La situación hídrica en el Altiplano preocupa a las administraciones. Yecla y Jumilla dependen de acuíferos sobreexplotados que deberán cerrarse en 2027. Así lo exige la normativa europea y lo ha recordado el presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura, Mario Urrea, que apunta al trasvase Júcar-Vinalopó como la principal alternativa para garantizar el suministro a la población y al campo.
Los acuíferos de los que se abastecen ambas localidades están catalogados como sobreexplotados. Esto implica que deben dejar de utilizarse dentro de dos años. Sin embargo, “no está previsto minorar las extracciones actuales en el acuífero Jumilla-Villena”, aclaró el Presidente de la Confederación, aunque insistió en que lo ideal es reducir su uso si existen otras fuentes viables.
En este sentido, Urrea asegura que el mayor consumo de ese acuifero está en la parte que gestiona la Confederación del Jucar, ya que el acuifero se extiende por la parte valenciana. «Los problemas de consumo no están en la parte de Segura», dijo.
En este contexto, la Confederación Hidrográfica del Segura lleva años en conversaciones con la del Júcar para usar el trasvase Júcar-Vinalopó. Urrea reconoció que el proceso administrativo es complejo, pero confía en que pueda concretarse en el próximo ciclo de planificación que comineza ahora.
Esta medida permitiría aliviar la presión sobre los acuíferos del Altiplano, especialmente el de Jumilla-Villena, muy castigado por la escasez de lluvias y el uso intensivo de agua.
El impacto de la agricultura intensiva
Urrea también abordó la contaminación por nitratos en las masas de agua de la cuenca del Segura. Esta situación, derivada de la actividad agraria y ganadera, obliga a un mayor control por parte de la administración.
“El plan hidrológico vigente ya contempla labores de control del uso de nitratos en todas las masas de agua afectadas”, explicó. La Confederación extenderá estas medidas a toda la cuenca, incluyendo las zonas agrícolas del Altiplano.
En este sentido, el Ministerio para la Transición Ecológica mantiene una normativa específica sobre la protección de aguas contra la contaminación por nitratos procedentes de fuentes agrarias.
Futuro incierto sin soluciones urgentes
El cierre de los acuíferos sin una solución alternativa supondría una crisis hídrica sin precedentes en el Altiplano. Urrea quiso lanzar un mensaje de tranquilidad, pero con una advertencia clara: “Si no hay alternativas como el trasvase, habrá que tomar decisiones complicadas”.
Desde el organismo de cuenca insisten en que la planificación hidrológica actual ya contempla escenarios como el del Altiplano. Sin embargo, la solución depende de decisiones administrativas que aún están en trámite.
Y, si se sabe que el problema lo provoca la agricultura y la ganadería intensiva ¿por qué se sigue permitiendo?