En el mundo del cultivo de cannabis, las opciones se multiplican. Si estás buscando rapidez y buenos resultados, puedes encontrar semillas Sensoryseeds en línea, donde destacan variedades autoflorecientes y fast-flowering para todo tipo de cultivadores. A simple vista parecen similares. Pero sus diferencias son clave.
Ambas destacan por su rapidez. Sin embargo, cada una responde a necesidades distintas. El cultivador debe saber qué busca antes de elegir.
Autoflorecientes: florecen con el reloj
Las autoflorecientes no dependen del fotoperiodo. Es decir, no necesitan un cambio de luz para empezar a florecer. Crecen según el tiempo, no según las estaciones.
En condiciones óptimas, pueden estar listas en solo 9 a 10 semanas desde la germinación. Esto es ideal para quienes buscan una cosecha rápida y sin complicaciones.
Además, suelen ser plantas más pequeñas y discretas. Perfectas para balcones, espacios reducidos o cultivos urbanos.
Su genética proviene de la Cannabis ruderalis, una variedad adaptada a climas extremos. Esto les da resistencia y facilidad de manejo.
Fast-flowering: fotoperiodo con ventaja
Las semillas fast-flowering, por otro lado, sí dependen del fotoperiodo. Necesitan un cambio de luz para pasar de la fase vegetativa a la de floración.
Pero su ventaja está en la rapidez. Una vez empieza la floración, el proceso dura entre 6 y 7 semanas. Esto es hasta dos semanas menos que las variedades tradicionales.
Son ideales para cultivos de exterior donde las lluvias otoñales pueden arruinar la cosecha. También ofrecen cosechas abundantes y de calidad.
Tienen una genética híbrida. Combinan lo mejor de las autoflorecientes con variedades fotodependientes.
¿Cuál es mejor?
No hay una respuesta única. Todo depende de la situación del cultivador.
Si se busca rapidez total y facilidad, las autoflorecientes ganan. No requieren controlar los ciclos de luz y su ciclo de vida es corto.
Si se prioriza la producción y se cuenta con algo más de tiempo y experiencia, las fast-flowering son una gran elección.
También importa el entorno. En interior, las autoflorecientes permiten cosechas continuas. En exterior, las fast-flowering aprovechan mejor el verano.
Conclusión
Tanto las autoflorecientes como las fast-flowering tienen ventajas claras. Elegir una u otra dependerá del objetivo, el espacio y el clima.
Ambas han revolucionado el cultivo moderno. Hoy, es más fácil que nunca obtener resultados rápidos y de calidad.
Lo importante es informarse y elegir semillas fiables. La variedad está servida, y cada opción tiene su lugar en el jardín del cultivador.
.