Musicoterapia y salud mental
¿Por qué habría que tener en cuenta la Musicoterapia en el ámbito de la salud mental? La música propiamente dicha,conecta directamente con nuestras emociones. La utilizamos para celebrar, para conducir,para estudiar,para acompañar una cena,sin ella no se entiende una fiesta. Es decir, forma parte de nuestra vida en la salud, capaz de elevarnos, de mejorar nuestro día o de ayudarnos a enfrentarlo. Así que quizá la pregunta correcta sería: ¿por qué no utilizar la música en la enfermedad,cuando todos sin ser expertos, hemos sentido su efecto inductor en el plano emocional y conforma profundas resonancias afectivas?.La musicoterapia en salud mental, estaría estrechamente ligada a la rama de la psicología humanista. Es decir, no se centraría unicamente en el dolor emocional concreto que hizo llegar al usuario a sesión, sino que realizaría un abordaje desde una visión integral del ser humano, sabiendo que hay múltiples factores que intervienen en su salud mental, en su crecimiento personal y en su autorealización. Estaríamos hablando de una visión del cliente como un todo. Nos centranríamos tanto en el modo de evitar y superar el dolor, como en esas cualidades positivas y en cómo desarrollarlas para vivir una vida más satisfactoria, siendo el musicoterapeuta un miembro más del equipo terapéutico.
Características del desarrollo en la adolescencia
Y un día cualquiera nada volverá a ser como antes y toca afrontar el cambio, ese arte de desaprenderte, de perderte para buscarte, de abandonar la costumbre para medirte, para saberte, para considerarte, para admitirte. CAMBIO, qué gran regalo.
Si hay una etapa sensible en el desarrollo del ser humano, esa es sin duda la adolescencia. En ella se cruzan líneas divisorias entre la infancia y la adultez a nivel psicobiológico, cognitivo, sociocultural y afectivo moral. Durante este tiempo, se van a producir cambios profundos que se manifiestan en todo lo que hacen. Se toman decisiones que afectarán a su futuro. Van a buscar su propia identidad. Van a separarse de la influencia de los padres. Construirán sus propios ideales, aparece el amor vinculado al desarrollo del instinto sexual.Es la etapa a flor de piel, la de la hiperemotividad. En ella, la afectividad, la timidez o el sentimentalismo toman un nuevo rumbo, como el valor de la amistad; más selectiva, recelosa, exclusiva y a veces, celosa. Esta etapa no tiene por qué ser traumática. Esa búsqueda del yo puede ser la fuerza que está detrás de los nuevos compromisos con uno mismo y con una nueva visión del mundo y del papel que el adolescente quiere jugar en él, pero hay casos donde se percibe una identidad inmadura, aceptando los valores de sus padres sin explorar roles alternativos,una identidad negativa, reaccionando en contra de lo que se le exige para sentir que tiene el control de su vida, o la moratoria, donde se posponen los compromisos y un deseo de independencia reflejado en el rechazo de la autoridad a todo tipo de obligación. Las reacciones de oposición aumentan, y frecuentemente degeneran en espíritu de contradicción. “¡¡El espíritu de la contradicción,ay mamá, cuántas veces me habrás llamado así como si de mi nombre de pila se tratase!!” No podemos enumerar todas las patologías, aunque cabría hacer una mención muy especial a la la dismorfofobia, que puede derivar en serios trastornos de la conducta alimentaria ante la inseguridad del aspecto físico y la necesidad de aceptación, en esta cultura de la imagen y las redes sociales donde los ideales de belleza inalcanzables tienen en nuestros jóvenes, un impacto directo de frustración constante. Si en esta etapa de cambio o por motivos clínicamente diagnosticados los padres deciden buscar la ayuda de un psicólogo especializado para reconducir este momento de vulnerabilidad y transición, las sesiones de músicoterapia para la adolescencia pueden convertirse en el mejor aliado.
Si necesitamos valor para crecer, hay que volver allí donde lo extraviamos
(M. José Soler)
Beneficios de Musicoterapia y salud mental en la adolescencia
Son muchos los padres que han observado cómo su hijo adolescente deja de contarles, de hablarles y si se decide llevarlo a terapia para resolver y encauzar sus heridas, tal vez tampoco se abra al psicólogo con facilidad o desconfíe de todo lo que no tenga que ver con su nuevo entorno: sus amistades, sus jeans y sus auriculares. Touché. Si la música tiene un papel fundamental en la vida del ser humano, es sin duda en esta época de cambio, donde con ella olvida la timidez, gana seguridald, sueña despierto ser la persona que quiere ser, empodera, ayuda a identificarse con una generación, encuentra respuestas vitales en las letras y nunca falla porque siempre está ahí, acompañándo como el más nuevo mejor amigo.Si utilizamos la musicoterapia en el ámbito de la salud mental en la adolescencia,las respuestas que obtenemos sin necesidad de la palabra son verdaderamente aclaratorias y llegan a agilizar el camino por el que llevar la psicoterapia. A menudo se abren verdaderos frentes que el individuo nunca hubiera sido capaz de verbalizar a un adulto en una sala de manera espontánea, consciente de la autoridad que este tiene sobre él. En palabras de Paul Valéry en (Pensés sur Lárt) ”la música juega con nosotros poniéndonos tristes,alegres, locos, pensativos, profundos, ardientes, tiernos o fuertes”. La música iguala, comparte, destensa, alivia y socializa,pudiendo el adolescente llegar más rápidamente a entender al musicoterapeuta como parte de la solución,desde un plano de aparente igualdad donde no se cuestiona ni se juzga,donde se sostiene y acompaña , enriqueciendo así el trabajo psicoterapéutico, complementándolo con dinámicas organizadas, activas y receptivas a través de la música con las que trabajar el estrés,el crecimiento personal, el amor propio, la relajación o el autoconcepto, desde la empatía, la intimidad y la comunicación. El abordaje será consensuado con el psicólogo. Se debe valorar si reforzar con musicoterapia el trabajo centrado en la patología que llevó allí al usuario, o rehabilitando mejorando otros aspectos de la persona desde donde esta poder recuperar el valor para enfrentarse a sus nubes negras. Alternar ambas opciones es desde mi práctica, la opción más completa.
Otros beneficios de la musicoterapia en la adolescencia
Sin duda hemos hablado de las capacidades de la música para transformar la emoción. Pero también, cognitivamente las sesiones de musicoterapia en la adolescencia gozan de beneficios para este área. Cabría destacar el desarrollo de la memoria, la mejora del aprendizaje, la atención y la concentración o la mejora de la expresión oral entrenando la articulación a través de la creación de canciones propias. No olvidemos tampoco, que el sistema musical propone un sentido del orden y análisis significativo.
“Como no estás experimentado en las cosas del mundo,todas las cosas que tienen algo de dificultad te parecen imposibles.Confía en el tiempo, que suele dar dulces salidas,a muchas amargas dificultades”
(Don Quijote de la Mancha)
Reflexiones de una madre
Hace unos días, un papá me dijo que tenía prohibido a su hija poner Reguetón en el coche. Recuerdo de niña rezar a diario antes de empezar las clases sin pararme a pensar qué estaba diciendo. Era algo así como “elseñorescontigo” una palabra carente de sentido detrás de otra, como “ahorayenlahora” o “danosdehoy”. Esta tenía gracia, me venía a la cabeza un danone del día, ridículo ahora, que sabemos que los yogures no caducan. ¿Y frutoenelvientrejesús? como si por tragarte un hueso de melocotón te creciese un melocotonero en la barriga y ya viniese con el nombre puesto. Creo que escuchar música con tu hijo en un espacio tan reducido como el auto es uno de los momentos más íntimos que vamos a tener con nuestro adolescente que en nada podrá llevarse solito a todas partes ¿vamos a desaprovecharlo prohibiendo? ¿Y si elige su canción y luego hablamos de ella? ¿Hasta qué punto es consciente de la letra, se ha parado realmente a pensarla, ha calado en su forma de entender las relaciones humanas? no podemos evitar arrancarlos de algo que forma parte de su tiempo pero sí invitarles a la reflexión para que cuando estén preparados, abandonen aquello que no forme parte de sus principios morales una vez adultos. A cambio, podemos mostrarles nuestros mejores temas. No creo que sus caras sean tan distintas a las que ponemos nosotros con el Regueton. Pero ahí seguiríamos, enseñándoles a respetar con el propio ejemplo, a saber esperar el turno en la era de la inmediatez y a seguir amando incondicionalmente. Para qué precipitar lo inevitable.
(Todas las imágenes han sido realizadas con el consentimiento de los usuarios. Han sido realizadas durante sesión de Musicoterapia y Salud Mental en el Gabinete de psicología “Isabel Moya Psicólogos” )
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