Laura Ortega acabó la carrera de Psicología allá por el año 2006. Desde entonces, mediante un compromiso firme con el mundo de la discapacidad, llegó el momento en que, tras realizar un máster en Psicología Clínica y desarrollar diversas prácticas en diferentes colectivos y organismos, puso mucho empeño y logró trabajar en AMPY, la Asociación de Personas con Discapacidad Intelectual de Yecla.
AMPY es una entidad tan grande como diversa, con tres centros dependientes de la propia asociación: un Centro de Día, un Colegio y una Residencia. Estos servicios son prestados por cerca de ochenta profesionales en sus diferentes ramas a aproximadamente cien usuarios.
Sería muy extenso hablar de todo lo que me ha comentado Laura sobre AMPY en su conjunto: trayectoria, fines, organigrama del centro, compromiso con la administración, implicación de los padres, necesidades de ampliación, inserción laboral, proyectos, etc.
El Centro de Día, un pilar fundamental
Estos tres centros, con sus correspondientes direcciones, son los pilares que fundamentan la asociación. En esta ocasión, quiero hablarles del Centro de Día y su ingente labor, cuyo objetivo principal es la integración, desarrollada a partir de las necesidades de cada usuario gracias al programa de atención especializada.
Los talleres de carpintería, herrajes, cocina, manualidades y relajación, así como las actividades de lectura, forman parte del programa. Todo ello está basado en el aprendizaje y la mejora de las capacidades cognitivas, además de la participación e integración laboral.
Laura me cuenta que los tiempos están cambiando y que aquella época en la que se trataba a los hijos como si estuvieran «entre algodones» ya quedó atrás. Desde principios de este año, además de trabajar en la mejora y calidad de los servicios, se está implementando, poco a poco, un proyecto ambicioso proveniente de la Unión Europea: el PCP, Programa Centrado en la Persona. Este proyecto busca acompañar a la persona en su proyecto de vida.
Se trata de un plan complejo que permite a los usuarios tomar decisiones, escuchándolos y orientándolos junto a sus familiares y equipos de apoyo. Todo esto requiere tiempo y un mayor número de profesionales para poder atender a dos o tres casos cada uno, como máximo. En consecuencia, se necesita una mayor dotación de recursos para lograr esta aspiración, que tiene como horizonte el año 2027.
Huerto ecológico y proyectos innovadores
La parcela con el huerto ecológico y el proyecto avícola, que incluye la cría de gallinas, se inscriben dentro de los oficios tradicionales y permiten aliviar la despensa del centro. Estas actividades también forman parte del espíritu integrador de AMPY. De hecho, continúa en mente, aunque sea una tarea lenta, convertir el huerto en un Centro Especial de Empleo. Cuando esto sea posible y la actividad sea viable, podría proporcionar varios puestos de trabajo. Los centros especiales de empleo pueden aportar a la sociedad un impacto económico positivo, ya que los recursos recibidos se reinvierten de manera flexible en su ampliación y mejora.
Una asociación imprescindible
Me dejo algunas cosas en el tintero tras la amena conversación con Laura. Lo que queda claro es que AMPY es una asociación fundamental en Yecla para las personas con discapacidad y sus familias. Depende principalmente de subvenciones destinadas a personas en riesgo de exclusión social.
También es evidente que la vida se abre paso: los usuarios del centro tienen edades comprendidas entre los 21 y los 65 años; faltan plazas; hay padres que ya son muy mayores y cuyos hijos también lo son. Además, la asociación tiene en marcha proyectos tan decisivos como necesarios para ampliar y continuar prestando un servicio integrador que cubra las necesidades de una parte importante de la población.
La discapacidad intelectual implica una serie de limitaciones, pero AMPY, después de cincuenta años de trayectoria, es un referente en Yecla. Sin entrar en detalles (para no meterme en camisa de once varas), es evidente que alzar la voz para defender a colectivos como este, allí donde sea necesario, es fundamental. No todas las personas con diversidad encuentran su sitio, y no todas ellas, independientemente de sus capacidades, tienen su oportunidad.
BB una tila. Déjate los güisquis que luego sueltas una retahíla de imbecilidades que cuando se te pasa el efecto te tienes que abochornar.
BB yo opino tú insultas. Muy propio del odio del fascismo.
Tampoco entiendo muy bien el cabreo del BB. Por decir el conflicto de la Asociación con el cura?
BB si tú entiendes el «conflicto» lo explicas. Control y egoísmo?
Termino como se debe hacer con un fanático de extrema derecha…
Tus insultos me los paso por allí mismo.
«El fascismo se combate, democráticamente, pero se combate»
Por favor deja la bebida. Estando bien en tampoco especio no puede agredir más.
estás tan podrido por dentro como todos lo de tu ideología fascista y totalitaria, eres repugnante, miserable, ruin, mezquino y defensor de los delincuentes, fascistilla de medio pelo, hazte un favor y háznoslo a los demás, cállate, que tus comentarios son repugnantes además de repetitivos, no aportas nada que no sea odio y división.
Lavate la boca, copernicus, que te huele mucho el pozo y das mucho asco.
Me quedo con que AMPY es una Asociación imprescindible.
Esto, pienso que es compartido por todos.
Mi duda es si persiste el «conflicto» que ha venido siendo noticia, con juicios incluidos, por un asunto difícil de entender ante una Asociación que en opinión de todos/as es tan necesaria.
Si es imprescindible, por eso hay profesionales tan capacitados como bien debe conocer la directora.
Hay una canción que dice: «mí mamá me decía que cantara y que bailara pero que no me metiera en camisa de once varas»
En cosas tan importantes esto solo es una estrofa de una canción.
Otro rollo made in José Antonio Ortega
Escribe como hace 50 años, lenguaje anticuado, construcción de oraciones simples y ordinarias.
Un pelma y pesado.
Que grande Laura