El pasado sábado, el equipo sénior de la S.D. Hispania-Bodegas La Purísima visitó Guadalcacín, en Jerez de la Frontera, para disputar un nuevo partido de la segunda división nacional. En concreto, era el primer partido de la segunda vuelta y el conjunto yeclano ofreció un choque inolvidable para imponerse por un ajustado 4-5 en la cancha de uno de los favoritos para ascender de categoría.
No hubo un solo balón que no se disputase. El encuentro fue de poder a poder, vibrante, vertiginoso. El Guadalcacín necesitaba ganar para mantener intactas sus opciones de ascenso y el Hispania peleaba por los tres puntos que le aportarían la tranquilidad necesaria de aquí al final de temporada. Las alternativas fueron continuas hasta que se llegó a las postrimerías del partido con un apasionante empate a cuatro goles. Y justo cuando el partido llegaba a su fin, en un balón dividido, hubo un tremendo golpe entre dos jugadoras, quedando bastante malparada la guadalcalcileña, que intentó controlarlo ante la oposición de una jugadora yeclana.
[hana-code-insert name=’Adsense noticias’ /]
Gritos de dolor y de angustia en el parqué. No hubo infracción alguna, solo un duro golpe, fruto de la intensidad del juego. Pero el colegiado no lo vio así y pitó doble penalti a favor de las locales. No parecía justo que un encuentro que se había disputado con una exquisita deportividad acabase adulterado por una decisión equivocada. Murmullos en la grada, silencio en la pista. Máxima expectación. La jugadora verdiblanca que se acerca al balón. Se remueve, inquieta. Mira atrás, a su banquillo. Un par de miradas, un gesto. La decisión está tomada. Arma su pierna izquierda y, para sorpresa de todos, en un toque suave y sutil, entrega el balón a las manos de Rebeca.
Lo que sucedió a continuación habría que vivirlo para poder contarlo. El público en pie, gritos de bravo; las jugadoras del Hispania aplaudiendo el enorme detalle de humildad y clase de un equipo que dio un ejemplo inigualable. Una lección que las chicas del Hispania no olvidarán jamás. El partido siguió su curso como si nada hubiera pasado. Resuelto el incidente de la mejor manera posible, ambos contendientes siguieron peleando con bravura por llevarse los tres puntos a casa. El partido podría haber acabado en empate, pero la épica del deporte, el espíritu limpio de la competición exigía, más que nunca, un ganador. Y justo ahí llegó el gol del Hispania que puso el definitivo 4-5 en el marcador y trajo los tres puntos para Yecla.
Otros partidos
CADETE:
ROLDÁN 2-7 HISPANIA
INFANTIL:
PTO. MAZARRÓN 3-2 HISPANIA