La tormenta que se registró en la tarde del pasado martes en Yecla descargó una tromba de agua de unos 16 litros por metro cuadrado en tan solo una hora. Para los agricultores estas precipitaciones llegan en un buen momento para la cosecha de uva, después de estar atravesando la comarca del Altiplano una sequía bastante acentuada, con muchos meses sin que se registrasen precipitaciones. También esta aportación hídirica viene muy bien para el olivo, uno de los cultivos autóctonos de esta comarca., porque el fruto se encuentra madurando.
La fuerte tromba de agua que se registró en la comarca del Altiplano cayó limpia, ausente de pedrisco. En tan sólo una hora se recogieron unos 16 litros por metro cuadrado en diversos parajes del término municipal yeclano. Por la gran cantidad de agua que cayó en tan poco tiempo, se volvieron a anegar ramblas y algunas parcelas agrícolas, lo que provocó que se paralizase la vendimia en la jornada de ayer, pero ya en el día de hoy se vuelve a la normalidad.
Para los viñedos de esta zona, en donde el pasado 30 de agosto se inició la vendimia en las variedades tempranas como la sauvignon blanc, verdejo, merlot y syrah, las lluvias son muy beneficiosas, según explica el jefe técnico de Bodegas La Purísima Pedro José Azorín, que también destaca “que estas precipitaciones no afectan a la calidad de la uva, sino todo lo contrario, porque llegan en el momento justo de la maduración final del fruto, especialmente para la recolección de la uva monastrell, que representa el 80% de la producción global del término municipal, y cuya vendimia se iniciará en la próxima semana y se desarrollará hasta finales de octubre, junto con otras variedades como la sauvignon y la petit verdot ”.
Hasta el momento, la calidad de la uva recolectada “está siendo muy buena, debido al año tan seco que se ha registrado, con temperaturas no muy extremas en los meses de verano, lo que ha llevado consigo que no haya contraído enfermedades vegetales, por lo que lo recolectado hasta la fecha está llegando en muy buenas condiciones a las bodegas, con previsiones de obtener una buena añada de vinos”, según explica Azorín. El grano de uva puede engordar un poco con este aporte hídrico, equivalente a un riego, aunque los enólogos aprecian más el grano pequeño porque en la piel de la uva se encuentran los aromas, taninos y el color y “cuanto menor sea la superficie de la piel, menos cantidad de mosto hay, además de apreciarse una mayor concentración de aromas, de color y demás propiedades”, afirma el enólogo.
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En este año las previsiones en cuanto a la producción se espera que sea una cosecha normal, teniendo en cuenta que la del año anterior se vio bastante mermada, en torno al 40% debido a las cinco tormentas de granizo que se registraron en este municipio y el año anterior también se vio reducida por los efectos de la sequía. En bodegas la Purísima se calcula, si no hay ninguna circunstancia adversa en el tiempo de desarrollo de la vendimia, que la cosecha estará en torno a los 13 millones de kilos de uva.
En la comarca del Altiplano se cultivan actualmente más de 16.000 hectáreas acogidas a denominación de origen, de las que casi 10.000 corresponden al término municipal de Jumilla y 6.400 hectáreas al de Yecla.
En el término municipal de Yecla, lo que se lleva recolectado en torno al 15% de la cosecha de uva. También los agricultores agradecen las precipitaciones, después de un alarga sequía, por el beneficio que supone para la recarga de los acuíferos de la comarca del Altiplano.