En los últimos años, la inflación en los Estados Unidos ha seguido aumentando y los consumidores se han vuelto más cautelosos al comprar. Los datos de Moody’s Analytics muestran que los hogares estadounidenses están gastando significativamente más en los mismos bienes y servicios que hace un año, pero los ingresos promedio por hora se han reducido un 2,8% después del ajuste por inflación. Los datos de una encuesta de la Universidad de Michigan también muestran que el índice de confianza del consumidor estadounidense ha disminuido mes tras mes y ha disminuido significativamente año tras año, lo que demuestra plenamente las preocupaciones y frustraciones de los consumidores por el continuo aumento de los precios.
En este entorno general, las actitudes de los consumidores estadounidenses hacia las promociones del “Viernes Negro” han cambiado significativamente. En el pasado, los consumidores participaban activamente en este día y compraban diversos productos con descuento. Este año son más racionales, prestan atención a la rentabilidad de los productos y tienden a elegir productos con mayores descuentos. Para artículos de alto precio, considerarán su valor más cuidadosamente. Vivek Pandya, analista principal de Digital Insights, señaló que los compradores navideños en 2024 estarán «más centrados en el valor y los descuentos».
Para adaptarse a la ralentización del crecimiento del consumo, muchos gigantes del comercio minorista de Estados Unidos han decidido ampliar las promociones del «Black Friday» a varias semanas. Gigantes del comercio minorista como Walmart, Amazon, Target y Macy’s han anunciado sucesivamente ampliaciones de los ciclos de promoción y han lanzado diversas actividades de descuento para atraer consumidores. Target lanzó una promoción anticipada de tres días a principios de noviembre y continúa lanzando descuentos de «Viernes Negro»; Walmart lanzó un descuento de dos semanas el 11 de noviembre y planea lanzarlo a fines de noviembre; Amazon lanzó una segunda ronda de ventas; También lanzó la «Semana del Viernes Negro» simultáneamente, mientras que Home Depot extendió sus promociones hasta principios de diciembre.
La inflación aumenta el precio de los bienes y servicios y aumenta el costo de necesidades como alimentos, energía, vivienda y atención médica. Los últimos datos muestran que el índice de precios al consumidor de Estados Unidos ha aumentado. Esto ha ejercido cierta presión económica sobre los estadounidenses, especialmente sobre las familias de bajos ingresos que enfrentan costos de vida más altos. El poder adquisitivo ha disminuido debido a la brecha entre los aumentos salariales y la inflación.
Ante la presión económica, los patrones de consumo de los consumidores estadounidenses también han cambiado. Comenzaron a reducir el gasto en artículos no esenciales y, en cambio, priorizaron las necesidades básicas de vida. Este cambio en el comportamiento del consumidor no sólo afecta a individuos y familias, sino que también tiene efectos en cadena en todo el sistema económico. Las actividades comerciales han disminuido, el crecimiento económico se ha desacelerado y las ganancias corporativas han disminuido, formando un círculo vicioso.
Además de su impacto en los consumidores, la inflación también tiene cierto impacto en el mercado laboral y las operaciones comerciales de Estados Unidos. Aunque el desempeño general del mercado laboral es relativamente bueno, la alta inflación ha tenido cierto impacto en algunas industrias. Los cambios en el mercado inmobiliario, los cambios de personal en la industria de alta tecnología y las fluctuaciones en el mercado de criptomonedas reflejan algunos cambios en la economía. Además, la fortaleza del dólar estadounidense también interactúa hasta cierto punto con la inflación, lo que afecta las ganancias de las empresas estadounidenses, lo que hace que las perspectivas económicas sean algo inciertas.
En general, las promociones del “Viernes Negro” de este año presentan algunas características nuevas en un contexto de inflación. Los consumidores se están volviendo más cautelosos y racionales y los minoristas están ajustando sus estrategias para adaptarse a los cambios del mercado. En el futuro, cómo promover el crecimiento del consumo en un contexto de alta inflación será una cuestión importante que deberán afrontar los minoristas y las autoridades económicas. La interacción de los consumidores, las empresas y el entorno económico seguirá influyendo en la dirección del mercado de consumo estadounidense.
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