Cinco años después la Justicia no tiene pruebas concluyentes sobre el expolio arqueológico descubierto. El Juzgado Número 2 de Yecla ha archivado la causa contra un vecino de esta ciudad al que acusaban de un delito contra el patrimonio histórico. La policía encontró de forma fortuita en 2012 una gran cantidad de piezas arqueológicas en una casa de campo situada en la Decarada. A raíz de esa operación se abrió una causa judicial contra esa persona que ahora ha sido archivada.Según establece la resolución de la jueza titular, la decisión viene acompañada de un informe de la Fiscalía que basa su petición de sobreseer el caso porque no se tiene determinada la fecha concreta en la que esas piezas, o buena parte de ellas, fueron expoliadas de los yacimientos. “Tal dato es relevante a la hora de determinar la prescripción o no del delito”. Además, no se puede concretar si la expoliación fue realizada por este vecino o por otras personas. Y también, según la Fiscalía, no hay posibilidad de practicar nuevas diligencias de instrucción al haber concluido el plazo legal.En ese informe, al que ha tenido acceso elperiodicodeyecla.com, la Fiscalía relata que en el chalet donde aparecieron “diversas cajas y bolsas con restos arqueológicos”, había anillos, monedas, cruces, restos cerámicos, vasijas, recipientes, instrumentos y dos figuras de bronce “de diversas épocas y valor incalculable”.Según el informe que firma el arqueólogo municipal Liborio Ruiz y Ángel Iniesta, técnico arqueólogo del Servicio de Patrimonio de la Dirección General de Bienes Culturales, el material intervenido procede de “la actividad clandestina” realizada en Yecla y alrededores “y con auxilio de detector de metales” que sitúan en los años setenta del pasado siglo. Además, en ese informe de los arqueólogos desmienten que las esas piezas sean de la compra por internet o en viajes como había argumentado el detenido en su defensa. Hay algunas piezas que sí pueden haberse comprado por las vías que aseguraba el investigado, pero “son una mínima parte”, afirman.Por último, la Fiscalía comenta que “podría afirmarse la procedencia clandestina” de gran parte lo confiscado pero la posibilidad de armar una acusación fundada a derecho contra el investigado “encuentra obstáculos insalvables”.La jueza titular del juzgado número dos de Yecla ha determinado que sea la la Dirección General de Bienes Culturales la que determine si debe o no haber sanción administrativa para el investigado y también que se ponga en manos de la entidad regional el futuro de las piezas arqueológicas incautadas.
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Un chalet, marihuana y piezas históricas
La aparición de estas piezas fue fruto de una actuación policial en 2012. Un vecino alertó de la presencia de una furgoneta sospechosa en una zona de chalés a las afueras del casco urbano.Los agentes pensaron que se trataba de algún robo relacionado con la agricultura. Al darle el alto, los ocupantes de la furgoneta salieron corriendo del vehículo. Eran seis hombres de etnia gitana. En el interior de la furgoneta se agolpaban plantas enteras de marihuana.Los policías indagaron para conocer el lugar en el que se encontraba la plantación hasta localizar una casa de campo en la Decarada. Allí descubrieron la presencia de más plantas de marihuana y numerosas piezas arqueológicas.
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