Encontrar un trabajo no es fácil para nadie en el mercado laboral actual, incluso para ciertos colectivos como las personas con discapacidad, esta búsqueda puede ser especialmente desalentadora.Y es que, en ocasiones, encontramos entrevistadores que pueden desviar su atención en la discapacidad y centrarse en lo que una persona tiene dificultad para hacer en lugar de centrarse en todo lo que puede aportar. La buena noticia es que cada vez son más las empresas que se han comprometido a ampliar su contratación de la diversidad para incluir a las personas con discapacidad. Por ejemplo, Microsoft, SAP y Walgreens cuentan con programas para ofrecer puestos de trabajo a personas con trastorno del espectro autista.¿Preparado para empezar la búsqueda? Estos cinco consejos pueden ayudar a que la búsqueda de empleo con una discapacidad sea menos tediosa y a que tú seas el centro de atención, no tu discapacidad.
Céntrate en lo que puedes hacer, no en lo que no se puedes
Todos los solicitantes de empleo deben convencer al entrevistador de que están a la altura de los requisitos del puesto. Si tienes que pedir una adaptación, exprésalo en términos positivos: «Mientras pueda entrar con mi silla de ruedas por la puerta, puedo asistir a la reunión».
A los entrevistadores siempre les convence más alguien que ofrece un plan detallado que alguien que se limita a decir: «Claro que puedo hacerlo». Así que explica no solo que puedes hacer el trabajo, sino cómo.
Habla sólo de lo necesario sobre tu discapacidad
Si te piden una entrevista en la quinta planta de un edificio sin ascensor y no puedes subir las escaleras, tendrás que explicarlo con antelación. No obstante, si tienes una discapacidad que no requiere adaptaciones ni afecta a tu capacidad para desempeñar las funciones del trabajo, no tienes ninguna obligación legal de revelar tu discapacidad a un posible empleador.
En España podemos encontrar vehículos adaptados para personas con discapacidad, lo que permitirá que estos usuarios puedan desplazarse en su propio vehículo, sin necesidad de que la empresa tenga que prestar apoyo en este sentido a los trabajadores.
Solicita las adaptaciones necesarias de tu puesto de trabajo
No debes sentir vergüenza por solicitar una adaptación que necesites para poder realizar con éxito tu trabajo, pero para ello primero recuerda revelar tu discapacidad.
Eso sí, intenta que sean adaptaciones necesarias y razonables. Una adaptación razonable es cualquier modificación o ajuste de un puesto o entorno de trabajo que permita a un empleado con una discapacidad realizar las funciones esenciales del puesto. Algunos ejemplos de ajustes razonables son la modificación de la altura de los escritorios y equipos, la instalación de lupas en la pantalla del ordenador o la instalación de telecomunicaciones para sordos.
Saber qué tecnologías te ayudarían a destacar en el trabajo puede hacerte más atractivo para los posibles empleadores.
Aprovecha tu experiencia laboral
Una forma de resaltar tus puntos fuertes ante el director de recursos humanos es hablar de cómo has destacado en trabajos anteriores.
Para ello, proporciona pruebas verificables de que puedes hacer el trabajo y hacerlo bien.
Señala los trabajos anteriores o, si no tienes ninguno, las prácticas o el trabajo voluntario, demuestra que puedes hacer el trabajo.
Ten confianza en ti mismo
La actitud del solicitante de empleo tiene un gran impacto en la obtención o no del trabajo.
Si te sientes cohibido por tu discapacidad o crees que no tienes muchas aptitudes para el trabajo, intenta aumentar tu confianza en ti mismo antes de la entrevista. Si no has tenido un trabajo antes, piensa en las habilidades que has aprendido en tus aficiones. Descubrirás que tienes más habilidades de las que te imaginabas.