La Región de Murcia ocupa posiciones rezagadas en el número de profesionales sanitarios colegiados por cada 1.000 habitantes. Así lo indican los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que sitúan a la comunidad en los puestos 14º en médicos (5,74 por cada mil) y 15º en enfermería (4,99 por cada mil), por debajo de la media nacional.
A nivel estatal, el número de profesionales sanitarios superó por primera vez el millón en 2024, con un total de 1.008.764 colegiados, lo que representa un incremento del 2,6% respecto al año anterior. Sin embargo, el crecimiento no se ha traducido en una mejora homogénea en todas las comunidades.
Por debajo de la media nacional
Mientras la media nacional se sitúa en 7,21 enfermeros y 6,33 médicos por cada mil habitantes, Murcia no alcanza ninguna de estas cifras. En contraste, comunidades como Aragón (7,46 médicos), Asturias (7,43) o Madrid (7,33) lideran el ranking. Lo mismo ocurre con la enfermería, donde Cantabria (9,32), Navarra (8,92) o el País Vasco (8,76) encabezan la estadística.
Murcia solo supera a Baleares (4,99), Galicia (5,24) y Castilla-La Mancha (4,94) en personal de enfermería colegiado, lo que supone un reto importante para la atención sanitaria, especialmente en áreas rurales o con mayor dispersión geográfica.
Profesionales envejecidos
El informe también pone el foco en la edad de los colegiados, destacando que los médicos y farmacéuticos presentan los mayores porcentajes de profesionales mayores de 65 años: un 27% y un 18,6% respectivamente. Esta situación anticipa posibles problemas de relevo generacional, especialmente en regiones como Murcia con tasas más bajas de personal joven.
Por el contrario, profesiones como terapeutas ocupacionales (86,6% menores de 45 años), dietistas nutricionistas (83,2%) o fisioterapeutas (74,6%) presentan un perfil más rejuvenecido, lo que refleja el crecimiento de estas disciplinas en los últimos años.
Una sanidad que necesita refuerzos
Desde distintos colectivos sanitarios se reclama un refuerzo urgente de las plantillas y una mejora en la distribución territorial de los profesionales. El aumento de población, el envejecimiento de los ciudadanos y la presión asistencial hacen cada vez más necesario incrementar las plazas MIR y EIR en las comunidades autónomas con menor cobertura.
Recientemente, el déficit de recursos también fue motivo de preocupación a nivel local, como quedó patente cuando el pleno municipal de Yecla exigió una residencia pública para mayores, ante la insuficiencia de plazas para atender la creciente demanda en la ciudad.
El papel del Ministerio de Sanidad y de los gobiernos autonómicos será clave para planificar una cobertura sanitaria adecuada y sostenible en los próximos años.
