Se cumplen diez años de un gol histórico que nos hizo campeones. Aquel verano de 2010 en que el equipo de mi pueblo el Yeclano Deportivo, guardábamos la alegría del ascenso a 2ª B, tras haber superado al Haro de la Rioja en la tanda de penaltis, llegó un cierto embrujo de mundial y banderas que compramos en los bazares chinos y colocamos en los balcones, donde de alguna manera fuimos los mejores.
La selección española, que como afición siempre hemos pasado de la euforia al fracaso sin hacer trasbordo, porque seguramente por nuestra forma de ser no tenemos término medio o nos comemos el mundo o somos los últimos en querernos.
Comenzamos con mal pie al caer derrotados. Aquellos que entienden dicen que el primer partido es el más importante para evitar después ir a contra remolque.
Seguramente nos empujaron desde abajo, y con una técnica diferente del «tiki taka» que ya habíamos ensayado en la Eurocopa. Seguimos con la rutina de controlar el balón y que pasara más tiempo con nosotros que con el rival, eso ayudó mucho, porque el contrario casi se podía echar la siesta por aburrimiento.
En el último partido frente a Holanda que disputaba su tercera final, comenzó muy enfadada, no fue un enemigo neutro con un durísimo golpe en el pecho, que debió ser expulsión. Tuvimos el factor suerte cuando Casillas despejó aquella pelota de infarto de Robben que ya veíamos como gol de la naranja mecánica.
Se cumplen diez años de una tarde noche de domingo apasionante y bonitas sensaciones en la cual salimos a la calle a festejar la ilusión, una vez que el árbitro pitó el final y las manecillas de reloj dejaron de dar vueltas. Nos proclamamos campeones del mundo y disfrutamos, y hoy revivimos este recuerdo en nuestra memoria.
Escarbando en el pasado, creo que nos impusimos con esfuerzo y constancia, no sé si con exhibición de valor o gallardía.
Con alma, corazón y mente de un del Bosque de carrera prolífica y cabeza fría, soñamos el sueño imposible. Superamos a los rivales con pureza y sin trueques, nos hicimos invencibles y alcanzamos con ansia esa estrella con un tanto de Iniesta que nos parecía inalcanzable.