Dentro de poco se cumplirán 20 años del momento en que decidí dedicarme a esta bonita locura de la fotografía. Durante los primeros años, uno aprende viendo a muchos autores. Uno de los primeros que me cautivó fue Henri Cartier-Bresson; una de sus biografías cayó en mis manos y me fascinó. Sin duda, fue uno de los pioneros del reportaje fotográfico.
Sin embargo, fue una autora española quien consiguió que me enamorase de la fotografía documental: Cristina García Rodero. Estaba estudiando fotografía, cuando en la biblioteca de la Escuela de Artes de Orihuela encontré uno de sus libros, «La España oculta», un trabajo fotográfico documental sobre las fiestas populares de nuestro país. García Rodero ofrecía un recorrido visual a través de su objetivo desde finales de los 70′ a principios de los 90′; un viaje antropológico por la España profunda, de los ritos y costumbres de un país que estaba intentando despertar de una dictadura, pero que seguía, y sigue, arraigado a sus costumbres más antiguas.
García Rodero, en las fiestas de Yecla
Pues bien, la semana pasada me encontraba trabajando como fotógrafo en las fiestas patronales de Yecla, y de repente, veo a una “personita” delante de mí fotografiando lo mismo que yo. Solo veía su espalda y su sombrero, pero ya sabía de quién se trataba. Efectivamente, ahí estaba ella, la fotógrafa referencia de miles de fotógrafos y fotógrafas en los últimos 40 años, Premio Nacional de Fotografía y primera fotógrafa española (y también fotógrafo) en entrar en la prestigiosa Agencia Magnum, la agencia de fotografía más importante del mundo, fundada en 1947 por Cartier-Bresson y otros fotógrafos relevantes.
Ahí estaba ella, García Rodero, fotografiando las fiestas de mi pueblo. Sin duda, fue una grandísima sorpresa y una enorme satisfacción verla en acción trabajando, poniéndose en primera fila para obtener la imagen deseada, esa que todos llevamos en mente. Pude hablar un ratito con ella, explicándole el funcionamiento de los actos que teníamos delante para que pudiera estar preparada para la acción. Por supuesto, le di las gracias por todo su trabajo y por ser fuente de inspiración para mí y para muchos otros.
Pues sí, este trabajo da muchas satisfacciones, también decepciones, pero en estos días fotografié con la ilusión de siempre y un poquito más debido a la visita a Yecla y a sus Fiestas de la Virgen de, posiblemente, una de las mejores fotógrafas del mundo.
Por Juanjo Martínez, fotógrafo de elperiodicodeyecla.com