“Saltaron los interruptores del cuadro eléctrico. Han escuchado una pequeña explosión y a partir de ahí…” se desató el infierno. Eso es lo que relataron a los servicios de emergencias los trabajadores del turno de noche de la empresa de colchones Rama cuyas instalaciones situadas en la carretera de Yecla a Jumilla han sido, en buena parte, pasto de las llamas.
“Las temperaturas que se registraban eran enormes. El cristal se derretía”, explicó el Sargento del parque de Bomberos de Yecla, Isidro Martínez.
Varias horas después se pudo controlar el incendio aunque se determinó que no podían hacer nada por salvar buena parte de la instalaciones y los 8 vehículos aparcados en el perímetro de la empresa que también terminaron calcinados.
Apenas un pasillo de unos 5 metros de ancho separa la nave calcinada de la que ha quedado intacta gracias al esfuerzo de los bomberos.
Afortunadamente no hay que lamentar daños personales en este incendio de unas instalaciones alquiladas a la empresa colchones Rama.
Esta tarde, 12 horas después del incendio, aún en el interior de las instalaciones el fuego seguía devorando lentamente algunos materiales en medio de un fuerte olor a destrucción.
Un retén de bomberos permanecía en la zona vigilando y refrescando la masa de color negro formada por las sustancias calcinadas. Junto a ellas, hierros retorcidos que colgaban de lo que quedaba del techo que colapsó . “No vamos a entrar en esa zona. Es mejor que el fuego se consuma solo”, explican los bomberos mientras comían algo y se refrescaban a las puertas de la empresa.
Uno de ellos relataba un nuevo peligro que había descubierto en este incendio: los resortes de los canapés. Esos elementos se convirtieron en proyectiles que salieron disparados cuando el fuego les alcanzó, atravesando incluso las puertas de hierro de la nave.
Ahora las aseguradoras determinarán las causas y responsabilidades, si las hubiera, de este espectacular incendio.