Seguramente está viviendo una segunda juventud con su arte. Emilio Pascual expone cerca de un centenar de obras en un lugar privilegiado, el Palacio Almudí de Murcia , con el título “De viajes y regreso”, hasta el 8 de mayo.
En ese título se encierra una nueva creación de un artista que reconoce su dependencia, limitando con la adicción, del arte hasta el punto de asegurar que “lo necesito para vivir y estoy feliz”.
A Emilio Pascual la obra le ha salido después de “no perdonar un día de trabajo” y de dar rienda suelta a su mente. “He Intentado pintar como un niño, por lo menos con la libertad el niño”.
Se trata de un libertad en la que la emoción se dispara porque “con la emoción solo sí que se ha hecho arte, en cambio con la razón solo nunca se ha hecho arte”, asegura al recordar el año de trabajo que ha tenido por delante para conseguir esta colección de obras que ha sorprendido a los expertos y está superando las expectativas de la organización.
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“Estoy muy contento por el resultado de la exposición. La buena iluminación, el montaje y una sala tan bonita como es el Almudí, la sala más prestigiosa que hay en la Región de Murcia, lógicamente es un orgullo exponer allí y además que me haya permitido montar en estas fechas en Murcia… invito a todos a que pasen por allí porque a veces se habla de Emilio Pascual, me conoce mucha gente por ser profesor instituto, pero no saben lo que pinto porque llevo tiempo sin exponer en Yecla».
El origen de esta muestra en Murcia surge hace un año en la localidad de Blanca donde Emilio Pascual expuso en la sala de Pedro Cano. Allí, el director del Almudí encargó al artista yeclano una exposición para la sala de Murcia. “Para mí supuso un reto, primero económico porque había que volver a pintar y preparar lienzos, y luego también porque la sala tiene sus distancias, su espacio, sus dimensiones”, comenta el artista.
Pero el reto también era personal. “Pintar es un reto en el que no tengo interés por agradar a nadie, sino el reto es que te quieres convencer y sorprendente a ti mismo”, explica Emilio que lleva unas 40 exposiciones individuales de las que «no sé si mantengo cosas de cuando empecé o si hay elementos que se repiten. Es un ir y venir, por eso he utilizado ese título “De viajes y regreso”.