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viernes, septiembre 26, 2025 🍇 🍷 🎺
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Pacto por los jóvenes, también en Yecla

El Instituto Juan de Mariana acaba de publicar un informe que confirma una tendencia clara: mientras los mayores de 65 años han incrementado su renta y patrimonio, los jóvenes han perdido capacidad adquisitiva. Han visto cerrarse el acceso a la vivienda y se han tenido que conformar con contratos precarios y salarios insuficientes. Desde 2008, los trabajadores jóvenes han perdido un 3% de ingreso real. El desempleo juvenil se mantiene 10 puntos por encima de la media europea y el consumo de los menores de 30 se ha reducido un 36% desde 2006.
La vivienda —la falta de acceso a la misma— es el epicentro de la desigualdad. Quien compró hace décadas su casa acumula patrimonio creciente; quien no lo hizo, enfrenta alquileres y precios hipotecarios que devoran cualquier salario. A ello se suma el auge del alquiler turístico, que ha convertido la vivienda en un activo financiero antes que en un derecho social.

Modelo productivo y salarios estancados

Además, seguimos explotando un modelo productivo que condena a los jóvenes. La inmigración y el turismo masivo han sostenido el crecimiento del PIB, pero a costa de cimentarlo en sectores de baja productividad y salarios reducidos. El problema no son los inmigrantes, sino la falta de diversificación económica.

Y llega la IA. Aquellos trabajos que servían como puerta de entrada y como espacio de aprendizaje práctico para los jóvenes ya no existen o se están transformando aceleradamente. Estas nuevas herramientas cierran puertas a los primeros empleos. El modelo clásico de desarrollo profesional —empezar desde abajo, aprender gradualmente y crecer en la empresa— empieza a verse comprometido.

En Yecla, la existencia de un lobby empresarial en posición de monopolio (ninguna otra industria compite en salarios) y unos sindicatos atrapados en dinámicas ideológicas y alejados de la realidad del joven favorecen que los salarios se estanquen, a pesar de que los márgenes empresariales son elevados. El resultado: trabajadores sin fuerza colectiva frente a lobbies organizados.

El mercado laboral juvenil es frágil: becas, prácticas, subempleo y contratos precarios son, casi siempre, la única puerta de entrada a la vida profesional. Les dijimos que el esfuerzo y la capacitación —hoy mayores que nunca— eran el camino del ascenso; constatan que no es del todo verdad.

Parece que la herencia es la única escalera de ascenso social que les queremos dejar. Los jóvenes accederán a la riqueza no por su esfuerzo o méritos, sino por herencia. Esto rompe con el ideal de la meritocracia, alimenta la frustración y erosiona la confianza en el contrato social. Una sociedad donde el futuro depende de la herencia y no del trabajo está condenada a la desigualdad estructural.

Un pacto local con medidas concretas

Yecla se encamina, como el resto de España, hacia una economía dual: rentistas mayores con pensiones blindadas (25% de los votantes y creciendo) frente a jóvenes que pagan más, cobran menos y no acceden a patrimonio.
La solución no pasa por enfrentar a jóvenes y mayores, sino por un pacto intergeneracional que garantice equilibrio y sostenibilidad. Algunos ejes de actuación en el ámbito local serían:

  1. Vivienda: aumentar la oferta asequible, regular el alquiler turístico y estimular la rehabilitación.
  2. Trabajo: salarios dignos vinculados a la productividad, incentivos al primer empleo estable y modernización de la negociación colectiva.
  3. Fiscalidad: mayor contribución de las rentas de capital y patrimoniales.

Hoy más que nunca, Yecla necesita un pacto por los jóvenes. No se trata solo de justicia social, sino de supervivencia económica. Un pueblo que condena a sus jóvenes a la precariedad está condenando también su propio futuro.

Sin jóvenes con independencia, capacidad de consumo, acceso a vivienda y confianza en el sistema, no habrá crecimiento, no habrá clase media y, finalmente, tampoco habrá sostenibilidad para el Estado del bienestar.

Al gobierno municipal le pedimos presupuestos valientes, orientados al mañana y no solo al próximo ejercicio. Menos gestos cortoplacistas y más proyectos que siembren futuro.
A nuestros empresarios, convenios que reconozcan el talento y lo retengan. No falta talento en Yecla; lo que falta es voluntad de competir por él.

A los sindicatos, recuperar la voz de los jóvenes en las negociaciones y la ambición de transformar de verdad el marco laboral.

Este pacto no es un lujo ni un gesto simbólico: es la mejor herencia que podemos dejar. Un futuro en el que los jóvenes encuentren oportunidades y Yecla conserve su espíritu emprendedor y solidario. Un futuro que construyamos entre todos.

Conrado Padilla Marco
Conrado Padilla Marco
“Mi Rincón de Pensar”. Donde con pasión y determinación, mente abierta y creatividad, abrazo las ideas de cambio que, humildemente, creo que pueden ayudar a trasformar mi pueblo, Yecla. Contacta conmigo en conrado.padillam@gmail.com

El Instituto Juan de Mariana acaba de publicar un informe que confirma una tendencia clara: mientras los mayores de 65 años han incrementado su renta y patrimonio, los jóvenes han perdido capacidad adquisitiva. Han visto cerrarse el acceso a la vivienda y se han tenido que conformar con contratos precarios y salarios insuficientes. Desde 2008, los trabajadores jóvenes han perdido un 3% de ingreso real. El desempleo juvenil se mantiene 10 puntos por encima de la media europea y el consumo de los menores de 30 se ha reducido un 36% desde 2006.
La vivienda —la falta de acceso a la misma— es el epicentro de la desigualdad. Quien compró hace décadas su casa acumula patrimonio creciente; quien no lo hizo, enfrenta alquileres y precios hipotecarios que devoran cualquier salario. A ello se suma el auge del alquiler turístico, que ha convertido la vivienda en un activo financiero antes que en un derecho social.

Modelo productivo y salarios estancados

Además, seguimos explotando un modelo productivo que condena a los jóvenes. La inmigración y el turismo masivo han sostenido el crecimiento del PIB, pero a costa de cimentarlo en sectores de baja productividad y salarios reducidos. El problema no son los inmigrantes, sino la falta de diversificación económica.

Y llega la IA. Aquellos trabajos que servían como puerta de entrada y como espacio de aprendizaje práctico para los jóvenes ya no existen o se están transformando aceleradamente. Estas nuevas herramientas cierran puertas a los primeros empleos. El modelo clásico de desarrollo profesional —empezar desde abajo, aprender gradualmente y crecer en la empresa— empieza a verse comprometido.

En Yecla, la existencia de un lobby empresarial en posición de monopolio (ninguna otra industria compite en salarios) y unos sindicatos atrapados en dinámicas ideológicas y alejados de la realidad del joven favorecen que los salarios se estanquen, a pesar de que los márgenes empresariales son elevados. El resultado: trabajadores sin fuerza colectiva frente a lobbies organizados.

El mercado laboral juvenil es frágil: becas, prácticas, subempleo y contratos precarios son, casi siempre, la única puerta de entrada a la vida profesional. Les dijimos que el esfuerzo y la capacitación —hoy mayores que nunca— eran el camino del ascenso; constatan que no es del todo verdad.

Parece que la herencia es la única escalera de ascenso social que les queremos dejar. Los jóvenes accederán a la riqueza no por su esfuerzo o méritos, sino por herencia. Esto rompe con el ideal de la meritocracia, alimenta la frustración y erosiona la confianza en el contrato social. Una sociedad donde el futuro depende de la herencia y no del trabajo está condenada a la desigualdad estructural.

Un pacto local con medidas concretas

Yecla se encamina, como el resto de España, hacia una economía dual: rentistas mayores con pensiones blindadas (25% de los votantes y creciendo) frente a jóvenes que pagan más, cobran menos y no acceden a patrimonio.
La solución no pasa por enfrentar a jóvenes y mayores, sino por un pacto intergeneracional que garantice equilibrio y sostenibilidad. Algunos ejes de actuación en el ámbito local serían:

  1. Vivienda: aumentar la oferta asequible, regular el alquiler turístico y estimular la rehabilitación.
  2. Trabajo: salarios dignos vinculados a la productividad, incentivos al primer empleo estable y modernización de la negociación colectiva.
  3. Fiscalidad: mayor contribución de las rentas de capital y patrimoniales.

Hoy más que nunca, Yecla necesita un pacto por los jóvenes. No se trata solo de justicia social, sino de supervivencia económica. Un pueblo que condena a sus jóvenes a la precariedad está condenando también su propio futuro.

Sin jóvenes con independencia, capacidad de consumo, acceso a vivienda y confianza en el sistema, no habrá crecimiento, no habrá clase media y, finalmente, tampoco habrá sostenibilidad para el Estado del bienestar.

Al gobierno municipal le pedimos presupuestos valientes, orientados al mañana y no solo al próximo ejercicio. Menos gestos cortoplacistas y más proyectos que siembren futuro.
A nuestros empresarios, convenios que reconozcan el talento y lo retengan. No falta talento en Yecla; lo que falta es voluntad de competir por él.

A los sindicatos, recuperar la voz de los jóvenes en las negociaciones y la ambición de transformar de verdad el marco laboral.

Este pacto no es un lujo ni un gesto simbólico: es la mejor herencia que podemos dejar. Un futuro en el que los jóvenes encuentren oportunidades y Yecla conserve su espíritu emprendedor y solidario. Un futuro que construyamos entre todos.

Conrado Padilla Marco
Conrado Padilla Marco
“Mi Rincón de Pensar”. Donde con pasión y determinación, mente abierta y creatividad, abrazo las ideas de cambio que, humildemente, creo que pueden ayudar a trasformar mi pueblo, Yecla. Contacta conmigo en conrado.padillam@gmail.com
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3 COMENTARIOS

  1. Dos pinceladas. Lo importante de la economía dual, está dicho. NO enfrentar a pensionistas que en muchos caso acreditan casi 50 años de cotización, con jóvenes. Si estos tienen bajos salarios (menor renta) es porque existe una patronal que de forma histórica ha querido ser competitiva a base de pagar poco y en B.
    El desempleo de jóvenes, la aplicación de las nuevas tecnologías al proceso productivo, hace que el empleo se resienta, para jóvenes y menos jóvenes. Quién más se resiente, es aquel, por lo que sea, se queda en paro con 50 años, el mercado laboral se le cierra.
    Si hay más paro, no se entiende la cerrazón de la CEOE de impedir la reducción de la jornada semanal a 37,5 horas. Cuando el empleo escasea se reparte. «Labore meno, labore tutti» que dicen los italianos.
    Si estoy de acuerdo que el problema no son los inmigrantes (ultras tomar nota) es la falta de diversificación económica. Ojalá nunca tengamos que pagar un peaje por no corregir esto.
    También estoy de acuerdo con una mayor fiscalidad a las rentas del capital y patrimoniales. Todo lo contrario que hizo Montoro. Perdonar impuestos a las grandes corporaciones.
    ¿Lobby empresarial? No lo veo. Los «emprendedores» son muy individualistas.
    Y como todo lo que escribe Conrado es muy interesante y da para mucho, cierro con los «salarios estancados».
    Esto no es producto de la casualidad. Dice mi tío, que en los convenios si los sindicatos aprietan le dicen que las subidas que solicitan dejarían a las empresas fuera de mercado (no competitivas), se resentiría el empleo y todo eso, por más que los sindicatos conozcan los grandes beneficios que se están produciendo en el sector mayoritario del pueblo, no obtienen premio.
    Hay una petición que debe de subsanarse en el próximo convenio, que «atenta contra la salud» de trabajadores/as. Ir unas horas al médico y que te quiten el plus de asistencia de todo el mes.
    Resisten, ya van al médico con «la cabeza bajo el brazo» en tal de mantener el plus.
    Lo arreglan o habrá historias, por muy desmovilizados que estén estos jóvenes.
    Los jóvenes se quejan mucho (con razón) pero hacen poco, deberían saber, lo que un día me dijo una persona, con mucho recorrido… delante de la policía: «si quieres conseguir algo, no dejes que otros lo hagan por ti, lucha»
    La vivienda algo no fácil en una economía de libre mercado. Recuerdo en Yecla algo se hizo, que grupos de personas se juntaron para hacer viviendas en régimen de cooperativa.
    Tardaron en cargarse ese modelo. Le ponían pegas por todo sitio.
    Si queda algo que lo complete otro/a.

  2. Suelo coincidir mucho con Gerardo, pero quiero puntualizar dos cosas.
    La primera es que no tiene en cuenta el «aprovechamiento» que una cierta clase de empresarios hacen ante las necesidades de trabajo de los jóvenes, donde le importa pagarles lo menos posible por trabajos que no le van a dar un aprendizaje que les permita un desarrollo en la profesión. No quiero citar nombres pero marcas importantes de nuestra ciudad que todos conocemos tienen un elevado indice de rotación en el empleo (entran y salen de sus fabricas continuamente) de personas jóvenes que no encuentran respuesta en esas empresas a sus intereses profesionales y económicos.
    La segunda es que desde lo local SI SE PUEDE hacer algo: la realidad social es mucho más rica que la que representa nuestro ayuntamiento. Creo que desde que nuestro Ayuntamiento lleva siendo gobernado por el PP, se ha buscado anular el debate social, anular nuevas ideas, domesticar a las asociaciones y colectivos locales (subvencionitis), por ello creo necesario darle la vuelta, empezar creando espacios de debate abiertos a nuevas ideas (se puedan o no llevar a cabo, ya se verá), pero tengo serias dudas de que al gobierno municipal del PP les interese, ya lo ví cuando el pasado año participe en la encuesta para desarrollar el «primer-plan-estrategico-local-de-juventud-2025-2028» (que por cierto no era el primero ya que si existía uno anteriormente pero que no se ha desarrollado)
    Si se plantea abrir un debate social abierto para ese «Pacto por los jóvenes», allí estaré aportando ideas, pero mucho me temo que esto el gobierno del PP no lo va a permitir.

    No quiero terminar sin compartir un articulo de opinión que viene al cuento y que me ha gustado leer porque me ha hecho pensar…

  3. ¡Pacto por los jóvenes! Título muy rimbombante (ostentoso, llamativo) que lleva más peligro que «islero».
    Basarse en un estudio del Instituto Juan de Mariana contiene unas orientaciones muy de «clase» oligárquica. Es de orientación «liberal», como Milei, con lazos con empresa yanqui, fuertemente financiada por potentes empresas energéticas (por no dar publicidad a esta empresas) tabacaleras…
    El decir que los jóvenes están peor que los mayores (jubilados+65 años) es el mantra que están utilizando todos los medios de comunicación, escritos, radios, tv…en manos de la oligarquía económica, para enfrentar a jóvenes con mayores, con la intención de dividir la sociedad para imponer el relato de las pensiones y la sanidad pública son «insostenibles». »
    «Si hasta los jóvenes están peor»
    El 5% del PIB ordenado por Trump para comprarles armas al complejo industrial-militar USA si es sostenible.
    Salgo para s Pola, en unas horas un comunicado.

Conrado Padilla Marco
Conrado Padilla Marco
“Mi Rincón de Pensar”. Donde con pasión y determinación, mente abierta y creatividad, abrazo las ideas de cambio que, humildemente, creo que pueden ayudar a trasformar mi pueblo, Yecla. Contacta conmigo en conrado.padillam@gmail.com
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