Criminóloga, trabajadora social y adalid de la innovación educativa, Mayte Romero especialista en la prevención, detección y control de acoso, presenta su proyecto “Elevándonos por encima del acoso escolar”. Se trata de una iniciativa centrada en un tema candente y de absoluta actualidad y dirigida a toda la comunidad educativa.
Actualmente, Mayte Romero reside en Cambridge (Inglaterra) donde se dedica profesionalmente a actividades de respiro familiar, tratando y analizando conductas en la población adolescente para facilitar la transición a la edad adulta y colabora con una organización cuyo objetivo es la actuación sobre el acoso escolar de forma exclusiva. “Es como una ‘home school’ a pequeña escala, en donde ayudamos a los escolares víctimas de acoso escolar a recuperar la autoestima”, explica Mayte Romero, quien ha exportado hasta Yecla este proyecto basado en las herramientas y experiencias de su trabajo en Cambridge, y su propia creatividad. La joven yeclana es coautora con Pedro Pablo Domínguez Prieto del libro «Aspectos crominológicos del menor de edad: Víctimas e infractores».
El colegio público El Alba de Yecla acoge estos días el proyecto de Mayte Romero, que ella misma cataloga como de “tolerancia cero al acoso escolar” y viene determinado por tres objetivos: detectar y conocer lo que no es acoso escolar y saber las características que sí engloba el acoso escolar; conocer cómo el alumno puede ser víctima o acosador, y que los adultos, padres y profesores, sepan que no están solos en este asunto, porque tienen muchos recursos y pueden acompañarse de muy buenos profesionales. “Este proyecto va más allá de las charlas, porque se trata de involucrar a toda la comunidad educativa, en la que participan padres, profesores y también alumnos, para que todos miren en una única dirección. Para conseguirlo adaptamos los tres objetivos del proyecto según nos dirijamos a los adultos o a los escolares”.
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El maltrato físico y psicológico entre iguales, intencionado, repetido y que deja a la víctima en situación de indefensión son indicio de acoso escolar, que no siempre se produce en las instalaciones educativas, porque hay ocasiones en que ese acoso se produce a través de las redes sociales por Internet y en entornos de la vida cotidiana de los escolares. Según Mayte Romero, “la principal característica del acosador es que es muy impulsivo, dominante y con baja autoestima, es un pequeño dictador que trata de imponer sus normas a toda costa y no aceptan ningún tipo de límite, y habitualmente se apropian de ropa, materiales y objetos de la víctima”.Combatir el acoso escolar desde la propia unidad familiar es uno de los recursos más valiosos que tienen los padres, favorecer el diálogo con los hijos y transmitirles valores positivos para que cualquier problema pueda resolverse es ese espacio de comunicación. Mayte Romero incide en la importancia de escuchar a los hijos, “tanto en lo que dicen como en lo que expresan a través de la comunicación no verbal y en la expresión corporal, y lo que cuentan los profesores, los tutores y el equipo psicopedagógico del centro docente, porque los niños pasan la mayoría del tiempo del día en el colegio, con ellos también hay que tener una comunicación constante”.El patrón de la víctima de acoso escolar es universal, por ello, se sabe que la mejor manera de atender este problema es mostrar cercanía y comprensión, que la víctima tenga la certeza de ser escuchada, trabajando su identidad y su desarrollo personal de forma íntegra.Los recientes y fatídicos casos relacionados con el acoso escolar han generado una alarma social, creciente entre los padres y profesores, pero Mayte Romero asegura que el acoso escolar no es ninguna novedad, porque las primeras investigaciones sobre “intimidación sistemática fueron publicadas en 1973 por un pionero en este tema, el sueco Dan Olweus”. Por eso, ahora la principal tarea es promover iniciativas que ayuden a la prevención del acoso escolar, como el proyecto que Mayte Romero está desarrollando en Yecla. “Es fundamental aplicar la sabiduría popular que dice que “el arbolico se cría de pequeñico”, porque todos los casos de acoso son recuperables y todas las personas tenemos talentos y valores muy positivos que debemos potenciar, pero este es un trabajo educacional y motivador a largo plazo que da muy buenos resultados”.
