De los residuos que se generan para elaborar un buen vino puede sacarse la materia prima para fabricar tableros con los que posteriormente fabricar muebles. El Centro Tecnológico del Mueble y la Madera (CETEM) está desarrollando un proyecto de investigación relacionado con nuevos materiales ecosostenibles. En él, se incluye el que se denomina raspón o raspajos, que son los tallos que forman el racimo de la uva y que hasta ahora se desechan o se utilizan como material para quemarlo y generar calor.Gracias al proyecto Agromat, financiado por el Instituto de Fomento de la Región de Murcia (INFO), cuyo objetivo es la valorización de distintos subproductos procedentes de la industria agroalimentaria, se desarrollaron tableros de fibras a partir de raspajo triturado y adhesivos sostenibles.
Tableros sin formaldehído
Los tableros de fibras, ampliamente utilizados en la industria del mueble, se fabrican generalmente con madera de distinto tipo y adhesivos convencionales que contienen formaldehído, un compuesto contaminante para la atmósfera. “La Unión Europea quiere retirar productos químicos como formaldehído en la fabricación de muebles”, explica el director de CETEM, José Francisco Puche.El raspajo es un material leñoso formado por componentes aprovechables, como son azúcares o la lignina, que pueden ser obtenidos mediante tecnología de fraccionamiento y extracción, es decir, mediante mecanismos biotecnológicos. Así, por ejemplo, a partir de la lignina pueden desarrollarse adhesivos. Estos adhesivos serán empleados precisamente para el desarrollo de pegamentos para formar los tableros de fibras por lo que, finalmente, se podría llegar a conseguir un tablero en el que tanto las fibras como el adhesivo provengan de un mismo residuo. “De esta manera, los muebles fabricados con este material serán totalmente sostenibles y reciclables al 100%», explica el director del Centro Tecnológico del Mueble y la Madera.