Durante los últimos 25 o 30 años, hemos asistido a una transformación urbana que, lejos de regenerar, ha erosionado de forma progresiva la identidad, funcionalidad y vitalidad del centro de nuestro municipio. A la vez que se acometían obras de embellecimiento, se iban reduciendo drásticamente el número de plazas de aparcamiento, mientras se promovía la idea de que conseguíamos la imagen de ciudad moderna.
Pero el resultado dista mucho de lo prometido: ni se ha mejorado la movilidad, ni se ha reactivado el comercio, ni se ha devuelto vida al casco urbano. Muy al contrario, lo que antes era un entorno vivo y accesible, hoy se ha convertido en un espacio estético, pero inerte.
La supresión de aparcamientos se ha producido sin ofrecer alternativas reales. No se ha reforzado el transporte público, ni se ha implantado otra forma de movilidad sostenible y eficaz. De hecho, la circulación sigue siendo prácticamente idéntica a la de antes de la reforma, pero ahora con más atascos, más restricciones, más obstáculos y menos capacidad para acoger a quienes necesitan acceder al centro: vecinos, trabajadores, clientes o proveedores. Esta contradicción ha terminado por desconectar el corazón urbano del resto del municipio.
Las consecuencias son visibles y preocupantes. Los comercios cierran. Los locales bajan la persiana y no vuelven a abrir. Los barrios céntricos se vacían. La marginación social comienza a concentrarse donde antes había vida comunitaria. Y el centro se convierte, poco a poco, en un lugar hostil, estéril y difícil de recuperar.
Los campos
La tormenta perfecta ha sido favorecida por el desplazamiento de la población hacia los diseminados rurales, donde todo son facilidades: precios de suelo más bajos, apenas hay restricciones, y la movilidad —paradójicamente— es más sencilla. Allí donde debería preservarse el entorno natural, se urbaniza sin planificación. Y allí donde deberíamos tener un modelo urbano compacto, sostenible y eficiente, se permite que se degrade por abandono.
Este fenómeno no solo se manifiesta en la pérdida de población urbana y actividad comercial. También se observa en el paisaje urbano: casas vacías que se deterioran, solares que permanecen años abandonados, espacios públicos mal aprovechados.
Muchos de estos lugares, como el antiguo cuartel de la Guardia Civil, se han convertido en aparcamientos improvisados, feos y mal integrados, en lugar de destinarse a equipamientos o viviendas que revitalicen la zona. Lo que iba a ser regeneración se ha convertido en una regresión.
Todo esto refleja una falta de visión estratégica. No se puede regenerar una ciudad solo con baldosas nuevas y alcorques modernos. Regenerar es crear condiciones para que la vida urbana vuelva: con accesibilidad, servicios, vivienda asequible, actividad económica, mezcla social. Y, sobre todo, con planificación a largo plazo.
Hoy, el centro urbano agoniza no por falta de inversión, sino por ausencia de criterio. Es urgente repensar la política urbanística de nuestro municipio. Volver a entender la ciudad como un lugar para vivir, trabajar y convivir. Porque cuando el centro se vacía, no solo se pierde comercio: se desmorona la identidad misma de la comunidad.
Entre todos la mataron y ella sola se murió.
En esta ciudad hay una densidad de solares y de casas cerradas que no las hay en otras ciudades similares de nuestro entorno.
El plan de urbanismo está obsoleto, y parece que nuestros representantes no están dispuestos a mirar con luces largas y pactar y/o acordar que propuesta de ciudad queremos tener a medio y largo plazo.
El problema no es peatonalizar o ampliar aceras, que son medidas necesarias en cualquier población actual, al menos en los centros urbanos; el problema es, efectivamente, la sensación de que lo que se hace es ir dando palos de ciego, sin coherencia, sin medidas complementarias, sin un plan razonable de por qué se hace qué. ¿Qué justificación real tiene meter adoquines en las calles San Roque y aledañas? ¿Qué valor aporta a los ciudadanos? ¿Qué actividad comercial o de ocio se pretende favorecer ahí? Es absurdo. O se peatonalizan totalmente y se integran como una extensión del ámbito del parque y el teatro, o se priorizan otras calles. Y sin embargo: ¿por qué no plantear un debate serio sobre la peatonalización total del entorno del mercado de San Cayetano, donde sí hay posibilidades de servicios, ocio y comercio que lo justificarían? ¿Por qué no se peatonaliza el eje desde la casa de cultura a la Escuela de Música, por donde cada día transitan cientos de niños? Y en paralelo: cuánto tiempo más dejarán pasar antes de convertir en una verdadera ronda urbana la Av. Juan Pablo II (para otro día dejaremos el abuso clamoroso del santoral cristiano en el nomenclátor), sin semáforos innecesarios y suprimiendo cruces? ¿Por qué sigue parada la construcción de un gran aparcamiento en Los Rosales? ¿Por qué no se aprovecha la reforma de las calles para apostar de una vez por una red de carriles bicis en el centro? Lo dicho: palos de ciego. Y vivir de subvenciones.
Las reformas de las calles del centro para facilitar que se camine son buenas. Pero el PP las hace porque las pagan con dinero de Europa, como no comparten el modelo lo hacen a medias porque no solo vale con hacer obras. Hay que explicar a la gente cuál es el plan, hay quie conversar más con los comercios para hacer las obras compatibles, hay que llenar de actividades las calles peatonales parafomentar que la gente vaya a la zona andando y las obras como la del mercado que no tienen sentido, por mucho que las pague europa no hay que hacerlas.
Pero claro, os da por votar siempre a la derecha (Vox es la misma vergüenza) y tenemos lo que votáis.
Cualquier equipo de gobierno municipal como el de Yecla compuesto por PP y su socio VOX, pueden cometer errores que a su vez le sirve a la oposición para llevarlo en su programa electoral en las siguientes elecciones para su solución.
Si una calle en vez de asfalto la enladrillan y a los cuatro días los ladrillos se mueven e incluso se hacen pequeños socavones, relativamente no pasa nada, tiene arreglo.
Pero lo hecho no tiene arreglo. Aceras enormes con un pequeño carril al centro para la circulación, un camión de 3500 kilos con ejes algo más anchos pasa rozando el bordillo, digo: LO HECHO NO TIENE ARREGLO.
¿Cómo recuperamos lo de antes, menor ancho de acera pero con aparcamientos? Imposible.
Consecuencia? Se prima a que el pueblo se «estire» más potenciando la periferia.
Tengo que poner un comercio no me voy al centro, se ha quedado muerto. Esto lo saben hasta los de las hamburguesas que se llevan a la carretera de Villena su negocio. Y mira que por lo que comen tampoco deberían dar mucho de sí, pero lo tienen claro, un comercio tiene que estar provisto de zonas donde dejar el vehículo. Porqué no se abre el Mercado? Todos lo sabemos.
¿Y esto como lo arreglamos? Lo mismo el arreglo es hacer un disuasorio espectacular donde aparcar cientos de coches? ¿Me pueden decir donde? Por la ronda norte? No vale.
Los de VOX que están callados, bueno no pierden ocasión de pedir la dimisión de la alcaldesa, digo los de VOX que propuesta tienen? Tirar a todos los inmigrantes? Esa ya la conocemos, otra. ¿?
Es como que no fuera la cosa con ellos, forman parte del gobierno municipal y se llevan sus correspondientes paguitas.
¿Qué no tienen propuestas? Maldita sea me lo temía.
Y el Mercado Central?
A mí me gustan las aceras como están quedando.
Los negocios se iban a cerrar de todas maneras porque es un modelo ya fracasado de otro tiempo.
Para centro comercial el que va a hacer los chinos al lado del burger King.
ahora es cuando la reme tiene que plantearse hacer un centro comercial en condiciones pero claro ellos solo van a mirar quien le va a dar votos en este caso la gente mayor de toda la vida tiene el voto seguro de ahi tanto banco para sentarse al fresco y tanta acera
Yecla ha quedado como lo que es Ciudad dormitorio no busques mas porque no hay, poco a poco se lo han ido cargando todo
Esto es lo que ocurre cuando se accede al cargo de alcaldesa solo por la relevancia del mismo y por un afán de protagonismo, pero que no se tiene ni idea, ni proyecto, ni noción, ni plan de que hacer y como hacerlo. ¿Que en otros sitios se hacen la acera grande?, pues la hago, que queda bien, sin pensar en las consecuencias, sin estudios, sin contar con el pueblo:»porque yo lo valgo y porque soy la alcaldesa». Desde que Marcos Ortuño se fue a destinos mejores, la mediocridad, la irrelevancia, la ineptitud, la apatía y, permitaseme la expresión, la desvergüenza, se ha instalada al frente del ayuntamiento. Tenemos una alcaldesa incompetente, incapaz y que es una autentica nulidad para el cargo que desempeña, y que además (y por eso la anterior expresión) mientras elimina cientos de aparcamientos a los vecinos del centro, ella goza de aparcamiento reservado y exclusivo en la puerta del ayuntamiento y se niega a cederlo para uso generalizado de los vecinos, empecinada en mantener sus privilegios, este privilegio clasista, para mí , es una autentica desvergüenza.
Es hora de rebelarse contra esta alcaldesa torpe e ineficaz, es hora de que cuando nos la encontremos por la calle le digamos lo que pensamos de lo que ha hecho con el tráfico y con el aparcamiento y a la par le recriminemos sus privilegios.
Y es hora de que la oposición se moje el culo y se eche a la calle, que mueva a la sociedad yeclana, que está autenticamente cabreada con esta incapaz.
REME DIMISIÓN, por inepta, incompetente, incapaz, torpe e ineficaz para ejercer el cargo que desempeña, por perjudicar la vida de los yeclanos en vez de mejorarla, por no tener un proyecto de ciudad, por no contar con la opinión del pueblo y por corta de miras
Yo creo que el verdadero problema yace en la personalidad de los Yeclan@s .Desde antaño la tendencia es salir de la ciudad a centros comerciales,playas ,montañas ,ocios nocturnos distintos y variados etc , con el fin de alejarse d e lo que por ende lleva viendo y viviendo toda la semana ,que es un ambiente laboral,estamos rodeados de polígonos y no te deja desconectar. Y menos mal que ya no es como antaño ,épocas donde eran 11 horas o más trabajando iclusive los Sábados ,salías pitando de aquí .
El problema parte de una visión errónea de la realidad de nuestro pueblo.
La peatonalización y las aceras anchas benefician a los centros históricos de las ciudades con historia y patrimonio, para el disfrute de visitantes. Son acertados en ciudades como Almansa o Villena, con sus castillos y barrios antiguos. Allí el beneficio compensa el perjuicio.
Yecla no tiene interés turístico para visitar, y el poco que hay está fuera de la ciudad, como es el enoturismo de bodegas y nuestro monte Arabí. Es lo que hay.
Por ese error en el enfoque, de creernos más importantes turísticamente de lo que somos, las acciones de nuestra alcaldesa no tienen sentido y crean más perjuicios que beneficios. Dificultan la vida a todos los vecinos que no tienen la suerte de tener parking privado, al comercio, a todos los oficios que necesitan de un vehículo para trabajar en la zona, a todas las personas con movilidad reducida, a los que viven en los campos y necesitan ir al centro…
Esperemos que finalmente escuche al pueblo y deje de seguir perjudicando al pueblo con sus acciones.
Es el olor a disfrute de lo votado. A seguir votando PPSOE y régimen del 78. Cristobicas y remedios.