El divorcio en España es un proceso legal que disuelve el matrimonio, permitiendo a ambas partes rehacer sus vidas de manera independiente. Este procedimiento está regulado por el Código Civil y la Ley de Enjuiciamiento Civil, y ha experimentado cambios significativos a lo largo de los años, particularmente con la introducción del divorcio exprés en el año 2005.
Analizamos algunos aspectos jurídicos fundamentales del divorcio en España, incluyendo los tipos de divorcio, el proceso legal, la división de bienes, la custodia de los hijos y las pensiones compensatorias.
Se trata de un proceso legal que puede ser muy simple o muy complejo. Siempre es importante tener una buena defensa jurídica como la que ofrece Mesa&Jimeno para que el divorcio sea un punto y seguido en las personas y no un lastre del que no se puede recuperar ni anímica ni económicamente.
Tipos de divorcio
En España, el divorcio puede ser de mutuo acuerdo o contencioso si no hay acuerdo previo entre las partes que formaban ese matrimonio.
- Divorcio de mutuo acuerdo: Es el más rápido y menos costoso.
Ambas partes deben estar de acuerdo en los términos del divorcio, que se establecen en un convenio regulador. Este convenio incluye acuerdos sobre la custodia de los hijos (si los hay), la vivienda familiar, la pensión alimenticia y la división de bienes.
- Divorcio contencioso: Ocurre cuando no hay acuerdo entre las partes.
En este caso, se inicia un procedimiento judicial en el que cada parte presenta sus demandas y pruebas. El juez será quien determine las condiciones del divorcio.
Proceso legal
El proceso de divorcio en España sigue unos pasos específicos, independientemente del tipo de divorcio. Los tiempos no son rápidos ya que en la mayoría de los juzgados en España existe el denominado “atasco judicial” que es una acumulación de casos.
El primer paso es la presentación de la demanda. En el caso del divorcio de mutuo acuerdo, ambos cónyuges presentan una demanda conjunta junto con el convenio regulador. En el divorcio contencioso, uno de los cónyuges presenta la demanda.
Luego llega la admisión a trámite. El juzgado correspondiente admite la demanda a trámite y, en caso de divorcio contencioso, cita a las partes a una vista.
Vista judicial. En el divorcio contencioso, se celebra una vista en la que ambas partes presentan sus argumentos y pruebas. En el divorcio de mutuo acuerdo, no suele ser necesaria la vista si todo está correctamente documentado.
Sentencia. El juez dicta sentencia, aprobando el convenio regulador en el caso del divorcio de mutuo acuerdo, o estableciendo las condiciones del divorcio en el contencioso.
División de bienes
La división de bienes depende del régimen económico matrimonial bajo el cual los cónyuges contrajeron matrimonio. En España, existen principalmente dos regímenes:
Régimen de gananciales: Todos los bienes adquiridos durante el matrimonio se consideran comunes y se dividen a partes iguales.
Régimen de separación de bienes: Cada cónyuge mantiene la propiedad de los bienes que tenía antes del matrimonio y de los que haya adquirido de manera individual durante el mismo.
En caso de desacuerdo sobre la división de bienes, será el juez quien decida.
Custodia de los hijos
La custodia de los hijos es uno de los aspectos más sensibles en un divorcio. En España, se pueden otorgar dos tipos de custodia:
- Custodia compartida: Ambos padres comparten la responsabilidad y el tiempo con los hijos de manera equitativa. Este tipo de custodia es cada vez más común y se considera beneficioso para el bienestar de los niños.
- Custodia exclusiva: Uno de los padres obtiene la custodia principal, mientras que el otro tiene derecho a visitas. Esta opción se considera cuando la custodia compartida no es viable por diversas razones. Hoy en día, si no hay motivos de fuerza mayor la Justicia suele conceder este tipo de custodia.
Pensiones compensatorias
Las pensiones compensatorias son prestaciones económicas que uno de los cónyuges debe pagar al otro si el divorcio causa un desequilibrio económico en una de las partes. Estas pensiones pueden ser temporales o indefinidas y se determinan en función de diversos factores, como la duración del matrimonio, la edad y el estado de salud de los cónyuges, y la capacidad económica de cada uno.
