El Colectivo Amatista reunió a decenas de personas este 25 de noviembre en la Placeta Ortega de Yecla. Lo hizo con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. El acto arrancó con un minuto de silencio en recuerdo de las 83 mujeres asesinadas este año en España. Tras ello, leyeron un contundente manifiesto en el que denunciaron diferentes formas de violencia estructural e institucional contra las mujeres.

Durante el homenaje, se realizó una escenificación con nombres y supuestos objetos de las victimas de esta lacra. Allí, representantes del colectivo leyeron uno a uno los nombres de las víctimas mortales. “Nos gusta siempre representarlas, escribir sus nombres y edades. Para que no sean solo un número”, explicaron. Según dijeron, muchas veces ni siquiera se conocen los nombres de las mujeres asesinadas, lo que consideraron una muestra del olvido estructural al que se enfrentan las víctimas de la violencia machista.
En su intervención, también recordaron a las mujeres que sufren violencias extremas en conflictos internacionales como los de Palestina, el Sáhara o Sudán. “Queremos nombrarlas, visibilizarlas y reconocer también sus experiencias”, afirmaron.

Denuncia de violencia institucional
Además del recuerdo a las víctimas, el acto tuvo un marcado carácter reivindicativo. El colectivo denunció lo que consideraron formas de violencia institucional, como los fallos del sistema público de salud. “Cuando el sistema sanitario nos abandona o pone barreras para decidir sobre nosotras, eso también es violencia”, señalaron.
En particular, denunciaron la escasa cobertura del programa de mamografías preventivas y las trabas al acceso al aborto en la sanidad pública. “Si una mamografía se retrasa o no hay seguimiento, se pone en riesgo la vida. Eso es violencia de Estado”, proclamaron.
También hicieron referencia a las dificultades para ejercer el derecho al aborto, criticando que la mayoría de interrupciones voluntarias se hagan en clínicas privadas. “La objeción de conciencia no puede ser una excusa para impedir el acceso. Si alguien objeta, el sistema debe garantizar otra vía”, reclamaron.
Estas demandas coinciden con el debate social generado en los últimos meses sobre el aborto, especialmente por iniciativas impulsadas por partidos conservadores.
Llamado a la acción política
El acto concluyó con un llamado a transformar las palabras en compromisos concretos. Exigieron atención sanitaria pública universal, programas de detección precoz del cáncer de mama sin vacíos territoriales y una atención integral del aborto en el sistema público. También pidieron educación sexual y menstrual, acceso a anticonceptivos y respeto al derecho a decidir.
“No queremos que nuestros cuerpos sean campo de batalla ideológica. Queremos salud pública feminista, autonomía y derechos”, concluyeron. El colectivo también incluyó en su mensaje a las compañeras trans, dejando claro que sus luchas son compartidas.
Las peticiones del Colectivo Amatista se alinean con las reclamaciones de muchas plataformas feministas a nivel estatal. Algunas de sus propuestas pueden consultarse en los recursos del Ministerio de Igualdad.

Espacio de encuentro en el Boulevard
Al finalizar el acto, el colectivo amatista invitó a las personas asistentes a participar en un micro abierto en el Boulevard. Allí compartieron lecturas, experiencias y un pequeño picoteo. También aprovecharon para anunciar la conferencia “Historia de un Pueblo”, organizada por la plataforma de apoyo a Palestina en Yecla, que se celebró el día siguiente en la Casa de Cultura.

















