Hoy empezamos una nueva sección sobre salud natural en nuestro periódico.
Me presento, aunque la mayoría ya me conocéis. Soy María Ángeles Jiménez, gerente durante 12 años de La Rosa Alquímica, herbolario que fue de mi propiedad hasta finales del 2019. También recordaréis el programa de Onda Cero que se emitía los jueves por la mañana con este mismo título y que estaba dedicado a la salud natural.
Como no podía ser de otra manera, sigo dedicándome a lo mismo, pero ahora he cambiado la consulta al centro Manos, situado en la calle Pablo Picasso, nº 79 y allí previa cita os atenderé con la misma dedicación y cariño de siempre.
Igualmente, en el Facebook de La Rosa Alquímica, podéis seguir nuestros consejos sobre salud natural, ya que La Rosa Alquímica continúa con sus cursos, retiros y consultas online. Allí encontraréis toda la información.
Enfermedades de otoño
Dicho esto, pasamos al artículo de hoy, en el que hablaremos sobre enfermedades de otoño.
Como todos sabemos, independientemente de la COVID-19, toda la vida ha habido infecciones respiratorias en esta época. La medicina china nos dice que en otoño, los órganos más vulnerables son los pulmones y el intestino grueso, por lo tanto son estos dos órganos los que más hay que cuidar en esta época del año.
Los seres humanos somos parte de la naturaleza y como tales, sentimos y nos comportamos según sus leyes. En otoño caen las hojas de los árboles, hay menos horas de luz, los animales se preparan para hibernar; se acaba el calor, los días duran menos y como consecuencia nosotros nos sentimos más tristes y melancólicos, también de alguna manera nos preparamos para el frío, para quedarnos en casa, para renovarnos, para estar más en familia, quizás para realizar una introspección, un balance de lo vivido en los últimos tiempos.
El pulmón nos conecta con el mundo exterior a través de la nariz, de ahí la relación de los pulmones con los factores climáticos. Los chinos relacionaban los pulmones con la tristeza y la melancolía pero si el pulmón está equilibrado sentimos paz y claridad mental, por el contrario, si está bloqueado, los sentimientos son de tristeza y desgana además de congestionarse desequilibrando todo el sistema respiratorio.
Cuida tu intestino grueso
El otro órgano afectado por el otoño es el intestino grueso. Si el pulmón es un órgano yin, su asociado es yan, es el encargado de absorber los nutrientes que nos hacen falta y al mismo tiempo de eliminar los desechos que ya no necesitamos. Si está en equilibrio, nuestro organismo estará limpio y fluirá en un intercambio de tomar y dejar ir…esto se aplica tanto a lo físico como a lo emocional.
Sí mantenemos equilibrados estos dos órganos, pasaremos mejor el otoño y el invierno y tendremos menos probabilidades de enfermar. Es la época de las infecciones respiratorias, nunca nadie se ha preocupado demasiado de ello pero este año con el miedo a la COVID-19, las cosas son muy diferentes.
Hay muchas formas desde la salud natural de prevenir este tipo de desequilibrios y también de ayudar a combatirlos. La semana que viene os hablaré de los factores de transferencia, uno de los complementos alimenticios que según mi experiencia, mejor funcionan en esta época del año.
Lo mejor es actuar con sentido común, cuidarse y protegerse, pero sin miedo, sin obsesiones. Tenemos que tener en cuenta que el miedo y el estrés deprimen el sistema inmunológico haciéndonos más vulnerables a cualquier enfermedad. Mens sana in corpore sano. No olvidemos esto.
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