El (por ahora) último concierto de Rokavieja estuvo a la altura de las expectativas. Cientos de personas se dieron cita en el Real de la Feria para despedir a la banda yeclana más conocida de los últimos años. Con más de 200 conciertos a sus espaldas, Rokavieja demostró estar muy en forma tras 11 años en la carretera.
A las 22:00 horas, Loren al bajo, Josemi al trombón, Liborio a la trompa, Elena a la trompeta, Keko al saxo, Santa a la guitarra, Elie a la batería y Kike a la guitarra y voz saltaron al escenario para deleitar a todo el público que se dio cita en esta última actuación. Como decían algunos de los presentes, con ese concierto se cerraba un capítulo importante de su juventud.
Y tras la presentación de la banda… arrancó la noche con los acordes de «Pelotudo», uno de los temas más conocidos de La ciudad del pecado. Sin descanso, Kike comenzó a cantar «Comando terror», de La Spiral. Poco a poco, el público tomaba el Real de la Feria hasta conseguir un aforo más que destacado para ser jueves por la noche. «Bienvenidos a una noche que va a ser vuestra», gritaba Kike.
Sin duda, un acierto que finalmente el ayuntamiento permitiera a la banda tocar en el escenario principal, aunque también cabe mencionar a Balmoral, la caseta que se ofreció a acoger el último concierto de esta banda. Inexplicable que desde el primer momento no estuvieran en el cartel oficial de la Feria de Septiembre. De hecho, la banda quiso agradecer a Alfonso de Balmoral «haber sido como un padre» durante estos once años y que les apoyara hasta el último momento.
No faltó ninguno de los grandes temas de la banda. Sonaron canciones más actuales como «Antisistema», «Fugitivos», «Sheriff» o «El show de la rosa negra» y otros de Bienvenido a mi movida, el disco que en 2014 dio a conocer a la banda. En esos temas, Liborio tomó al micro, pues compartió voz con Kike en los dos primeros trabajos de Rokavieja.
A la media hora, el público se vino arriba con uno de los temas más conocidos del grupo: «Nazinger Z», que se fusionó con los acordes ska de «¡Qué calor!» y la colaboración de FZK, Francisco Alegre, que la banda compuso para denunciar la explotación de los acuíferos en nuestra comarca y que contó para el videoclip con el apoyo de la Plataforma Salvemos el Arabí. «La Roka ha vuelto, la Roka se despide», cantó FZK desde el escenario.
La banda también quiso recordar a Javo, el dueño de La Bodega, fallecido este verano, a quien dedicaron «Una noche sin ti», una de las baladas más bonitas de su repertorio. Las luces de los móviles iluminaron el cielo de la Feria. «Estás aquí, te puedo ver, despierto y te vuelvo a perder, no hay nadie que me cubra cuando va a llover», cantaba Kike, que reconoció haber vivido uno de los momentos más mágicos del concierto durante esa canción.
Nadie echó en falta ningún tema. Los más mayores del lugar, disfrutaron con clásicos como El sicario o La Roka ha vuelto. También hubo tiempo para homenajear a algunas de sus bandas referentes con Loren, que se lanzó a cantar «Do You Remember Rock and Roll Radio?» de Ramones o Liborio, que se atrevió a versionar a «A buen ritmo» de Skalariak o «Esbarzers», de La Gossa Sorda, cantando en valenciano y recordando que España es una nación de naciones, «le pese a quien le pese».
RKV Eternos
A la hora y media de concierto, «La ciudad del pecado» hizo saltar de nuevo al público; un público de todas las edades. Porque, sin duda, gran parte del éxito de Rokavieja se debe a que ha sabido atraer a jóvenes y mayores, consiguiendo que padres e hijos disfruten por igual de su música. Y es que la energía que desprenden desde el escenario es totalmente contagiosa.
Una pancarta de RKV Eternos se elevó sobre las cabezas del público cuando ya se sobrepasaba la hora y 40 minutos de concierto y sonaba «Vuelve otra vez», otro tema emblemático de La ciudad del pecado. Parecía que la banda se despedía con este tema, pero el público sabía que no podía ser. Faltaban todavía algunos de los más esperados de la noche. Llegaba entonces el turno de los bises, unos bises que se alargaron durante 20 minutos. Y es que parecía que ninguno de los integrantes de Rokavieja quería bajarse de ese escenario. Tampoco quería abandonar el recinto nadie del público.
«Claro que no nos vamos, hay más. La noche no acaba aquí», dijo Kike antes de empezar a cantar «La ley seca», de su disco de 2019, La Spiral. A continuación, otra de las versiones de la noche: «Adicto a ti», con Liborio de nuevo al micro. A las dos horas de concierto, el grito del público hablaba por sí solo: «Mucha policía, poca diversión». Estaban pidiendo el TEMA, con mayúsculas. Pero aún había que disfrutar de otra gran versión de Los Caligaris y su temazo «Kilómetros». Y ojalá la letra sea una premonición:
Tantos kilometros
Yo recorri por vos
Será que todavía me hace feliz
Hay tantas cosas que se pueden complicar
Pero antes muerto que dejar de soñar.
No dejéis de soñar, no dejéis de componer, no dejéis de actuar. Aceptamos el descanso, pero no la despedida definitiva. Y es que el público, tras más de dos horas de concierto seguía enchufado, saltando, dándolo todo y sin pensar que al día siguiente era viernes. Todo daba igual. La banda se abrazó a su público y ofreció ese concierto que nadie se quería perder y que nadie olvidará.
Y ya por fin, pasada la medianoche y tras dos horas y cinco minutos sobre el escenario sin dar ni un segundo de descanso, sonó el tema que faltaba. Ese que nació fruto de una acción desproporcionada de la policía unos años antes en ese mismo lugar y que catapultó a la banda a nivel nacional. Pero que también les valió una multa. Con «Nos persiguen», la banda se despidió tras un concierto apoteósico.
Ojalá el subidón de adrenalina que se llevaron todos los músicos que forman Rokavieja les dé los ánimos suficientes para volver muy pronto. Aunque nadie puede negar que el concierto sonó a despedida…
Así fue el concierto
Fotos:
José Azorín