La policía debe estar acostumbrada a ver de todo en el día a día, aunque habrá ocasiones en las que los agentes seguro que se frotan los ojos para confirmar que no es ficción lo que ven. Esta fue un de ellas.
Ocurría el domingo a primera hora. A eso de las 7 de la mañana la Policía Local recibe el aviso de que un vehículo ha colisionado contra otros aparcados y se ha dado a la fuga.
Era la avenida de la Paz. Por allí transitaba un turismo a gran velocidad y en su camino había provocado daños a otros coches.
Las patrullas de guardia en ese momento comenzaron un dispositivo de búsqueda para localizar al vehículo implicado en estos siniestros. La búsqueda terminó cuando localizaron a un hombre de 27 años de edad saliendo de una cochera en las inmediaciones de la calle Caravaca.
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Allí los agentes lo primero de lo que se percataron es que el conductor estaba en calzoncillos. No era una mañana fresca, se registraban en esos momentos 21 grados, pero tampoco el calor era tan asfixiante como para conducir en paños menores.
Conducir en calzoncillos no es delito, por lo que los agentes decidieron levantar la mirada y hacer algunas preguntas. El interrogado consistió en saber de dónde venía y a dónde se dirigía. Algo sencillo aunque “no ofreció respuestas que pudieran presuponer un comportamiento normal y razonable”, expresa la Policía Local en el parte del incidente.
Se comprobó, tras otras pruebas, que era el conductor del vehículo responsable de los golpes contra otros vehículos en la avenida de la Paz y que el turismo lo acababa de estacionar en una cochera. Fue justo cuando se disponía a entrar a su casa, cuando se encontró a los agentes de la policía.
Después de las preguntas, los agentes le realizaron el oportuno test de alcoholemia. Ahí, el vecino de Yecla arrojó un contundente positivo con una tasa que superaba en cuatro veces la máxima permitida, según lo que ha explicado el cuerpo de seguridad.
Los agentes procedieron a su detención por un delito contra la seguridad vial. Además, los dueños de los coches afectados han sido citados como perjudicados en el juicio que tendrá lugar los próximos días.
La pregunta que queda en el aire si los agentes dejaron al detenido ponerse o no los pantalones antes de conducirlo al calabozo. Eso no lo explican los agentes.
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Esto es algo serio y se ha escrito con trazas de «comedia» excesiva..
pero ni si quiera.. pues los que hacen monólogos tienen gracia y por lo menos se documentan…