El lago artificial que se creaba en el comienzo de la carretera de Villena cada vez que llovía de forma algo intensa se va a terminar. Han comenzado las obras de reforma del sistema de alcantarillado en el inicio de la carretera de Yecla a la localidad alicantina de Villena que pretenden acabar con las inundaciones que provocaron que más de un conductor se quedará atrapado en la zona y que varias empresas sufrieran inundaciones.
Se trata de un proyecto valorado en 200.000 euros, financiado por la consejería de Agricultura y Agua que terminará, si se cumplen los plazos a finales del mes de enero.
La reforma consistirá, según las explicaciones del concejal de obras, Ascensio Juan, en la construcción de un gran tanque de acumulación de aguas en la parte central de una rotonda próxima y el aumento del diámetro de la conducción de agua en algo más del 60% respecto al actual.
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“Gran parte de la lluvia que cae en la ciudad termina desembocando en esta zona y provocan muchos problemas a las empresas que están instaladas aquí”, comentó el concejal de obras del ayuntamiento de Yecla.
Es una obra reclamada desde hace años ya que eran constantes las imágenes de conductores atrapados al intentar circular por la laguna que se creaba cada vez que las lluvias llegaban con cierta intensidad.
Las obras, ya en ejecución, están obligando al desvió el parte del tráfico de la zona por un carril contrario habilitado.
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Reforma de la reforma
La obra de reforma del alcantarillado que se está ejecutando llega 7 años después de que se inaugurara la obra de desdoblamiento de los 2,1 kilómetros de la carretera C 3314, que se dirige desde Yecla a Villena.
Esas obras tuvieron un coste de 4.655.430 euros en el año 2007 cuando se firmó el convenio para construirlos entre Ayuntamiento y la Consejería de Obras.
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Desde el primer momento se pudo comprobar que en la zona había un problema de evacuación de agua cuando llegaban las tormentas.
Además de esa zona, hay también otro lugar que da problemas en el achicado de agua. Se trata de la conexión de esta vía con la N-344 donde los sistemas de alcantarillado tampoco pueden absorber todo el agua cuando llegan las tormentas.
Por el momento no hay prevista ninguna actuación para esta otra zona conflictiva.
Aquí es donde se demuestra la catadura moral de los políticos que nos gobiernan. Cuando nos quejamos del problema niegan la mayor y defienden la chapuza una y otra vez alegando «lluvias torrenciales», toma pueblo, toma. Ahora sin mas remedio resulta que la chapuza tiene solución y ponen al descubierto cual avestruz el «culo» de algunos.
Unas obras que son nuevas y ya arreglos…y arreglos a un pasico de las elecciones…ay, ay , ayyyyy, el plumerico asoma