La pregunta es clara sobre el precio de la luz y la respuesta también lo es: un 195 por ciento más que hace un año. La subida del precio de la electricidad en España parece que no tiene límite. La comparativa de los precios que pagaban los hogares y las empresas españolas en agosto de 2020 y lo que están pagando este agosto de 2021 deja un balance de una subida del 195 por ciento. Algo que parece escandaloso sobre todo pensando en las economías más débiles y en la creación de empleo ya que a las empresas españolas les cuesta cada vez fabricar y funcionar. Eso provoca que se resienta la competitividad de las firmas. La última decisión del denominado pool eléctrico ha marcado un precio por encima de los 122 euros/MWh. Es una tendencia imparable ya que este mes de agosto el precio medio ha estado marcado por encima de los 100 euros/MWh.La explicación a este aumento sin límites del precio de la energía está en el incremento en los precios de los derechos de CO2 y del gas con el que se produce esa energía. Los derechos de emisión de dióxido de carbono han incrementado hasta llegar a superar los 55 euros por tonelada durante este mes de agosto. Si comparamos esos 55 euros con los 33 que costaba la emisión de CO2 a principios de año vemos la gran diferencia. También el gas natural que se utiliza en las centrales eléctricas para mover las turbinas que generan electricidad ha experimentado un aumento hasta llegar a los 42 euros por MWh.
Cambio de modelo
El debate sobre el actual modelo energético en España está más abierto que nunca. Las subidas tan acentuadas han provocado que este asunto se convierta en uno de los temas centrales del debate público y que algunos consumidores busquen alternativas con las placas solares. Los proveedores de energía verde están aprovechando esta tendencia creciente y ofrecen cada vez más soluciones sencillas y económicas a sus clientes como, por ejemplo, la Tarifa Solar de OVO Energy que ofrece energía solar de autoconsumo a un precio competitivo.
Algunas formaciones políticas han llegado a pedir que el estado dé un paso adelante y ponga en marcha una empresa pública de electricidad para hacer competencia directa con las empresas privadas.
Otras voces apuntan a la necesidad de cambiar el sistema tarifario, fijando precios máximos y limitar, de esta manera, lo que pagan los consumidores.
Pero no todos los vaivenes de los precios diarios de la energía afectan a los consumidores de la misma manera. Los más de 10 millones de hogares acogidos a la tarifa regulada están siendo los más perjudicados. Sin embargo, esas oscilaciones no afectan a unos 17 millones de usuarios que están en el mercado libre, ya que tienen un precio pactado con su compañía.
Lo que sí que está haciendo el gobierno central es estudiar las facturas de algunas comercializadoras eléctricas que han podido cobrar indebidamente a los consumidores subidas del precio de la energía. Aunque el gobierno no ha dado los nombres de esas compañías, lo cierto es que si se demuestra estas irregularidades los consumidores tendrán que recibir una compensación económica por estos hechos.
Un gobierno que el pasado mes de junio decidía reducir los impuestos que se aplican al suministro de energía eléctrica, fue una bajada del IVA de la luz del 21% al 10% hasta finales de este año. Una medida que parece insuficiente si vemos cómo está evolucionando el precio de la electricidad.
