Siempre que se habla de cambios en las empresas, son muchas las personas que se llevan las manos a la cabeza. Ya que lo primero es pensar en cómo afectarán a cada uno de los empleados. Pero es inevitable que si nosotros mismos cambiamos con el paso del tiempo y los acontecimientos que van surgiendo, las empresas también lo hagan. Por eso, hoy hablamos de esas grandes técnicas para hacer frente a la resistencia al cambio.Un factor al que la gran mayoría de las organizaciones tiene que hacer frente. Se dice que dicha resistencia ya comienza en nuestro cerebro, porque el cambio hacia lo desconocido no es lo que más nos entusiasma. Es más, nos inquieta e impide que avancemos. Claro que con buenas estrategias de trabajo, todo se puede conseguir. ¿Quieres saber cómo?
Qué es la resistencia al cambio
Aunque ya todos tenemos el concepto bastante integrado, no está de más definirlo de una manera más clara. Así que, la resistencia al cambio se trata de un grupo de actitudes que los empleados de una empresa expresan. Ya que tal y como hemos mencionado todo se basa en el miedo por los cambios que están por llegar. Lo que se puede traducir como cambios también en sus propios métodos de trabajo o en sus rutinas diarias. Puesto que muchos de ellos no están de acuerdo en tener que aprender una nueva responsabilidad, por ejemplo. Claro está que no siempre sucede el mismo modelo, de ahí que podemos hablar de dos tipos de resistencia al cambio en las empresas:
- La forma activa se da cuando los trabajadores no están nada contentos con los cambios pero no lo dicen, sino que lo muestran o expresan en sus comportamientos.
- Mientras que la manera pasiva da lugar a que las personas se quejen, con palabras, a sus superiores. Pero no se notará en sus gestos o comportamientos.
Claro que en el sitio web de Inusual te encontrarás con muchas más opciones y claras explicaciones de todo este concepto.
Qué genera la resistencia al cambio en las empresas
Ya hemos comentado que uno de los puntos clave es el miedo. Por lo que será este quien genere esa resistencia al cambio en las empresas. Pero todavía hay algún que otro a mayores que deberíamos conocer.
Incertidumbre ante lo desconocido
Es lo más básico y que suele ocurrir en todos los momentos de nuestra vida. Sobre todo cuando se trata de un cambio impuesto, el temor todavía puede generar más estrés en la vida de cada persona. Así que, cuando hablamos de un trabajo, esa sensación será todavía mayor.
Amenazas en su trabajo
Con el término de amenazas hacemos referencia a que los trabajadores pueden ver cómo su puesto pende de un hilo, o pensando que quizás se les reduzca la autoridad que pueden tener en ciertos departamentos. Claro que esto también va ligado a lo dicho anteriormente con el factor desconocido ante el cambio organizacional.
Se resisten a experimentar
Porque no siempre los cambios son negativos. Pero a priori tendemos a pensar en lo peor. De ahí que la resistencia que ponemos también aumente. Cualquier tipo de cambio se ve como un peligro en cuestión de trabajo o quizás, hasta de sueldo.
Miedo a salir de la zona de confort
Cuando algo resulta cómodo, es complicado que queramos alterarlo, de la manera que sea. De ahí que cuando en un trabajo hemos conseguido una estabilidad y un control sobre él, siempre es más complicado recibir con buenos ojos los cambios.
Cuáles son las mejores técnicas para hacer frente a la resistencia al cambio en las empresas
Uno de los primeros pasos que se deben dar es el de fijar una serie de objetivos. Ya que una vez que los empleados los tengan delante, seguro que sus mentes cambiarán de manera radical y esos pensamientos ya no serán tan negativos. De ahí que estén dispuestos a ceder un poco más y mejor. Se debe explicar bien las metas que la empresa pretende conseguir.Pero eso sí, después de explicar dichas metas, nada como integrar a todos y cada uno de los empleados. Porque así se deja ver que el trabajo en equipo es uno de los puntos vitales en el esfuerzo y en la productividad de la empresa.Cuando hay temor, quizás buena parte de él sea por las dudas a las que nos podemos enfrentar cada día. De ahí que para poder implementar o hacer frente a la resistencia al cambio en las empresas, nada como hablar claramente. Hacer una exposición de las circunstancias y dejar que las preguntas lleguen para responder de manera concisa. Tener una buena comunicación es fundamental para disipar las dudas y para intentar motivar a todos los empleados. Seguro que cuando sepan que su participación es imprescindible, todo cambia a mejor. De ahí que se debe generar un compromiso, pero para que así sea, primero este tiene que venir de los superiores. Ya que dicen que la alegría puede ser contagiosa y las ganas, también. Por eso, cuando estamos ante una persona con una firme convicción, será más sencillo que se haga entender por parte de los demás. Además, todo tipo de transformación necesita de unos pasos. Ya no solo en cuestión de objetivos como hemos comentado, sino que ahora hacemos referencia al tiempo. Es decir, no se puede cambiar algo así de la noche a la mañana, por eso, si lo hacemos con tiempo, seguro que le daremos ese respiro necesario a todos los componentes del equipo para que se hagan con la nueva situación.Es más, también se pueden aportar datos concretos. Ya que cuando se ven hechos probados, los miedos se pueden ir disipando poco a poco. Porque el cerebro encaja mucho mejor al ver todo de manera práctica y no solo dicho con palabras. Si los datos son más que convincentes, seguro que será otro pasito adelante para salir de ese bucle en contra de los cambios de organización. Seguro que aplicando estas técnicas, se conseguirá dejar de lado la resistencia al cambio en las empresas.