Si algo nos une a los yeclanos más que el vino, las fiestas de San Isidro o la Virgen del Castillo es, sin duda, nuestra asombrosa fidelidad a la rutina gastronómica
Desde principios a mediados de siglo, la alimentación, por la escasez de medios y la falta de recursos existentes en la época, estaba basada principalmente en los productos que ofrecía la naturaleza y el campo