Antes de llegar al examen siempre es bueno estudiar y bastante para no llevarte una desagradable sorpresa cuando recojas la nota. La misma frase podemos utilizar para los momentos previos a nuestra visita con el coche a una de las muchas estaciones de Inspección Técnica de Vehículos (ITV) que hay en España. Hay que estar preparado.
Lo primero que podemos hacer es acercarnos unos días antes a nuestro taller de confianza u otro que nos parezca bueno, bonito y barato para que nos hagan una de las famosas revisiones preITV. Se trata de un servicio estandarizado por lo que los mecánicos saben perfectamente qué es lo que hay que revisar y dónde pueden estar los puntos débiles de nuestro vehículo a la hora de superar el control de la ITV.
Sí que es cierto que puedes echar un vistazo a algunos puntos evidentes que deben estar bien como faros del vehículo, estado de las ruedas, placas de matrículas etc..
Pero otros requieren de una mano especializada y profesional. Se trata de temas como los niveles de líquidos, la emisión de dióxido de carbono del motor, las sujeciones de los bajos y parachoques deben estar bien, etc. Ten en cuenta que hoy en día el acceso a los motores es más completo y estar informatizados, por lo que se requiere de personal cualificado y herramientas informáticas que chequeen lo que sucede en las centralitas para Audi que llevan instaladas.
Además, hay aspectos que los técnicos de la ITV van a comprobar de forma muy exhaustiva como la fiabilidad de los frenos. Las pastillas de freno deben tener un nivel óptimo para que al frenar no haya vibraciones ni se escuchen ruidos estridentes. De lo contrario, deberemos pensar en renovar esas pastillas antes de pasar la inspección.
Otro tema que también hay que tener en cuenta aunque no sea motivo de revisión es el aspecto. No viene nada mal que antes de que vayas a pasar el control del estado de tu turismo le pases una manguera de agua por el exterior y un trapo por el interior para que su apariencia sea por lo menos adecuada. Ya sabes que la primera impresión muchas veces es lo que cuenta y por apenas unos euros pueden rejuvenecer al coche y así puede que las cosas sean más sencillas.
No debes olvidar tener perfectamente en regla y a mano toda la documentación que necesitas. Por si no lo sabes o recuerdas, necesitas la tarjeta técnica del vehículo, el último recibo del impuesto municipal de vehículos y el seguro obligatorio y tu DNI. Si no tienes estos documentos no podrás acceder a la inspección bajo ningún concepto.
Si tienes en cuenta estas circunstancias seguramente pasarás la ITV sin problema. Procura pedir cita previa para evitar largas colas y por último, la inspección de tu vehículo debe hacerse para garantizar la seguridad tuya y del resto de conductores. Por eso, es importante que el coche esté bien y que el inspector haga bien su trabajo.
