En un derbi cargado de emociones, el Yeclano Deportivo logró arañar un punto en su visita al estadio de El Rubial de Águilas, último duelo de la liga regular fuera de casa. El enfrentamiento, que culminó con un empate, estuvo marcado por la intensidad y la controversia hasta el último minuto.
Los de Adrián Hernández se despiden así con siete victorias, cinco empates y cinco derrotas lejos de La Constitución. Con 26 puntos, solo el Orihuela ha sido mejor lejos de su feudo, sumando un punto más.
Desde el inicio, el Águilas, que jugaba su última bala para poder optar a las eliminatorias de ascenso, mostró su intención de dominar el partido, presionando en campo contrario y generando las primeras oportunidades claras. La tensión se palpaba en el ambiente, y el público local apoyaba con fervor, esperando una más que necesaria victoria.
Los locales se adelantaron en el marcador gracias a un penalti que señaló el colegiado por mano de Olmedo dentro del área. Aunque la decisión no gustó al banquillo azulgrana, el colegiado no lo dudó y Isamel Athuman hizo el primero, a pesar de la buena estirada de Zarco.
El Yeclano, no obstante, demostró su resiliencia y se rehizo del gol, si bien es cierto los locales, muy necesitados de los tres puntos, pusieron un punto extra de tensión en el campo. En los últimos minutos de la primera mitad, el partido se frenó, descargando parte de la tensión acumulada, y se llegó al descanso con la victoria por la mínima del Águilas, aunque el Yeclano dispuso de varias ocasiones de peligro que no llegaron a fructificar.
La segunda parte comenzó con menos presión por parte de los locales, algo que aprovechó el Yeclano para empatar el partido por mediación de Juanje que aprovechó un centro al área de Serpeta. Este gol revitalizó al equipo visitante, que empezó a mostrar más confianza en su juego.
Aun así, el Águilas, obligado por las circunstancias del grupo, fue con todo hacia adelante en el último tramo del partido, mientras que el Yeclano aprovechaba cualquier espacio para lanzar contragolpes con cierto peligro.
La polémica se encendió en los últimos compases del juego. Una falta en el borde del área del Yeclano causó un clamor entre jugadores y aficionados, que veían en esa acción la posibilidad de un penalti no señalizado que podría haber cambiado el destino del partido.
Con el pitido final, el estadio estalló en contra del colegiado. El cuerpo técnico y los jugadores del Águilas también fueron a por él para mostrarle su malestar por las últimas decisiones. Por otro lado, el Yeclano sacaba un punto que de poco sirve tras el empate del Sevilla Atlético, que se proclama así campeón de liga de forma matemática y, por tanto, asciende Primera RFEF.
La próxima semana, la liga se cierra en Yecla. El Manchego llega a La Constitución muy necesitado de tres puntos que podrían darle la salvación en el último suspiro. Sin duda, partido de altura para cerrar el curso regular.
