Podría decirse que, quienes de forma más o menos habitual, conducimos por nuestras ciudades, sobre todo en los pueblos pequeños, prácticamente lo hacemos de “memoria”. Sabemos la dirección de las calles a lo ancho y a lo largo o la que sube y la que baja en el caso concreto de Yecla, con un porcentaje de desnivel importante al estar buena parte del casco urbano a la ladera de un cerro.
Conocemos donde están los ceda el paso, stop y por tanto quién tiene preferencia de paso, y por supuesto los cruces con semáforos.
En nuestra ciudad contamos con diez puntos mediante regulación semafórica: Narciso Yepes, Clara Campoamor con Camino Sierra de los Jinetes (ambos en la Ronda Norte), Cruz de Piedra con San Isidro, Plaza de San Cayetano, Rambla con Literato Azorín, Camino Real con carretera de Valencia, calle Pascual Amat (curva del Pellero), calle San Luis con Avda. de Córdoba, Muro de los Aguadores y Avda. de la Paz dirección Avda. de la Libertad (Plaza de Toros). Creo no me olvido de ninguno.
Dicho esto, hay puntos muy peligrosos donde está en riesgo la integridad de los demás y también la nuestra. Me refiero a ciertas calles de mucho tránsito como por ejemplo Esteban Díaz, donde además se aparca en gran parte de su tramo en batería, con lo cual si haces ceda el paso, la esquina no tiene chaflán y hay algún vehículo -sobre todo grande- estacionado en batería, ante la escasa visibilidad tienes que “asomar el morro” porque no ves nada y como venga uno, posiblemente te la pegues.
Hay un cruce de caminos en la Avda. Literato Azorín, se trata de una vía de dos direcciones que en este punto invita a una película de suspense. Salida de la calle Vinaroz -parte de atrás de Mercadona para entendernos- callejón del doctor Fleming lateral donde está la Residencia de Ancianos, que desemboca frente a la antigua firma Rovira y Muñoz. Un cruce con mucho riesgo, se puede girar hacia la izquierda, continuar hacia arriba dirección Cura Ibáñez, y lo menos peligroso, girar hacia la derecha (entiéndase el vocablo).
Hace unos días se produjo un accidente muy aparatoso que tuvo cuantiosos daños materiales, por suerte no hubo ningún daño personal. Creo que circulando por ciudades que no son la nuestra, vamos con un plus de atención e incluso hoy en día muy pendientes de los GPS. Sin embargo, en mi opinión personal seguramente cuando lo hacemos por nuestra ciudad lo hacemos de manera demasiado confiada.
Aprovecho para hacer una llamada de atención diciendo que extrememos la precaución con las terrazas, que sigue estando en vigor la obligatoriedad de respetar los pasos de peatones y que por favor los días de lluvia, para evitar poner a los viandantes como sopas, y para todo ello, levantemos un poquito el pie del acelerador.
Hecha esta retahíla sobre la vía pública, tanto en un entorno urbano como en otro, tanto a la ida como a la vuelta, nuestros desplazamientos deben ser atentos y relajados y considero que nuestra ciudad merece un estudio pormenorizado de la circulación vial por parte de la Concejalía de Tráfico y la Policía Local, teniendo en cuenta que contamos con un elevadísimo número de vehículos. Pienso que se debería instalar algún punto más con semáforos, y por supuesto revisar las esquinas que cuentan con espejos de orientación y señalizarlos porque muchas veces ni se sabe que están.
a la precaución.
Estimado José Antonio. Gracias por el articulo. Somos muchos los que observamos, a personas que van circulando muy rápido o demasiado rápido. No hace mucho, cuando iba con unos amigos, en el cruce de la calle San Fernando y Padre Lasalde, vimos un accidente de coche. El coche mas accidentado tenía todo el morro destrozado y el chico estaba sentado, apoyado en la pared de la que era la casa de mi abuela. Su pareja lo consolaba. Pudo a ver sido, porque no se respeto el ceda el paso y también por ir más rápido de la cuenta y no tener tiempo de reaccionar.
Me identifico con la parte, que ha comentado, de cuando tienes que ceder el paso y un vehículo voluminoso, te dificulta ver si vienen coches. Me ha pasado mucho y varias veces a punto de ser alcanzado por un coche, sino llego a pisar rápido y a fondo el acelerador. Esto tras avanzar un poco para pasar.
Una vez, hace mucho tiempo, me paso una cosa.. Subía la calle por donde esta el local de apuestas; la que da a la calle San Luis. Avanzo un poco para ver bien, vi que pasaba un coche y frene. La persona que iba detrás de mí, creyó que iba a seguir y me dio un golpe. Por suerte el coche no sufrió apenas daño. Resulto ser el hijo de un ex-jefe mío. «¡Perdón, José, pensé que ibas a seguir!».. Y ahí se quedó.
La verdad, es que como bien dices, deberían revisar todas las calles donde hayan más riesgos de accidentes y realizar cuantos cambios sean necesarios, para mejorar la seguridad vial. Además de ser todos más prudentes e ir con más calma.
Un abrazo grande amigo. Tengo muchas ganas de estar con tu buena compañía y hablar mientras tomamos bocado. Nos vemos