Al Gobierno español le preocupa desde hace tiempo el dinero en efectivo. No le permite perpetuar su espiral confiscatoria, ya que provoca que millones de euros no se declaren debido a la economía sumergida. En su afán recaudatorio, en vez de buscar una mejor gestión de los recursos o preguntarse qué hace mal para que haya tanta permisividad social con la evasión de impuestos, ha decidido ponerse como objetivo a medio-largo plazo la desaparición total del efectivo. ¿Es esto posible?
Los casinos en línea como ejemplo de una tendencia que se desea aprovechar: cada vez se utilizan más los métodos de pago electrónicos
Si las instituciones observan el funcionamiento de los casinos en línea, pueden agarrarse al fuerte crecimiento de los pagos digitales. Y esto se extrapola a otros sectores, como el e-Commerce. Todo ello avalaría el movimiento gubernamental de acabar con el efectivo para controlar aún más a la población. Si cada vez menos gente recurre al papel moneda, ¿para qué continuar con él, si permite la evasión fiscal y, además, no parece haber demasiado interés en él por parte de la población?
De esta forma, los casinos que aceptan Ecopayz y otros sistemas de pago digitales de vanguardia están cada vez más de moda. Y se entiende, porque pudiendo pagar con estos y otros métodos, como, por ejemplo, PayPal o PaySafeCard, los depósitos en los casinos se aceleran mucho. Además, opciones de retirada, como Skrill, permiten recibir el dinero en un plazo de 24-48 horas. Gracias a ello, solo tendrás que preocuparte de lo verdaderamente importante, disfrutar del abanico de juegos del casino.
¿Cuáles son los planes del Gobierno para ir eliminando gradualmente el efectivo de nuestras vidas?
Los propios socialistas afirman que, aunque no se buscan cambios legales a corto plazo, hay muchos y pequeños cambios en el horizonte. De hecho, recientemente se aprobó un deseo de Hacienda que llevaba en la recámara su tiempo: el límite de 1000 euros para los pagos en metálico. Todo ello incluso con el BCE en su contra, considerando la medida completamente desproporcionada y que, además, no favorece a la imagen ni al uso del euro, la moneda común del continente.
De esta forma, y pese a las reticencias del Banco Central Europeo, España busca recaudar más de 200 millones adicionales en cumplimiento con la ley antifraude en vigor. Y no es una cifra baladí, ya que se trata de la cuarta parte de lo que espera ingresarse con dicha ley. Y tiene su sentido, pero cuando un Gobierno no gestiona en condiciones el capital del que dispone y, pese a ello, recorta constantemente las libertades de la gente, es normal que la sociedad, en parte, termine frustrada.
¿Qué puede ralentizar la desaparición del efectivo a la que nos vemos irremediablemente abocados?
Para empezar, la propia economía sumergida, en negro, retrasará las medidas del Gobierno que buscan la desaparición total del efectivo. Y es que, según diversos estudios, esta supone en España más de un 20 % del PIB, cifra que está muy por encima de la media del resto de países europeos (un 13 % según señala el Fondo Monetario Internacional). Por tanto, si se tienen en cuenta que este es el modo de subsistir en el día a día para muchas familias, la aniquilación repentina o a muy corto plazo del efectivo podría acarrear nefastas consecuencias.
Por otro lado:
- La banca: A las instituciones financieras no les interesa que el dinero esté estático, sino que esté en circulación, y esta economía sumergida, así como el propio efectivo, lo permiten. Además, el surgimiento de las economías descentralizadas asusta, ya que podría ser una alternativa real para los que no quieran plegarse a más controles, lo que reduciría la cuota de mercado de los bancos. De ahí surge Bizum, una herramienta de control que hace sentirse cómodos tanto a banca, usuarios y Gobierno. Pero no se espera que la banca quiera ceder mucho más.
El caso de Suecia avala los objetivos del Gobierno de España
Las instituciones gubernamentales de nuestro país se apoyan en el caso de Suecia, que probablemente sea el primer país europeo en acabar al 100 % con el efectivo. Pero allí, la situación es completamente diferente. Y es que los datos de Riksbank son clarividentes: se estima que solo el 7 % de los suecos recurren al efectivo para sus pagos. Con estas cifras, tiene sentido la erradicación del papel moneda, ¿pero lo tiene en España?
Porque se cree que para 2023, el año registre un uso del efectivo en Suecia básicamente testimonial. Pero es que, en España, las encuestas muestran que casi un 50 % de los contribuyentes prefieren el efectivo para sus pagos (46.3 %) con un 48.3 % que optan primeramente por las tarjetas de débito o crédito. Con estos datos, y alternativas como Bitcoin, se le hará muy difícil al Gobierno español avanzar en esta dirección.