La segunda tormenta trajo más lluvia. La “gota fría” que se centra en la comarca del Altiplano dejó una importante cantidad de lluvia durante la pasada madrugada. Según datos de la estación meteorológica situada en el colegio La Paz de Yecla, se registraron 21 litros por metro cuadrado en el casco urbano en algo más de media hora de precipitaciones.
Sumadas las tormentas del domingo por la tarde, se han registrado algo más de 60 litros por metro cuadrado en las calles del municipio en forma de tormenta.
Anoche la lluvia provocó dificultades en el tráfico y la actuación de los bomberos en el achique de agua, según emergencias. Fue una situación menos conflictiva que la del domingo donde la Policía Local sumó 35 llamadas de vecinos para pedir ayuda o informar de hechos relevantes que estaban ocurriendo. También el teléfono de emergencias 112 sumó 19 llamadas de vecinos de Yecla.
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Durante esta misma mañana , técnicos municipales comprobaron sobre el terreno las consecuencias de las precipitaciones para evaluar la situación en los caminos rurales. “Se han registrado numerosos arrastres de tierra y hay caminos rurales que han desaparecido completamente”, confirmó el concejal de Medio Ambiente del consistorio yeclano, Pedro Romero.
La zona sur del término municipal es la más afectada por las intensas precipitaciones registradas en los últimos días. “Hay parajes donde no ha llovido pero en la zona del paraje del Boalage, donde se formó la Rambla de Jumilla. Allí hay muchos destrozos”, comentaba el edil.
La agricultura
Además, ayer fue una jornada en la que los hombres y mujeres del campo estuvieron comprobando si había daños en los cultivos debido a la intensidad y cantidad de agua acumulada.
En la mayoría de los campos no hay daños significativos pero estas lluvias van a retrasar la vendimia respecto al año pasado; y si continúan en el tiempo pueden acarrear algún problema a la uva que todavía está en el proceso de maduración.
Lo único que preocupa a los enólogos es la humedad que la vid está soportando después de un invierno y una primavera cargados de precipitaciones. Además, este verano no ha sido excesivamente caluroso. “Ahora mismo no hay que alarmarse”, aseguró el enólogo de bodegas La Purísima, Pedro José Azorín, sobre la valoración que han realizado de las zonas de cultivo y las consecuencias de las precipitaciones.
Las lluvias sí que dejaban esta mañana imágenes de campos anegados en distintos cultivos. A unos les beneficia y a otros no tanto, pero “lo importante es que no hemos registrado granizo”, comentaba este enólogo.
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