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🍁 jueves 12 diciembre 2024
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Inversiones mínima para los jóvenes que ya piensan en su futuro hoy

¿Eres independiente y joven, pero ya tienes tus primeros ahorros estables en una cuenta bancaria? Entonces este artículo es para usted.

Enhorabuena, eres de los que empiezan a interesarse por el mundo financiero y quieres invertir cuando eres joven y piensas en el futuro.

Seguramente eres un millennial que empezó hace unos años y tienes la suficiente independencia y conocimientos básicos como para saber que si no inviertes tu dinero en algún sitio, la inflación acabará comiéndoselo. Por supuesto, hay otros perfiles, pero son menos.

Aunque la mayoría de estas personas comienzan con activos limitados, como sus primeros ingresos, también tienen una gran ventaja. Debido a su edad, sus oportunidades de ahorro a largo plazo, aunque pequeñas, son mucho mayores que las de los inversores de mayor edad. El problema es que si no se cuenta con los conocimientos suficientes, con una estrategia adecuada o con la ayuda de un asesor financiero para rentabilizar su dinero, es posible que no acaben sacando el máximo partido.

Por esta razón, mucha gente piensa que no se puede hacer casi nada con cantidades pequeñas. Esto no es cierto. Sin embargo, si te centras en el ahorro y te comprometes a aportar regularmente determinadas cantidades, tendrás acceso a un amplio abanico de oportunidades en los mercados financieros, en función de tu objetivo.

Veamos algunas ideas de negocio con una inversión mínima con las que puedes empezar.

Ideas para empezar a invertir: ¿Qué hacer con tus ahorros cuando eres joven?

Si está pensando en cómo rentabilizar sus ahorros a largo plazo, lo mejor es empezar a invertir lo antes posible, ya que la volatilidad del mercado a corto plazo tendrá un impacto relativo en su dinero. Lo mejor, si está empezando, es invertir una cierta cantidad de dinero y hacer pequeñas aportaciones periódicas que le proporcionen algunos ingresos en el futuro y le ayuden a resistir la inflación. Como alternativa, siempre puede aumentar esta cantidad en determinados productos con el tiempo.

Digamos que vamos a empezar a invertir 1.000 euros. Si somos capaces de ahorrar continuamente 300 euros durante diez años, habremos ganado 4.600 euros en los primeros doce meses, y habremos ahorrado 37.000 euros en 2030. Con este punto de partida, tenemos dos opciones:

  1. Dejar el dinero en una cuenta bancaria que gane un 0% de interés. Perderemos poder adquisitivo si nos planteamos un escenario en el que la inflación suba en torno al 2% anual, algo que actualmente es mucho más elevado y supera el 10%. Así que obtendríamos un total de 30.232 euros.
  2. Empieza a invertir este dinero. La inflación nos afectará a la vez, pero si aplicamos las estrategias adecuadas y obtenemos una rentabilidad media anual del 7% al 8%, podremos acumular un valor real de unos 46.000 euros (más de 56.000 euros antes de la inflación). Es decir, al cabo de diez años tendríamos una rentabilidad de unos 10.000 euros.

¿Cómo empiezo a invertir dinero?

Una vez que haya decidido dar el paso hacia la inversión y disponga de una determinada cantidad de dinero para invertir, es el momento de plantearse otras preguntas.

La más importante es la cuestión del riesgo que estás dispuesto a asumir. ¿En qué medida se sentiría usted cómodo si el mercado experimentara fuertes caídas? ¿Prefiere algo que le permita dormir bien por la noche, aunque suponga una menor rentabilidad?

Para ello, debe analizar su perfil de inversor, que puede ser:

  • conservador;
  • moderado;
  • arriesgado.

¿Dónde empezar a invertir tus ahorros cuando eres joven?

Una vez que conozca su perfil de inversión, podrá acudir a los mercados financieros con diferentes productos que se adapten a sus necesidades y objetivos de inversión:

1. Invertir en fondos de inversión

Una de las opciones más interesantes pueden ser los fondos de inversión, que le permiten acceder a activos y mercados que no siempre están a su alcance.

Son productos que pueden utilizar tanto los inversores experimentados como los que se inician, ya que están gestionados por expertos en la materia. Los fondos de inversión son una buena manera de construir una cartera de diferentes activos de distintas regiones geográficas y sectores, ya que funcionan sobre la base de la inversión colectiva, lo que significa que reúnen el capital de muchos inversores y lo diversifican. Invertir en fondos de inversión cuando se es joven y se gana dinero es muy posible.

Existen diferentes tipos de fondos que se adaptan a cada perfil de inversor. Los fondos también tienen otra ventaja para quienes comienzan a invertir a través de ellos. Son activos líquidos que pueden liquidarse en pocos días si se necesita dinero en efectivo.

Este es un punto importante para los inversores menos experimentados y con menos ahorros, porque si en algún momento ocurre un imprevisto y necesitas el dinero. Los fondos también suelen tener flexibilidad a la hora de comprar participaciones, ya que los límites mínimos de inversión suelen ser bajos (por ejemplo, a partir de 100 euros o el valor de una participación).

Dependiendo del tipo de fondo que elija, podrá recibir una mayor o menor rentabilidad. En general, los productos que suelen proporcionar los mejores rendimientos son los fondos de renta variable.

Pero recuerda. Los resultados pasados no garantizan la rentabilidad futura.

Por eso siempre es aconsejable analizarlos a largo plazo. Si empiezas a invertir cuando eres joven o incluso en la adolescencia, tienes mucho tiempo por delante para maximizar tus beneficios.

2. Invierte tus ahorros en acciones

Si está dispuesto a asumir un mayor riesgo a la hora de invertir, la mejor manera de obtener mayores rendimientos es en la renta variable. Las inversiones directas en renta variable suelen ofrecer un rendimiento mucho mayor que cualquier otro activo. Sin embargo, este mercado tiende a ser más volátil, por lo que hay que diversificar y mantener la calma en caso de que se produzcan fuertes caídas. Si no está acostumbrado a invertir en bolsa, es aconsejable no invertir todo su dinero en un solo activo a la vez. Realiza aportaciones periódicas invirtiendo pequeñas cantidades de dinero a largo plazo y diversificando.

3. Invertir en crowdfunding

Esta es una de las fórmulas más novedosas en el mundo de la inversión. Con el crowdfunding se puede invertir en acciones de empresas emergentes o de nueva creación que no cotizan en bolsa ni en otros mercados regulados. Este modelo permite apoyar a los empresarios y hacer crecer sus negocios. Sin embargo, aunque puede reportarle grandes recompensas si todo va bien, también es una de las opciones más arriesgadas, ya que algunas de las nuevas empresas que surgen cada día acaban quebrando.

En la actualidad existen diferentes plataformas a través de las que puedes invertir en crowdfunding. Algunas de la más conocidas son Kickstarter, Lánzanos, Crowdcube o Indiegogo, por ejemplo.

4. Comience a invertir en Planes de Ahorro Sistemático Personalizado (PIAS)

Si quieres que tus ingresos sean más lucrativos para tener un buen colchón de seguridad cuando llegue el momento de la jubilación, otra de las opciones más atractivas puede ser un PIAS o Plan Personal de Ahorro Sistemático. Son planes individuales de ahorro a largo plazo que permiten complementar la pensión después de la jubilación y, a diferencia de los planes de pensiones, no hay que esperar a la jubilación para cobrarlos, por lo que son más líquidos.

Uno de los principales requisitos para que estos productos estén exentos de impuestos es que las aportaciones no superen los 8.000 euros anuales o los 240.000 euros a lo largo de la vida del plan, lo que lo convierte en un producto adecuado para los pequeños ahorradores. Sin embargo, a diferencia de los planes de pensiones, las aportaciones a estos planes no son deducibles fiscalmente.

5. Invertir en deuda pública para los más conservadores

Si lo que quieres es empezar a invertir casi «sobre seguro», también puedes valorar la posibilidad de invertir en deuda pública, aunque estarás sacrificando la rentabilidad que te pueden ofrecer otros productos. La compra de títulos de deuda pública consiste en la adquisición de deuda del Gobierno de un determinado país. Es decir, le prestamos un dinero que luego nos devuelven con unos intereses.

Aunque el riesgo de este tipo de inversiones es mucho más reducido, lo cierto es que las rentabilidades también lo son. Por ello, si partimos de un patrimonio pequeño, una rentabilidad de este tipo no resulta tan interesante si la comparamos con otros productos de inversión. No obstante, en estos casos resulta siempre necesario evaluar el contexto económico.

Dentro de los bonos, otra alternativa es la inversión en deuda de empresas. Las rentabilidades de los bonos corporativos suelen ser algo superiores, aunque también implican un poco más de riesgo.

Uno de los problemas a los que se enfrentan muchos jóvenes inversores es la barrera de los importes de inversión. Aunque ahora es posible invertir en productos con comisiones cada vez más bajas y con mínimos muy reducidos, existen otras alternativas para quienes quieran empezar a invertir poco a poco y no quieran que las comisiones se coman su rentabilidad.

Las opciones son innumerables: ¡elige e invierte! ¡Buena suerte!

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Redactores de elperiodicodeyecla.com escriben con este nombre de autor para otra serie de artículos.

¿Eres independiente y joven, pero ya tienes tus primeros ahorros estables en una cuenta bancaria? Entonces este artículo es para usted.

Enhorabuena, eres de los que empiezan a interesarse por el mundo financiero y quieres invertir cuando eres joven y piensas en el futuro.

Seguramente eres un millennial que empezó hace unos años y tienes la suficiente independencia y conocimientos básicos como para saber que si no inviertes tu dinero en algún sitio, la inflación acabará comiéndoselo. Por supuesto, hay otros perfiles, pero son menos.

Aunque la mayoría de estas personas comienzan con activos limitados, como sus primeros ingresos, también tienen una gran ventaja. Debido a su edad, sus oportunidades de ahorro a largo plazo, aunque pequeñas, son mucho mayores que las de los inversores de mayor edad. El problema es que si no se cuenta con los conocimientos suficientes, con una estrategia adecuada o con la ayuda de un asesor financiero para rentabilizar su dinero, es posible que no acaben sacando el máximo partido.

Por esta razón, mucha gente piensa que no se puede hacer casi nada con cantidades pequeñas. Esto no es cierto. Sin embargo, si te centras en el ahorro y te comprometes a aportar regularmente determinadas cantidades, tendrás acceso a un amplio abanico de oportunidades en los mercados financieros, en función de tu objetivo.

Veamos algunas ideas de negocio con una inversión mínima con las que puedes empezar.

Ideas para empezar a invertir: ¿Qué hacer con tus ahorros cuando eres joven?

Si está pensando en cómo rentabilizar sus ahorros a largo plazo, lo mejor es empezar a invertir lo antes posible, ya que la volatilidad del mercado a corto plazo tendrá un impacto relativo en su dinero. Lo mejor, si está empezando, es invertir una cierta cantidad de dinero y hacer pequeñas aportaciones periódicas que le proporcionen algunos ingresos en el futuro y le ayuden a resistir la inflación. Como alternativa, siempre puede aumentar esta cantidad en determinados productos con el tiempo.

Digamos que vamos a empezar a invertir 1.000 euros. Si somos capaces de ahorrar continuamente 300 euros durante diez años, habremos ganado 4.600 euros en los primeros doce meses, y habremos ahorrado 37.000 euros en 2030. Con este punto de partida, tenemos dos opciones:

  1. Dejar el dinero en una cuenta bancaria que gane un 0% de interés. Perderemos poder adquisitivo si nos planteamos un escenario en el que la inflación suba en torno al 2% anual, algo que actualmente es mucho más elevado y supera el 10%. Así que obtendríamos un total de 30.232 euros.
  2. Empieza a invertir este dinero. La inflación nos afectará a la vez, pero si aplicamos las estrategias adecuadas y obtenemos una rentabilidad media anual del 7% al 8%, podremos acumular un valor real de unos 46.000 euros (más de 56.000 euros antes de la inflación). Es decir, al cabo de diez años tendríamos una rentabilidad de unos 10.000 euros.

¿Cómo empiezo a invertir dinero?

Una vez que haya decidido dar el paso hacia la inversión y disponga de una determinada cantidad de dinero para invertir, es el momento de plantearse otras preguntas.

La más importante es la cuestión del riesgo que estás dispuesto a asumir. ¿En qué medida se sentiría usted cómodo si el mercado experimentara fuertes caídas? ¿Prefiere algo que le permita dormir bien por la noche, aunque suponga una menor rentabilidad?

Para ello, debe analizar su perfil de inversor, que puede ser:

  • conservador;
  • moderado;
  • arriesgado.

¿Dónde empezar a invertir tus ahorros cuando eres joven?

Una vez que conozca su perfil de inversión, podrá acudir a los mercados financieros con diferentes productos que se adapten a sus necesidades y objetivos de inversión:

1. Invertir en fondos de inversión

Una de las opciones más interesantes pueden ser los fondos de inversión, que le permiten acceder a activos y mercados que no siempre están a su alcance.

Son productos que pueden utilizar tanto los inversores experimentados como los que se inician, ya que están gestionados por expertos en la materia. Los fondos de inversión son una buena manera de construir una cartera de diferentes activos de distintas regiones geográficas y sectores, ya que funcionan sobre la base de la inversión colectiva, lo que significa que reúnen el capital de muchos inversores y lo diversifican. Invertir en fondos de inversión cuando se es joven y se gana dinero es muy posible.

Existen diferentes tipos de fondos que se adaptan a cada perfil de inversor. Los fondos también tienen otra ventaja para quienes comienzan a invertir a través de ellos. Son activos líquidos que pueden liquidarse en pocos días si se necesita dinero en efectivo.

Este es un punto importante para los inversores menos experimentados y con menos ahorros, porque si en algún momento ocurre un imprevisto y necesitas el dinero. Los fondos también suelen tener flexibilidad a la hora de comprar participaciones, ya que los límites mínimos de inversión suelen ser bajos (por ejemplo, a partir de 100 euros o el valor de una participación).

Dependiendo del tipo de fondo que elija, podrá recibir una mayor o menor rentabilidad. En general, los productos que suelen proporcionar los mejores rendimientos son los fondos de renta variable.

Pero recuerda. Los resultados pasados no garantizan la rentabilidad futura.

Por eso siempre es aconsejable analizarlos a largo plazo. Si empiezas a invertir cuando eres joven o incluso en la adolescencia, tienes mucho tiempo por delante para maximizar tus beneficios.

2. Invierte tus ahorros en acciones

Si está dispuesto a asumir un mayor riesgo a la hora de invertir, la mejor manera de obtener mayores rendimientos es en la renta variable. Las inversiones directas en renta variable suelen ofrecer un rendimiento mucho mayor que cualquier otro activo. Sin embargo, este mercado tiende a ser más volátil, por lo que hay que diversificar y mantener la calma en caso de que se produzcan fuertes caídas. Si no está acostumbrado a invertir en bolsa, es aconsejable no invertir todo su dinero en un solo activo a la vez. Realiza aportaciones periódicas invirtiendo pequeñas cantidades de dinero a largo plazo y diversificando.

3. Invertir en crowdfunding

Esta es una de las fórmulas más novedosas en el mundo de la inversión. Con el crowdfunding se puede invertir en acciones de empresas emergentes o de nueva creación que no cotizan en bolsa ni en otros mercados regulados. Este modelo permite apoyar a los empresarios y hacer crecer sus negocios. Sin embargo, aunque puede reportarle grandes recompensas si todo va bien, también es una de las opciones más arriesgadas, ya que algunas de las nuevas empresas que surgen cada día acaban quebrando.

En la actualidad existen diferentes plataformas a través de las que puedes invertir en crowdfunding. Algunas de la más conocidas son Kickstarter, Lánzanos, Crowdcube o Indiegogo, por ejemplo.

4. Comience a invertir en Planes de Ahorro Sistemático Personalizado (PIAS)

Si quieres que tus ingresos sean más lucrativos para tener un buen colchón de seguridad cuando llegue el momento de la jubilación, otra de las opciones más atractivas puede ser un PIAS o Plan Personal de Ahorro Sistemático. Son planes individuales de ahorro a largo plazo que permiten complementar la pensión después de la jubilación y, a diferencia de los planes de pensiones, no hay que esperar a la jubilación para cobrarlos, por lo que son más líquidos.

Uno de los principales requisitos para que estos productos estén exentos de impuestos es que las aportaciones no superen los 8.000 euros anuales o los 240.000 euros a lo largo de la vida del plan, lo que lo convierte en un producto adecuado para los pequeños ahorradores. Sin embargo, a diferencia de los planes de pensiones, las aportaciones a estos planes no son deducibles fiscalmente.

5. Invertir en deuda pública para los más conservadores

Si lo que quieres es empezar a invertir casi «sobre seguro», también puedes valorar la posibilidad de invertir en deuda pública, aunque estarás sacrificando la rentabilidad que te pueden ofrecer otros productos. La compra de títulos de deuda pública consiste en la adquisición de deuda del Gobierno de un determinado país. Es decir, le prestamos un dinero que luego nos devuelven con unos intereses.

Aunque el riesgo de este tipo de inversiones es mucho más reducido, lo cierto es que las rentabilidades también lo son. Por ello, si partimos de un patrimonio pequeño, una rentabilidad de este tipo no resulta tan interesante si la comparamos con otros productos de inversión. No obstante, en estos casos resulta siempre necesario evaluar el contexto económico.

Dentro de los bonos, otra alternativa es la inversión en deuda de empresas. Las rentabilidades de los bonos corporativos suelen ser algo superiores, aunque también implican un poco más de riesgo.

Uno de los problemas a los que se enfrentan muchos jóvenes inversores es la barrera de los importes de inversión. Aunque ahora es posible invertir en productos con comisiones cada vez más bajas y con mínimos muy reducidos, existen otras alternativas para quienes quieran empezar a invertir poco a poco y no quieran que las comisiones se coman su rentabilidad.

Las opciones son innumerables: ¡elige e invierte! ¡Buena suerte!

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