Las Fiestas de San Isidro han estado marcadas por la lluvia en este fin de semana en el que se multiplicaron los actos, aunque algunos de ellos tuvieron que dejarse para mejor ocasión.
La procesión con los santos intentó superar la fina pero constante lluvia que durante buena parte de la mañana de ayer se registró en el casco urbano de Yecla. La junta directiva de la Federación de Peñas tomó la decisión de comenzar la procesión una vez que terminó la misa labradora realizada el interior de la basílica de la Purísima que se encontraba abarrotada de fieles.
[ot-caption title=»La Misa labradora con Coros y Danzas Francisco Salzillo.» url=»https://elperiodicodeyecla.com/wp-content/uploads/2016/05/corosydanzas.jpg»]
Sobre las 12 de la mañana, cuando finalizó la función religiosa, la lluvia se dejaba notar pero las peñas comenzaron el desfile por las calles céntricas de la ciudad con el paraguas como aliado del peñista que intentaba protegerse de las inclemencias meteorológicas.
[ot-caption title=»Algunas peñas salieron en la procesión con el paraguas en la mano» url=»https://elperiodicodeyecla.com/wp-content/uploads/2016/05/sanisi3.jpg»]
Buen parte de los participantes realizaron en torno al 30% del recorrido por las calles más céntricas de la localidad. Al llegar a la calle del Niño, algunas de esas peñas decidieron coger un atajo y dirigirse directamente de vuelta a la basílica, mientras que otras esperaron a que miembros de la directiva de la Federación confirmaran que la procesión estaba suspendida.
Al final hubo un poco de “sálvese quien pueda de la lluvia” y las peñas fueron refugiándose de la situación meteorológica como creyeron oportuno. Ni la imagen de Santa María de la Cabeza, ni la de San Isidro llegaron a salir de la basílica debido a la constante lluvia que terminó con la procesión una hora después de haber comenzado.
Lo que sí dio tiempo fue a recoger los miles de productos de higiene que los hombres y mujeres de San Isidro portaron para entregarlos a la residencia de ancianos de Santa Teresa de Jornet. Una furgoneta situada a las puertas de la basílica fue cargándose con esas ofrendas que se destinarán a los ancianos que cuidan las monjas de la ciudad.
Las celebraciones sí que pudieron esquivar la lluvia en los conciertos programados desde el viernes en el recinto de los ventorrillos. Bien es cierto, que el termómetro no acompañó a los peñistas y se notó en una menor afluencia de público en general respecto otros años.
[ot-caption title=»Un momento de la actuación de Luar na Lubre.» url=»https://elperiodicodeyecla.com/wp-content/uploads/2016/05/luarna.jpg»]
Ese recinto, el de los ventorrillos, cuenta este año con más peñas que nunca, y se ha convertido en el epicentro de las celebraciones de San Isidro.
[ot-caption title=»El recinto de los ventorrillos.» url=»https://elperiodicodeyecla.com/wp-content/uploads/2016/05/ventorrillos.jpg»]
Por la tarde, la VIII Muestra Nacional de Folclore “Ciudad de Yecla” sorteó la lluvia. Los grupos procedentes de Ciudad Real y de Mula, junto con el Grupo Folclórico Arabí, tuvieron el tiempo de su lado ya que apenas cayeron algunas gotas durante las actuaciones y nada más terminar la lluvia arreció.
[ot-caption title=»El Grupo Folclórico Arabí era el anfitrión de la muestra.» url=»https://elperiodicodeyecla.com/wp-content/uploads/2016/05/folclore2.jpg»]
[ot-caption title=»Numeroso público se acercó a ver la muestra de folclore.» url=»https://elperiodicodeyecla.com/wp-content/uploads/2016/05/folclore1.jpg»]
[ot-caption title=»La directora de elperiodicodeyecla.com, Pilar Muñoz, presentó el acto.» url=»https://elperiodicodeyecla.com/wp-content/uploads/2016/05/pilarmunoz.jpg»]
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Cabalgata
El plato fuerte de las Fiestas de San Isidro llegará el próximo sábado con la batalla de las flores. Las carrozas confeccionadas con miles de papelillos de colores por las peñas durante meses de trabajo son el eje central de estas celebraciones y el próximo sábado se podrán ver en la cabalgata a partir de las 17 horas si el tiempo lo permite.
Para ese día se espera la presencia de miles de visitantes para disfrutar de una celebración única que quiere alcanzar el galardón de Interés Turístico Nacional.
Que bonito quedaban los pelos al aire, los flequillos bien marcados, con las peinetas y las flores puestas, las alborgas con el traje de gala, o esos chalecos venidos de por valencia, que podéis buscar en cualquier foto antigua, o en el libro sobre las fiestas, y no veréis ninguno.
Yo directamente decidí no vestirme, por el simple hecho de tener que ponerme el postizo y complicar a quien me ayuda, y para no salir en condiciones, pues no lo hice.