El viernes, 28 de junio de 1991, a media tarde, tres adolescentes salieron a dar una vuelta en bicicleta. La idea de aquel trio de amigos de pasar un rato dándole a los pedales, tuvo en triste desenlace.
José Antonio Martínez Martínez, más conocido como Pepe Martínez, que entonces tenía 13 años, fue atropellado por un coche. Trasladado de urgencia a Murcia, estuvo ingresado en la UCI, volvió a Yecla, y lo único que recuerda es que se despertó en el campo.
Al cabo de unos días se dio cuenta de que no podía mover las piernas ni los pies, y en ese momento le preguntó a su hermana Lola, y entonces ella le contó todo lo ocurrido.
Hablarles de quién es mi amigo Pepe sería muy largo, por tanto haré un resumen, por si algún día escribo su biografía completa. Es una persona sencilla que sufrió un grave accidente en la infancia, y desde ese día utiliza silla de ruedas.
Fue concejal en el Ayuntamiento de Yecla durante cuatro años en una etapa complicada hace dos legislaturas.
Trabajó de administrativo en una empresa de neumáticos hasta su cierre, y desde entonces ha realizado algunas tareas poco concretas y estables.
La cualidad del esfuerzo del silencio es una de sus grandes virtudes y una seña de identidad. Estar ahí siempre ha estado, y cuando no, probablemente algunas escaras dificultan su presencia.
Recuerdo cuando se sacó el carné y tuvo su primer coche, un Renault Megane de dos puertas adaptado.
Somos amigos desde siempre, y como fieles seguidores de nuestro Yeclano, algún viaje en su coche hemos hecho para ver al equipo; recuerdo uno a Villarrobledo y otro a la Nueva Condomina, donde le ganamos al Real Murcia.
Ambos dos formamos parte de una peña muy peculiar, cuyos fines principales son la elaboración y degustación de la gastronomía yeclana y la buena armonía. A pesar de la disparidad de criterios dentro de nuestro singular grupo, yo no sé cómo no nos detienen, dicho en sentido cariñoso.
Pepe ante todo es una buena persona, le encanta la natación, y las carreras con su nueva silla, así como tantas medias maratones que ha disputado. Es una máquina y tiene un montón de medallas, ya que ha participado a favor de muchas causas.
Conocedor de primera mano de lo que sienten los deportistas, en el ámbito del deporte, se codea con los dirigentes regionales. La sensación emotiva que transmite, es un ejemplo de extraordinario de superación. En este viaje de la vida, atravesamos etapas con diferentes desniveles, y en su lucha para que los bienes y servicios sean accesibles, él, es un referente.
El cerebro piensa aquello que queremos hacer, transmite la orden y por ejemplo caminamos, pero algunas personas unen su mente a la fuerza de sus brazos. Con múltiples operaciones sobre todo para equilibrar y fijar la columna, él es una persona en constante movimiento.
Él, añade toda su voluntad, junto a la fuerza de sus brazos para paliar la de sus piernas.
Tiene previsto competir en la Media Maratón de Valencia el 22 de octubre; la Media Maratón de Benidorm el 25 de noviembre y despediría el año con la Maratón de Valencia el 3 de diciembre, carrera que haría por tercera vez.
No se puede caer en la autocomplacencia, ni tampoco en la comodidad, aunque cada vez menos y en ciertas cosas los problemas amainan, todavía falta mucho. Personas como él llevan toda la vida esquivando obstáculos de todo tipo, lo cual es muy duro, pero debe servir para ser más fuertes. No hay que rendirse, cada día tenemos que seguir aprendiendo a valorar lo que somos, desde el asunto más grande a la cosa más insignificante.
El perfil de personas como Pepe revela el gran ejemplo de superación de las personas con discapacidad, que parece una “recta inacabable”, porque además a este hecho, siendo de la familia de “los Botas”, siempre ha aparecido y ha estado junto a él, su familia.
Con la dureza que supone el viaje, durante todos estos años ha seguido yendo al Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, en la primera etapa de rehabilitación y en la actualidad cada año para pruebas y seguimiento.
Las líneas del este hospital se centran en el conocimiento de la biología de la lesión medular y en las aproximaciones terapéuticas destinadas a desarrollar nuevas terapias para curar las deficiencias causadas por las lesiones medulares y mejorar las condiciones de vida de los pacientes.
Doblegador de los obstáculos de la vida, en esta ruta transitada que él necesariamente recorre a su manera, hace unos días estuvimos en las orillas del Tajo. Fui para acompañarle y porque necesitaba recargar las pilas con todo lo que allí se ve, cuando compruebas que hay personas que además de la movilidad tienen problemas muy graves y algunas casi no pueden mover ni las pestañas.
Pepe es un tío grande, detrás de su dorsal hay mucho pundonor y sacrificio. Seguramente si le preguntas como va la cosa, te dice que sobre ruedas y si le dices si necesita ayuda, te responda que tranquilo.
El 27 Junio 2019 volviendo de Elda a la altura de las virtudes un coche en el que conductor triplicaba la tasa de alcohol, iba sin luces en el coche se saltó un stop en la carretera, pasé por el hospital de Elda ( UCI) un mes en la Arrixaca y meses en el hospital Nacional de parapléjicos en Toledo, estuve a punto de morir, me pasaron muchas cosas entre ellas me rompí la espalda lo que me provoco una lesión medular, mucha gente no es consciente de lo que puede ocurrir, la vida te cambia en un segundo, y ya nunca volverá a ser como antes, vivir con las secuelas físicas , emocionales …etc.
Siento muchísimo lo que le ha pasado a estos dos chicos, mi más sentido pésame a la familia de Luis,y que el herido se recupere pronto .
Me iniciaba en la docencia, como formador, cuando conocí a Pepe Martínez. En ese momento yo ejercía de profesor y Pepe fue mi alumno.
Después de finalizar el curso comprendí, que había aprendido más de Pepe, que Pepe de mi. Aprendizaje que no se enseña en las aulas. Actitudes para vivir ante las adversidades cuando el camino se le puso tan cuesta arriba, capacidad de superación. Honradez y Humidad.
Yo también tuve un accidente de moto en el año 92, alguien se saltó un ceda el paso y desperté en el hospital a media mañana y sin recordar nada de como fue.
Estoy bien ahora, aunque tuve de todo, huesos, traumatismo craneal severo etc.
Ahora sigue sin haber respeto ni prudencia de los conductores de coche , sobre todo en las intersecciones, esperemos que con lo que ha pasado se lo piensen mas al llegar a un cruce.