El pasado domingo, 28 de agosto, el joven yeclano Patricio Puche participó en la prueba Ironman de Vichy, en Francia, que consistía en 3,8 kilómetros a nado, 180 kilómetros en bici y 42,2 kilómetros de carrera a pie. Y el resultado fue magnífico para el joven yeclano, pues la completó en menos de 10 horas (9h 51 minutos), entrando en la posición 23 de su categoría (25-29 años) y 170 de la general en una prueba donde participaron más de 2.300 deportistas.
La prueba comenzó a las 6.50 horas de la mañana. Primero, fue la competición de natación, que se disputó sin neopreno por estar el agua a más de 24 grados y con un nuevo sistema de salida en el que salen cuatro triatletas cada tres segundos. La natacion fue muy limpia y sin problemas, algo más lenta de lo esperado pero sin importancia en una competición tan sumamente larga.
Tras esta primera prueba, llegó el turno de la bici. La transición en el Centre Omnisport del hipódromo de Vichy fue espectacular y con un gran ambiente. La bici fue rápida y con muy buenas sensaciones a más de 36km/h de media. Sin embargo, en el kilómetro 120 se le salió una barra del acople, pues las carreteras eran muy malas y tantas vibraciones provocaron que se aflojasen algunos tornillos. Patricio se libró de la caída por ir cogido al manillar pasando una zona de baches. Pero perdió un cuarto de hora junto a un francés que le ayudó en la reparación. «Al volver a la prueba me costó mucho volver a centrarme y volver a entrar en carrera, porque encima se levantó mucho viento de tormenta y las últimas dos horas de bici fueron un suplicio», reconoce Patricio.
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Por último, tenía lugar la carrera a pie, una maratón de 42 kilómetros. «La carrera a pie la empece a muy buen ritmo, toda la primera vuelta lloviendo, pude correr muy rápido los primeros 10,5 km. Después salió el sol y la vuelta 2 y 3 ya con mucho calor a 35 grados y con mucha humedad por el río fueron duras y largas. Cuando empecé la cuarta y última vuelta vi que, a pesar de todo, bajar de 10 horas era viable y me pegue una última vuelta a muy buen ritmo luchando por bajar de ese tiempo».
Finalmente, Patricio consiguió su complicadísimo objetivo y bajó de las 10 horas. Es más, si no hubiera perdido tiempo en la reparación de su bicicleta, habría entrado en meta en 9h. 30 minutos, una hazaña digna de mención.