La Región de Murcia apenas cuenta con 8,5 puntos de carga rápida por cada 1.000 kilómetros de carretera, situándose entre las cinco comunidades autónomas con peor cobertura en esta infraestructura clave para la movilidad eléctrica. Así lo denuncia un reciente estudio elaborado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), a partir de datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
Junto a Murcia, también presentan cifras muy bajas Canarias (3,3/1.000 km), Galicia (3,5), Extremadura (6,2) y Baleares (6,5). Según la OCU, este déficit impide el desarrollo del coche eléctrico en muchas zonas del país.
El coche eléctrico no despega
En España se venden más de 40 modelos eléctricos por menos de 35.000 euros, pero solo el 6,9% de los vehículos nuevos son eléctricos puros. La cifra es muy inferior al 18,2% en Francia o al 20,8% en Portugal, lo que evidencia el retraso nacional en la adopción de este tipo de movilidad.
“La falta de electrolineras impide que la compra de coches eléctricos despegue”, afirma la OCU, que también denuncia que los trámites para conectar una estación de carga a la red pueden tardar más de dos años.
Madrid y País Vasco, en cabeza
Por contraste, solo cinco comunidades superan los 20 puntos de carga rápida por cada 1.000 kilómetros. Encabeza la lista la Comunidad de Madrid (94,1), seguida del País Vasco (55,6), La Rioja (23,5), Cataluña (21,6) y la Comunidad Valenciana (21,5).
La OCU destaca que hay grandes zonas sin cobertura en el interior peninsular, incluyendo Aragón, Castilla-La Mancha, Castilla y León y Navarra, y reclama más ayudas para la instalación de puntos de carga en la llamada «España vaciada», donde la rentabilidad tarda más en llegar.
Puntos fuera de servicio
A la falta de cobertura se suma otro problema: el mal funcionamiento de muchas estaciones. Según Anfac, la patronal de fabricantes de vehículos, España cuenta con 46.358 puntos públicos operativos, pero 13.072 están fuera de servicio, lo que supone un 22% del total.
La OCU pide revisar el modelo de despliegue de infraestructura y mejorar tanto los puntos lentos, con precios asequibles, como los rápidos en carretera. Además, solicita mejorar la gestión del Plan Moves, permitiendo que las ayudas se apliquen de forma directa en la compra del vehículo, reduciendo la espera para los compradores.
En Yecla, la situación no es ajena a este problema general. La ciudad apenas cuenta con unos pocos puntos de carga, y la mayoría no son de alta potencia, lo que limita su utilidad en desplazamientos largos. Ya en otras ocasiones, se ha evidenciado la necesidad de inversiones en infraestructuras, como cuando el pleno municipal reclamó una residencia pública para mayores, lo que demuestra la urgencia de avanzar también en servicios energéticos y de movilidad.