcha de la feria y que tomará nota de las críticas recibidas para “crecer y aprender de los errores”. También ha señalado que la coincidencia con la Recreación Histórica del Siglo de Oro en la Plaza Mayor en este primer fin de semana complicó la disponibilidad y atención por parte de la organización en los primeros días.
Un arranque que no convence
El regreso de la Feria del Libro a Yecla era una oportunidad esperada por muchos vecinos y profesionales del libro. Sin embargo, la falta de coordinación con el comercio local, la escasa infraestructura y la ausencia de elementos básicos de promoción han dejado una sensación general de improvisación y cierto desinterés.
Mientras desde la concejalía se insiste en que este año era solo un punto de partida para futuras mejoras, el reto ahora será recuperar la confianza de libreros y escritores para que, en próximas ediciones, la Feria del Libro de Yecla se convierta en ese anhelado punto de encuentro cultural.
No pasa nada, los Yeclanos tienen piel de toro
Si esta feria del libro es un punto de partida, la verdad que el listón se ha quedado bastante bajo.
Los próximos años será fácil mejorarla.
No sé cuántos comercios de libros hay en este pueblo, deben quedar pocos, la competencia de la compra por internet, es arrolladora.
Una feria del libro local tampoco es la solución a la colosal competencia, pero si puede ser un respiro para las tiendas que queden.
Se dan a conocer, algo pueden vender, captar alguna clientela…
Encima en malas condiciones. Dos parasoles y unas mesas con libros. Mejor unas casetas.
Esta mañana el hombre, con un espíritu encomiable, estaba organizando el tenderete porque le había entrado agua de la lluvia de ayer tarde.
Si ya el índice de lectura será bajo entre la población, estas ferias son una oportunidad para captar lectores y afición por leer, pero viendo lo que hay, consigue el efecto contrario.
Me voy a quedar con que esta feria del libro es un punto de partida»
La verdad es que fui el fin de semana con gran ilusión y me dieron ganas de llorar, pra montar una «feria» así, mejor no hacer nada.
Es decir, a ver si lo he entendido bien. La feria del libro de Yecla, «organizada» por el Ayuntamiento (con el correspondiente gasto en cartelería, concesiones, etc.), consiste en que un señor de Villena, tras impedir la participación de otros interesados, monte una carpa con unos cuantos libros y se rodee de mucha gente, sentada por turnos en un par de sillas, con mérito literario irregular (por decirlo de manera amable)…
¿Y de verdad a nadie le da vergüenza todo esto?