La Fiscalía solicita once años de prisión para un hombre acusado de agredir sexualmente a una menor de edad en Yecla. Según el Ministerio Público, el presunto ataque se produjo a finales de 2018 o comienzos de 2019, cuando la niña, que entonces tenía 13 años, visitó la vivienda que su tía compartía con el acusado.
Los hechos, recogidos en el escrito de conclusiones provisionales, relatan que la adolescente dormía junto a su prima, también menor de edad, cuando el procesado entró en la habitación. La Fiscalía sostiene que el hombre se acercó a la menor y la agredió sexualmente, realizando tocamientos e introduciéndole los dedos en la vagina. Según el relato, la víctima permaneció inmóvil y fingió dormir por miedo al acusado.
Peticiones de la Fiscalía
Además de la pena de prisión, la acusación reclama que el procesado quede sometido a siete años de libertad vigilada tras cumplir condena. Esta medida incluiría una prohibición de acercarse o comunicarse con la víctima, así como la obligación de participar en un programa de educación sexual.
La Fiscalía también solicita que se le inhabilite durante 20 años para cualquier actividad profesional o voluntaria que implique contacto regular con menores de edad.
La defensa niega la agresión
Según publica el diario La Verdad, la defensa niega de forma categórica los hechos. El letrado del acusado sostiene que existe una “ausencia total de prueba de cargo” y resalta las contradicciones e imprecisiones en el relato de la denunciante.
Estas discrepancias llevaron a las partes a rechazar cualquier posibilidad de acuerdo. La Audiencia Provincial había fijado una vista para el próximo 14 de julio con el objetivo de tantear un posible consenso, pero finalmente se suspendió tras la negativa de ambas partes a reconsiderar sus posturas.
Consulta información oficial sobre protección a víctimas en la web del Ministerio de Igualdad
Juicio fijado para 2029
La falta de acuerdo y la carga de trabajo del tribunal han aplazado el procedimiento. El juicio se celebrará en 2029, lo que supondrá que la causa se resuelva una década después de los hechos denunciados.
La acusación mantiene que el relato de la menor es verosímil y que el acusado se aprovechó de la situación de confianza familiar. La defensa, por su parte, insiste en que no hay pruebas sólidas que sustenten la acusación y solicitará la absolución.
Mientras tanto, la víctima y su entorno deberán esperar varios años más para que la justicia se pronuncie sobre este delicado caso.