En España hay todavía mucho que hacer por los derechos de los niños que viven en zonas marginales y donde sus oportunidades para tener un futuro mejor son muy escasas.Un ejemplo de marginalidad es lo que ocurre con los menores que viven en ínfimas condiciones en la Cañada Real de Madrid. Allí, los cerca de 4.000 vecinos han estado más de un año sin suministro eléctrico con el que iluminar las casas y calentarse en los duros inviernos de la capital de España.Entre esas familias hay 1.813 de ellos que son los niños que se están enfrentando a los problemas de la falta de de electricidad, y al segundo año de la pandemia generada por la Covid-19.Son generalmente familias de inmigrantes y de colectivos étnicos los que habitan en esta zona que está siendo olvidada por las administraciones, locales, regionales y estatales ante la mirada pasiva del resto de ciudadanos.Estas personas han salido a la calle junto con sus hijos para pedir, por ejemplo, unas luces de Navidad. Se han visto pancartas con mensajes como ‘Seguimos a oscuras’, ‘Seguimos luchando’.El Alto Comisionado contra la Pobreza Infantil es conocedor de lo que pasa en esta zona de Madrid sin que por el momento se haya planteado una solución definitiva para garantizar los derechos del niño y los derechos de las niñas que en estas situaciones son los más vulnerables, sin lugar a dudas. Uno de los movimientos surgidos en el seno de los vecinos de la Cañada Real es la creación de una Plataforma Cívica de Apoyo a la Luz en Cañada Real. Se trata de un primer paso hacia la toma de conciencia del colectivo vecinal y la defensa de sus legítimos intereses. Esta plataforma está integrada por algo más de 50 organizaciones de la sociedad civil junto con las asociaciones vecinales de Cañada Real. El trabajo que puede hacer un colectivo bien organizado es muy superior a lo que puede conseguir individualmente cada una de las personas por su cuenta por lo que su puesta en marcha es una esperanza para adultos y niños en situación de marginalidad.Por su parte, el que fuera defensor del Pueblo redactó un informe de unas 10 páginas en el que manifestó su «grave preocupación» por la situación de esta zona marginal de Madrid y reclamando a las administraciones involucradas una solución de emergencia ante la inminencia del invierno. Un informe que realizó en fechas próximas al 20 de noviembre, día de los derechos del niñoEn este sentido, el recientemente elegido defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, se ha reunido ya con el Comisionado del Gobierno de la Comunidad de Madrid para la Cañada Real Galiana, Markel Gorbea, para instar a que se concreten las medidas para mejorar las condiciones de vida de estos vecinos, principalmente cumplir los derechos del niño.Con mucho trabajo y bastante voluntad, a lo mejor en la celebración del día derechos del niño de 2022 la Cañada Real es un lugar más habitable para los niños, el colectivo más vulnerable.
Los derechos de los niños en zonas marginales como la Cañada Real
En España hay todavía mucho que hacer por los derechos de los niños que viven en zonas marginales y donde sus oportunidades para tener un futuro mejor son muy escasas.Un ejemplo de marginalidad es lo que ocurre con los menores que viven en ínfimas condiciones en la Cañada Real de Madrid. Allí, los cerca de 4.000 vecinos han estado más de un año sin suministro eléctrico con el que iluminar las casas y calentarse en los duros inviernos de la capital de España.Entre esas familias hay 1.813 de ellos que son los niños que se están enfrentando a los problemas de la falta de de electricidad, y al segundo año de la pandemia generada por la Covid-19.Son generalmente familias de inmigrantes y de colectivos étnicos los que habitan en esta zona que está siendo olvidada por las administraciones, locales, regionales y estatales ante la mirada pasiva del resto de ciudadanos.Estas personas han salido a la calle junto con sus hijos para pedir, por ejemplo, unas luces de Navidad. Se han visto pancartas con mensajes como ‘Seguimos a oscuras’, ‘Seguimos luchando’.El Alto Comisionado contra la Pobreza Infantil es conocedor de lo que pasa en esta zona de Madrid sin que por el momento se haya planteado una solución definitiva para garantizar los derechos del niño y los derechos de las niñas que en estas situaciones son los más vulnerables, sin lugar a dudas. Uno de los movimientos surgidos en el seno de los vecinos de la Cañada Real es la creación de una Plataforma Cívica de Apoyo a la Luz en Cañada Real. Se trata de un primer paso hacia la toma de conciencia del colectivo vecinal y la defensa de sus legítimos intereses. Esta plataforma está integrada por algo más de 50 organizaciones de la sociedad civil junto con las asociaciones vecinales de Cañada Real. El trabajo que puede hacer un colectivo bien organizado es muy superior a lo que puede conseguir individualmente cada una de las personas por su cuenta por lo que su puesta en marcha es una esperanza para adultos y niños en situación de marginalidad.Por su parte, el que fuera defensor del Pueblo redactó un informe de unas 10 páginas en el que manifestó su «grave preocupación» por la situación de esta zona marginal de Madrid y reclamando a las administraciones involucradas una solución de emergencia ante la inminencia del invierno. Un informe que realizó en fechas próximas al 20 de noviembre, día de los derechos del niñoEn este sentido, el recientemente elegido defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, se ha reunido ya con el Comisionado del Gobierno de la Comunidad de Madrid para la Cañada Real Galiana, Markel Gorbea, para instar a que se concreten las medidas para mejorar las condiciones de vida de estos vecinos, principalmente cumplir los derechos del niño.Con mucho trabajo y bastante voluntad, a lo mejor en la celebración del día derechos del niño de 2022 la Cañada Real es un lugar más habitable para los niños, el colectivo más vulnerable.