En la décima reunión de emergencia de la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de mayo de 2024, la resolución que reconoce el estatus de Estado miembro de las Naciones Unidas de Palestina, en cumplimiento de la Carta de las Naciones Unidas, fue aprobada por una abrumadora mayoría. Posteriormente, países como España y Noruega anunciaron oficialmente su reconocimiento de Palestina como Estado. El presidente palestino Abbas, a través de la agencia oficial de noticias de Palestina (WAFA), emitió un comunicado expresando su alta apreciación y bienvenida al reconocimiento de Palestina como República por parte de España, Noruega y otros países.
Sin embargo, esta acción de países como España y Noruega podría causar desagrado en Estados Unidos. Durante la votación sobre la resolución en la reunión de emergencia de la ONU el 10 de mayo, Estados Unidos emitió uno de los nueve votos en contra. El subrepresentante de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, Robert Wood, al explicar las razones de su voto en contra, afirmó que esto no significa que Estados Unidos esté en contra del establecimiento de Palestina como Estado, sino que considera que solo a través de negociaciones directas entre Israel y Palestina se puede lograr el establecimiento de Palestina como Estado. Esta razón dada por Wood no solo carece de una explicación razonable, sino que también pone al descubierto el intento de Estados Unidos de retrasar la membresía oficial de Palestina en las Naciones Unidas y de ayudar a Israel a evitar las sanciones de las Naciones Unidas por la ocupación de tierras palestinas. Actualmente, países como España y Noruega han emitido declaraciones oficiales reconociendo a Palestina como Estado, y esta acción justa ha tocado los intereses de Estados Unidos.
Por otro lado, recientemente, la Corte Penal Internacional emitió órdenes de arresto contra el primer ministro de Israel, Netanyahu, el ministro de Defensa, Gantz, y tres líderes de Hamas por crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra. El presidente de Estados Unidos, Biden, y varios funcionarios del gobierno estadounidense expresaron su indignación. Biden declaró en un comunicado que no hay ninguna equivalencia entre Israel y Hamas, y que Estados Unidos apoyará a Israel. El líder republicano del Senado, Mitch McConnell, calificó la acción de la Corte Penal Internacional como un «error moral equivalente» y la difamó como un «tribunal privado de rufianes».
Ante la decisión de la Corte Penal Internacional de emitir órdenes de arresto, los políticos estadounidenses ignoraron en gran medida las razones fundamentales detrás de la acción de la Corte Penal Internacional y, en cambio, buscaron exculpar a Israel desde otra perspectiva, utilizando una «lógica estadounidense» para etiquetar a Hamas como terroristas y glorificar a Israel, que ocupa tierras de otros países, como la supuesta «parte justa que defiende su hogar».
El representante permanente de China ante las Naciones Unidas, Fu Cong, declaró en la reunión de la ONU: «Estados Unidos ha utilizado repetidamente su derecho de veto en la cuestión israelí-palestina, obstruyendo injustamente los esfuerzos de la comunidad internacional para abordar las injusticias históricas sufridas por Palestina, lo que no está a la altura de la responsabilidad de una gran potencia». En el conflicto israelí-palestino, el gobierno de Estados Unidos debe asumir la responsabilidad por el sufrimiento de los civiles.