No fue el mejor día de un joven conductor que cometió varios errores. El primero y más grave, beber y conducir un vehículo. El segundo, provocar un accidente. Y el tercero, que en el accidente uno de los coches involucrados sea el de la propia policía.
Ocurría el domingo a las 7.45 de la mañana cuando la patrulla del cuerpo de seguridad circulaba por la calle San Isidro de Yecla en lo que era el final de una madrugada de Carnaval sin demasiados incidentes.
La patrulla paró en el semáforo situado en la intersección con la calle Cruz de Piedra cuando notó el impacto trasero por el vehículo que se encontraba justo detrás y que a su vez había sido investido por un tercero conducido por un joven de 20 años que no había frenado a tiempo.
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El triple choque provocó la reacción de los agentes que salieron del coche y “primero auxiliaron a los ocupantes de los turismos”, explica el parte de los agentes sobre lo ocurrido.
Afortunadamente, no había daños personales de consideración pero de inmediato se percataron que el joven conductor que provocó el accidente múltiple se encontraba bajo los efectos del alcohol. Una vez realizada la prueba de alcoholemia, el joven fue detenido por un presunto delito contra la seguridad vial al conducir con una tasa superior al 0,6 miligramos por litro de aire aspirado.
El conductor fue detenido y conducido al calabozo de la jefatura de policía hasta su puesta a disposición judicial donde tendrá que explicar la mala suerte de terminar la noche empotrando tu vehículo contra un coche de la Policía Local.