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🍁 viernes 22 noviembre 2024
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Justo, «el de la Tienda», Elías Polo y la Asociación de Comerciantes e Industriales de Yecla

Escribe José Luis Castillo-Puche en su cuento “El pequeño mundo de Pascualico” el entorno entrañable donde trascurrió su infancia y adolescencia, la amistad y los inventivos quehaceres en que se ocupaba con uno de sus dos queridos amigos de la infancia, Alfredo, el hijo menor de “Justo el de la Tienda”. De éste, Castillo- Puche hacía un esbozo en el artículo “San Cayetano: La plaza de artesanos que fue” (Programa Fiestas de la Virgen, 1985) diciendo que era “un hombre lento y dulce como un profeta bíblico”.

Por aquellos años en los que sitúa el escritor los relatos, principios de la década de los treinta del siglo pasado, “Justo el de la Tienda” había dejado su inicial trabajo de aperador muchos años antes, estableciéndose como titular de un comercio situado en una de las esquinas de San Cayetano en el año 1905. En su matrimonio, la esposa, Concepción López-Atalaya Bañón dio a luz nueve descendientes, aunque solo tres mujeres y dos hombres llegaron a la edad adulta.

Ella había abierto, al rayar el siglo XX, una pequeña tienda de comestibles en su casa de la calle de San Antonio. Más tarde cambió tienda y domicilio al lado de donde estuvo el Bar Brandy (hoy sede de “Aqualia”). Por la amplia clientela conseguida, entonces se le llamaba “parroquia”, hizo cambiar de oficio al marido y se trasladaron a la esquina de la Placeta San Cayetano. Mientras que Concepción dirigía y atendía al público ayudada de sus tres hijas, Justo desarrollaba labores de abastecimiento acarreando géneros con una carretilla que él mismo fabricó, aplicando sus conocimientos de carpintería a la mejora de las instalaciones del comercio, modificando y construyendo estanterías y tarimas. Ésta se fue ampliando y ocupando cada vez más extensión de la vivienda.

Justo y Concepción
Justo y Concepción

De mayor, Concepción contaba algunas costumbres sociales del marido, consistentes en tomar el fresco en verano a la puerta de la casa-tienda, acompañado con la música de su gramófono y del vecindario; en invierno, recoger dinero por el barrio para los “Castillicos” del Día de la Virgen; y durante todo el año tomar café y hacer tertulia con sus amigos, de los que sólo nombraba a Elías Polo, también comerciante. Durante muchos años tuve la creencia de que a esas dos personas únicamente les unía amistad, un aprecio mutuo. He podido conocer recientemente, otros lazos de unión que antes de ahora ignoraba.

tienda de Justo Soriano
La tienda de Justo Soriano en 1954

Fundan la Asociación del Comercio e Industria de Yecla

En la actualidad puedo añadir que en los años primeros de la década de los treinta del siglo pasado se formó la Asociación del Comercio e Industria de Yecla, constituida legalmente en nuestra ciudad probablemente a finales de 1931 o principios de 1932. Por lo que he podido conocer, Justo era socio de número; Elías Polo, en los comienzos de la Sociedad estaba también como socio y miembro de la Junta Directiva. Luego fue elegido presidente de la Asociación el primer día del año 1933 en Junta General Ordinaria.

Los quehaceres de la asociación

La Asociación dispuso de local propio, en arriendo, durante el tiempo que existió hasta 1939; aunque trasladó varias veces su sede. Agrupó a comerciantes e industriales de la localidad en torno al cumplimiento de la legalidad vigente y su aplicación correcta, sobre todo entre sus asociados y por extensión al resto del comercio local. Colaboró con el Ayuntamiento en la realización precisa del Censo de Población y consiguió, con su aplicación exacta, bajar la carga impositiva a particulares, comercios e industrias. O sea, se trataba de tributar en la Base 5ª (menor población de 25.000 habitantes) cuando antes Yecla tributaba en la Base 4ª (mayor cantidad de habitantes).

Pidió también la derogación de Arbitrios Municipales como el de Reconocimiento Sanitario alegando que “deben haber otros procedimientos (tributarios) que no lesionen los escasos medios de que disponen nuestros trabajadores ni originen perjuicios a la clase Mercantil e Industrial”, aunque después de las abundantes gestiones realizadas, no consiguió parar su aplicación. Se opuso también a la disposición municipal de prohibir la venta de verduras en el comercio si no se efectuaba en local separado.

Aportó fondos para las suscripciones encaminadas a socorrer el paro obrero. La Asociación mantuvo distancias con el poder eclesiástico y político, reconociendo y respetando creencias y pluralidad de opciones políticas y religiosas entre sus asociados. Cuando solicitaba del Ayuntamiento la no supresión de las Fiestas de Semana Santa y de la Virgen, lo razonaba “por convenir así a los intereses del Comercio e Industrias locales”. Negó la solicitud del Sr. Párroco de la Basílica de que la Asociación acompañara presidiendo procesiones, entendiendo que cada socio que quisiera podía asistir a título personal.

asociación comercio yecla

Elías Polo, que antes había formado parte de la Corporación Municipal como concejal, desarrolló una importante labor por el engrandecimiento de la Asociación durante los años 1932 a 1939, aportando nuevas ideas en beneficio de los asociados y de la Asociación. Contó en todo momento con la Junta Directiva y la Junta General, obteniendo siempre el respaldo y aprecio de asociados y directivos.

Dedicó tiempo, en sus viajes a Barcelona, a negociar precios ventajosos con empresas alimenticias, en compras de géneros a grandes cantidades, para miembros de la Asociación. Así, una vez realizados los pedidos por cada uno de los comerciantes asociados al viajante de la empresa contactada, se encargaba la totalidad de las compras hechas en firme y Elías particularmente desembolsaba la totalidad del importe de lo comprado, pagando cada comerciante al coste exacto su compra. Y recibiendo Elías, por pronto pago, una bonificación que entregaba puntualmente al Tesorero de la Asociación. Con el tiempo, esta efectiva labor desembocó en el proyecto de crear una Cooperativa de Compras, pero la Guerra Civil impidió el logro del asunto. Desempeñó el cargo de vocal en 1932, fue elegido presidente en 1933 hasta finales de 1934 y vicepresidente desde el año 1937 hasta la disolución de la Asociación en 1939.

Como consecuencia del horario tardío en que se celebraban muchas de las reuniones, “Justo el de la Tienda” de avanzada edad, rondaba los sesenta años, y unido a la obligación de madrugar que le imponía su trabajo para abastecer de frutas y verduras su comercio, a veces abandonaba la reunión, aunque expresando que constara su adhesión a la decisión mayoritaria de los asociados. Después de no alcanzar el número de votos suficientes para desempeñar el cargo de contador en la Junta Directiva, fue miembro de la comisión formada para obsequiar las compras en los establecimientos asociados al “Cupón Yecla”, fórmula adoptada por la Asociación al no poder conseguir que desistieran de regalar otros tipos de cupones varios comercios asociados.

Miembros más destacados de la Asociación

En cuanto a miembros industriales de la Asociación, destaca por su participación activa Ramiro Chinchilla Marco, elegido en votación vocal de la Junta Directiva en 1934 y posteriormente de la misma forma secretario en 1935. Tuvo una destacada labor de apoyo en pro de la Asociación, realizando intervenciones brillantes en asambleas a favor de la labor que desarrollaba la propia entidad. Formó parte de comisiones para hacer gestiones ante el Ayuntamiento; realizó viajes a otras poblaciones en compañía de miembros de la Junta Directiva para recabar información de asociaciones con intereses comunes a la de Yecla. Y puso el mayor empeño en la formación de los jurados mixtos del ramo de la madera, de los que formó parte al ser elegido en la Asociación por la parte patronal. La Asociación se integró en la “Confederación de Entidades Libres y Círculos Mercantiles de España”.

Foto de la Plaza de San Cayetano desde la Tienda de Justo.Aproximadamente a comienzos de los años cincuenta.
La Plaza de San Cayetano desde la tienda de Justo. Aproximadamente a comienzos de los años cincuenta.

Algunos otros destacados protagonistas en la vida de la Asociación fueron José María Alonso Cremades, “José María el de los hierros”. Era conocido así por haber tenido un almacén de hierros anteriormente. En 1932 ocupó el cargo de secretario y fue presidente desde 1935 a 1939. Otros conocidos fueron Antonio Molina Alonso de Calzados Molina, vocal 1º desde 1933 a 1939 y Antonio Díaz Candela, “Antoñico Díaz”, vocal 2º desde 1933 a 1935.

El periodo de mayor actividad en la Asociación fue el año 1933 celebrándose dieciséis reuniones de Junta Directiva, dos Juntas Generales Extraordinarias y dos Juntas Generales Ordinarias; además se produjo la refundación de la Asociación en el mismo año, por lo que se celebró también Asamblea Constitutiva y otras cuatro Juntas Directivas y dos Juntas Generales Extraordinarias más. Estuvo muy activa la Asociación en 1935, con dieciséis Juntas Directivas celebradas, seis Juntas Generales Extraordinarias y una Junta General Ordinaria; mientras 1932 y 1934 también mantuvieron un buen ritmo de actividad con un total cada año de veinte sesiones.

La disolución de la Asociación

En 1936 decayó la vida asociativa y solo se celebraron ocho Juntas Directivas y una Asamblea de socios; en 1937 solo tuvo lugar una Junta General a principios de año y una reunión de Directiva que preparó los temas a tratar en una Junta General Ordinaria que ya no se realizó. Al año siguiente no hubo ninguna reunión y el 1 de mayo de 1939, el presidente propuso la disolución de la Asociación, puesto que la dictadura prohibió todas las asociaciones no incluidas en el Sindicato Vertical.

Los fondos económicos se repartieron, según el Reglamento de la Sociedad, entre entidades benéficas de Yecla. Firmaron, conformes un documento con el reparto, catorce asociados. Entre los firmantes se encontraban Elías Polo Azorín y Justo Soriano Alonso, mi abuelo paterno.

Pasados desde entonces más de sesenta años, José Miguel Palao (La Giralda), Antonio Martínez (Modas Nazario) y los nietos de aquellos dos integrantes de la antigua Asociación, Eusebio Polo y quien esto escribe Justo Soriano, fundamos en Yecla ASOCOMY (Asociación del Comercio de Yecla).

Justo Soriano
Justo Soriano
Colaborador de elperiodicodeyecla.com con artículos de opinión sobre temas locales.

Escribe José Luis Castillo-Puche en su cuento “El pequeño mundo de Pascualico” el entorno entrañable donde trascurrió su infancia y adolescencia, la amistad y los inventivos quehaceres en que se ocupaba con uno de sus dos queridos amigos de la infancia, Alfredo, el hijo menor de “Justo el de la Tienda”. De éste, Castillo- Puche hacía un esbozo en el artículo “San Cayetano: La plaza de artesanos que fue” (Programa Fiestas de la Virgen, 1985) diciendo que era “un hombre lento y dulce como un profeta bíblico”.

Por aquellos años en los que sitúa el escritor los relatos, principios de la década de los treinta del siglo pasado, “Justo el de la Tienda” había dejado su inicial trabajo de aperador muchos años antes, estableciéndose como titular de un comercio situado en una de las esquinas de San Cayetano en el año 1905. En su matrimonio, la esposa, Concepción López-Atalaya Bañón dio a luz nueve descendientes, aunque solo tres mujeres y dos hombres llegaron a la edad adulta.

Ella había abierto, al rayar el siglo XX, una pequeña tienda de comestibles en su casa de la calle de San Antonio. Más tarde cambió tienda y domicilio al lado de donde estuvo el Bar Brandy (hoy sede de “Aqualia”). Por la amplia clientela conseguida, entonces se le llamaba “parroquia”, hizo cambiar de oficio al marido y se trasladaron a la esquina de la Placeta San Cayetano. Mientras que Concepción dirigía y atendía al público ayudada de sus tres hijas, Justo desarrollaba labores de abastecimiento acarreando géneros con una carretilla que él mismo fabricó, aplicando sus conocimientos de carpintería a la mejora de las instalaciones del comercio, modificando y construyendo estanterías y tarimas. Ésta se fue ampliando y ocupando cada vez más extensión de la vivienda.

Justo y Concepción
Justo y Concepción

De mayor, Concepción contaba algunas costumbres sociales del marido, consistentes en tomar el fresco en verano a la puerta de la casa-tienda, acompañado con la música de su gramófono y del vecindario; en invierno, recoger dinero por el barrio para los “Castillicos” del Día de la Virgen; y durante todo el año tomar café y hacer tertulia con sus amigos, de los que sólo nombraba a Elías Polo, también comerciante. Durante muchos años tuve la creencia de que a esas dos personas únicamente les unía amistad, un aprecio mutuo. He podido conocer recientemente, otros lazos de unión que antes de ahora ignoraba.

tienda de Justo Soriano
La tienda de Justo Soriano en 1954

Fundan la Asociación del Comercio e Industria de Yecla

En la actualidad puedo añadir que en los años primeros de la década de los treinta del siglo pasado se formó la Asociación del Comercio e Industria de Yecla, constituida legalmente en nuestra ciudad probablemente a finales de 1931 o principios de 1932. Por lo que he podido conocer, Justo era socio de número; Elías Polo, en los comienzos de la Sociedad estaba también como socio y miembro de la Junta Directiva. Luego fue elegido presidente de la Asociación el primer día del año 1933 en Junta General Ordinaria.

Los quehaceres de la asociación

La Asociación dispuso de local propio, en arriendo, durante el tiempo que existió hasta 1939; aunque trasladó varias veces su sede. Agrupó a comerciantes e industriales de la localidad en torno al cumplimiento de la legalidad vigente y su aplicación correcta, sobre todo entre sus asociados y por extensión al resto del comercio local. Colaboró con el Ayuntamiento en la realización precisa del Censo de Población y consiguió, con su aplicación exacta, bajar la carga impositiva a particulares, comercios e industrias. O sea, se trataba de tributar en la Base 5ª (menor población de 25.000 habitantes) cuando antes Yecla tributaba en la Base 4ª (mayor cantidad de habitantes).

Pidió también la derogación de Arbitrios Municipales como el de Reconocimiento Sanitario alegando que “deben haber otros procedimientos (tributarios) que no lesionen los escasos medios de que disponen nuestros trabajadores ni originen perjuicios a la clase Mercantil e Industrial”, aunque después de las abundantes gestiones realizadas, no consiguió parar su aplicación. Se opuso también a la disposición municipal de prohibir la venta de verduras en el comercio si no se efectuaba en local separado.

Aportó fondos para las suscripciones encaminadas a socorrer el paro obrero. La Asociación mantuvo distancias con el poder eclesiástico y político, reconociendo y respetando creencias y pluralidad de opciones políticas y religiosas entre sus asociados. Cuando solicitaba del Ayuntamiento la no supresión de las Fiestas de Semana Santa y de la Virgen, lo razonaba “por convenir así a los intereses del Comercio e Industrias locales”. Negó la solicitud del Sr. Párroco de la Basílica de que la Asociación acompañara presidiendo procesiones, entendiendo que cada socio que quisiera podía asistir a título personal.

asociación comercio yecla

Elías Polo, que antes había formado parte de la Corporación Municipal como concejal, desarrolló una importante labor por el engrandecimiento de la Asociación durante los años 1932 a 1939, aportando nuevas ideas en beneficio de los asociados y de la Asociación. Contó en todo momento con la Junta Directiva y la Junta General, obteniendo siempre el respaldo y aprecio de asociados y directivos.

Dedicó tiempo, en sus viajes a Barcelona, a negociar precios ventajosos con empresas alimenticias, en compras de géneros a grandes cantidades, para miembros de la Asociación. Así, una vez realizados los pedidos por cada uno de los comerciantes asociados al viajante de la empresa contactada, se encargaba la totalidad de las compras hechas en firme y Elías particularmente desembolsaba la totalidad del importe de lo comprado, pagando cada comerciante al coste exacto su compra. Y recibiendo Elías, por pronto pago, una bonificación que entregaba puntualmente al Tesorero de la Asociación. Con el tiempo, esta efectiva labor desembocó en el proyecto de crear una Cooperativa de Compras, pero la Guerra Civil impidió el logro del asunto. Desempeñó el cargo de vocal en 1932, fue elegido presidente en 1933 hasta finales de 1934 y vicepresidente desde el año 1937 hasta la disolución de la Asociación en 1939.

Como consecuencia del horario tardío en que se celebraban muchas de las reuniones, “Justo el de la Tienda” de avanzada edad, rondaba los sesenta años, y unido a la obligación de madrugar que le imponía su trabajo para abastecer de frutas y verduras su comercio, a veces abandonaba la reunión, aunque expresando que constara su adhesión a la decisión mayoritaria de los asociados. Después de no alcanzar el número de votos suficientes para desempeñar el cargo de contador en la Junta Directiva, fue miembro de la comisión formada para obsequiar las compras en los establecimientos asociados al “Cupón Yecla”, fórmula adoptada por la Asociación al no poder conseguir que desistieran de regalar otros tipos de cupones varios comercios asociados.

Miembros más destacados de la Asociación

En cuanto a miembros industriales de la Asociación, destaca por su participación activa Ramiro Chinchilla Marco, elegido en votación vocal de la Junta Directiva en 1934 y posteriormente de la misma forma secretario en 1935. Tuvo una destacada labor de apoyo en pro de la Asociación, realizando intervenciones brillantes en asambleas a favor de la labor que desarrollaba la propia entidad. Formó parte de comisiones para hacer gestiones ante el Ayuntamiento; realizó viajes a otras poblaciones en compañía de miembros de la Junta Directiva para recabar información de asociaciones con intereses comunes a la de Yecla. Y puso el mayor empeño en la formación de los jurados mixtos del ramo de la madera, de los que formó parte al ser elegido en la Asociación por la parte patronal. La Asociación se integró en la “Confederación de Entidades Libres y Círculos Mercantiles de España”.

Foto de la Plaza de San Cayetano desde la Tienda de Justo.Aproximadamente a comienzos de los años cincuenta.
La Plaza de San Cayetano desde la tienda de Justo. Aproximadamente a comienzos de los años cincuenta.

Algunos otros destacados protagonistas en la vida de la Asociación fueron José María Alonso Cremades, “José María el de los hierros”. Era conocido así por haber tenido un almacén de hierros anteriormente. En 1932 ocupó el cargo de secretario y fue presidente desde 1935 a 1939. Otros conocidos fueron Antonio Molina Alonso de Calzados Molina, vocal 1º desde 1933 a 1939 y Antonio Díaz Candela, “Antoñico Díaz”, vocal 2º desde 1933 a 1935.

El periodo de mayor actividad en la Asociación fue el año 1933 celebrándose dieciséis reuniones de Junta Directiva, dos Juntas Generales Extraordinarias y dos Juntas Generales Ordinarias; además se produjo la refundación de la Asociación en el mismo año, por lo que se celebró también Asamblea Constitutiva y otras cuatro Juntas Directivas y dos Juntas Generales Extraordinarias más. Estuvo muy activa la Asociación en 1935, con dieciséis Juntas Directivas celebradas, seis Juntas Generales Extraordinarias y una Junta General Ordinaria; mientras 1932 y 1934 también mantuvieron un buen ritmo de actividad con un total cada año de veinte sesiones.

La disolución de la Asociación

En 1936 decayó la vida asociativa y solo se celebraron ocho Juntas Directivas y una Asamblea de socios; en 1937 solo tuvo lugar una Junta General a principios de año y una reunión de Directiva que preparó los temas a tratar en una Junta General Ordinaria que ya no se realizó. Al año siguiente no hubo ninguna reunión y el 1 de mayo de 1939, el presidente propuso la disolución de la Asociación, puesto que la dictadura prohibió todas las asociaciones no incluidas en el Sindicato Vertical.

Los fondos económicos se repartieron, según el Reglamento de la Sociedad, entre entidades benéficas de Yecla. Firmaron, conformes un documento con el reparto, catorce asociados. Entre los firmantes se encontraban Elías Polo Azorín y Justo Soriano Alonso, mi abuelo paterno.

Pasados desde entonces más de sesenta años, José Miguel Palao (La Giralda), Antonio Martínez (Modas Nazario) y los nietos de aquellos dos integrantes de la antigua Asociación, Eusebio Polo y quien esto escribe Justo Soriano, fundamos en Yecla ASOCOMY (Asociación del Comercio de Yecla).

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