El entretenimiento siempre ha sostenido el edificio de la sociedad humana y se ha transformado drásticamente a lo largo de los siglos. Desde las celebraciones de antaño que pueden atribuirse a antiguos rituales, hasta las modernas formas de divertirse de la era actual, los humanos siempre hemos mostrado mucha inventiva para pasar el tiempo.
En este artículo, nos sumergimos en cuatro categorías distintas de entretenimiento, todas ellas representativas del sabor de su época, al tiempo que actúan como pioneras de los avances venideros.
La magia de contar historias
Contar historias es una de las fuentes de entretenimiento más antiguas. Antaño, antes de la invención de la escritura, la narración oral era la forma en que la historia, la cultura y la moral se transmitían de una generación a otra.
Los ancianos reunían a las comunidades en torno al fuego, contando historias que entretenían e informaban. Estas historias solían estar arraigadas en la mitología, la leyenda y el folclore, y actuaban como una especie de memoria social.
Pero pronto las civilizaciones se hicieron más sofisticadas, y también lo hizo la narración de historias. Los antiguos griegos introdujeron la dramatización de historias en el escenario en forma de representaciones teatrales. Esta forma de ejecución se denomina narración estructurada, con guiones, vestuario y escenarios elaborados, y constituye un ejemplo para el teatro y el cine modernos.
Y a día de hoy, la narración se ha actualizado para reflejar nuestro tiempo y actualmente existe en forma de libro, película y televisión. La era digital ha llevado las historias aún más lejos, con plataformas mundiales de streaming y libros electrónicos. Sin embargo, aunque las cosas cambien, la base de la narración no lo hace: unir a las personas sabiendo que tienen algo en común.
La evolución de la música
Otra forma de entretenimiento que se remonta a las antiguas cavernas y que hoy ha cambiado en muchísimos aspectos es la música. Antes de que la música se escribiera, los primeros humanos probablemente la componían a base de ruidos e instrumentos sencillos hechos con materiales naturales.
Al final, estos sonidos evolucionaron y fueron mezclados culturalmente por civilizaciones antiguas como Egipto o Grecia o incluso China, donde la música era un elemento crucial en las ceremonias religiosas.
Sin embargo, la música moderna tal y como la conocemos tiene su origen en el nacimiento de la música clásica, que incluye las melodías de compositores legendarios como Bach (con sus fugas), Beethoven (con sus sinfonías) y Tchaikovsky, entre otros innumerables cuya obra ha definido las tradiciones musicales occidentales.
Ahora, la música ha traspasado todas las fronteras del espacio o el género con la ayuda de la tecnología, especialmente los dispositivos de grabación e Internet. Los artistas pueden llegar a audiencias globales a través de plataformas de medios sociales y los oyentes tienen acceso inmediato a un tesoro de música mundial gracias a los servicios de streaming.
Breve historia de los juegos de cartas
Los juegos de cartas se originaron en la antigua China, en torno a la dinastía Tang, donde los naipes de papel hicieron su primera aparición. Estos juegos se extendieron por las rutas comerciales a países como Persia y Egipto, y acabaron llegando a Europa a finales de la Edad Media. De hecho, los juegos de cartas eran un pasatiempo bastante extendido en Europa por todo el continente en el siglo XIV.
La revolución en la fabricación de naipes llegó en el siglo XV con la invención de la imprenta, que hizo que los naipes estuvieran más disponibles y fueran más baratos. Esto impulsó el desarrollo de los juegos clásicos y, poco a poco, las reglas y los trucos aprendidos imbuyeron a los jugadores -póquer, bridge, solitario… Los juegos de cartas también se convirtieron en actividades sociales que unían a la gente: en familia en casa y en el club o pub, por ejemplo.
Y a día de hoy, los juegos de cartas han sabido adaptarse muy bien a la era digital. Por ejemplo, los amantes del blackjack online pueden emular su juego favorito con mesas de cartas virtuales, aplicaciones móviles e incluso adaptaciones de videojuegos que hacen posible que los aficionados puedan disfrutar de una partida casi siempre y en cualquier lugar. Sin embargo, en su esencia, los juegos de cartas siguen consistiendo en lo mismo: la estrategia, la suerte y la interacción social siguen siendo partes clave de la experiencia del jugador.
Los videojuegos, la forma de entretenimiento más moderna
A la vanguardia de esa adaptación constante está la industria de los videojuegos: la forma más moderna de actividad de ocio (y un arte, a veces) que no empezó hasta mediados del siglo XX, con los sencillos juegos de arcade como Pong o Space Invaders. La prehistoria de estos juegos allanó el camino a una industria multimillonaria que ofrece todo tipo de proyectos, plataformas y géneros.
A medida que los videojuegos seguían ganando popularidad, entraban en los hogares de todo el mundo en consolas domésticas que podías conectar a tu televisor y a ordenadores personales.
Estos primeros títulos se convirtieron en las piedras angulares de toda una generación de jugadores: franquicias como Super Mario, The Legend of Zelda y Final Fantasy dieron forma y moldearon los gustos de los fascinados usuarios que los jugaban década tras década.
Ahora, los videojuegos han pasado de estar asociados a la cultura friki a un nuevo nivel de entretenimiento mayoritario que está disponible para todos.
En cualquier caso, cada una de las formas de entretenimiento mencionadas aquí representa la innovación humana y cómo ansiamos entretenernos, conectar con los demás y comprometernos con ellos.
